Capítulo 27 parte 2 √

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.*Anna*.

-¿Qué? ¿No te gusta que te digan la verdad? -inquiero al ver como cierra los ojos y cuenta hasta diez antes de volver hablar.

-Anna, -me miró fijamente -esta noche no quiero pelear, no tengo las energías suficientes, así que te propongo una tregua por 24 horas.

-¿Una tregua? -repito sin poder dar crédito a lo oído.

-Sí, cuando tengo insomnio me gusta estar solo, pero esta noche me gustaría que me hicieras compañía -Note algo de melancolía en su mirada, pero lo ignoré.

-No me pareces una compañía grata -respondo tajantemente, porque mi ego todavía estaba dolido por lo del helicóptero y no sé si sería capaz de mantener la serenidad y la mente fría junto a él.

'No seas tan testaruda y di que sí, no te arrepentirás' -me aconsejó Velika.

-Prometo que esta noche conocerás a un Adolfo muy diferente -acotó.

Su propuesta no me convencía, pero qué otra opción tenía ¿Darle rienda suelta a mi cerebro para que se pusiera creativo y me jugara sucio recordando cosas desagradables? Porque precisamente eso sucedería si no me distraía con algo.

-Esta bien, te haré compañía solo un rato, hasta que me dé sueño -no le importó el condicional, ya que una enorme sonrisa se dibujó en su rostro.

-¿Qué haces durante tus noches de desvelo? -preguntó para entablar una conversación trivial mientras me invita a tomar asiento junto a él.

Yo negué con la cabeza. Prefería quedarme de de pie junto a la puerta, así sus ojos no me hipnotizarían otra vez.

-Práctico yoga, estudio, contemplo el cielo nocturno por horas; me encantan las estrellas y la luna -aclaro al notar su mirada de confusión. -También opto por tomar una larga ducha, ver televisión o leer un buen libro hasta quedarme dormida. -Él se rió de forma sexy. -¿Qué te causa tanta gracia? -Pregunto.

-Es la primera vez... -su sonrisa se extendió y yo frunzo el ceño cuando un escalofrío me puso la piel de gallina. -Es la primera vez que me cuentas algo sobre ti, además me parece que te ves muy tierna cuando no me agredes verbalmente.

Rememore, en cuestión de segundos, las veces que he hablado con él y ciertamente sí le he dicho cosas feas, pero nada que no se mereciera.

-Quedamos en que no pelearíamos ni nos reclamaríamos nada.

-Tienes razón -levantó las manos en forma de rendición -¿Por qué escogiste la carrera de medicina?

-Me agobia sentirme inútil y así me sentía cada vez que no podía hacer algo productivo durante la noche. El señor Miller al enterarse de mi problema me dijo que estudiara una carrera en donde le pudiera sacar provecho a mis desvelos y de las opciones que tenía la que más llamó mi atención fue la medicina, aunque me gusta más la parte de investigación que la de atender pacientes.

Él se quedó en silencio por varios minutos, en los que no supe qué hacer o decir.

-¿Por qué quieres tanto a la familia Miller? -Me esperé cualquier pregunta menos esa, pero la respuesta me salió automática.

Soy La Mate Del Alfa (Libro 1 de la saga: Secretos De Luna) {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora