Soy La Mate Del Alfa (Libro 1 de la saga: Secretos De Luna) {Editando}

Hermanos

*Adolfo*

- ¿Dónde esta? -le pregunto al guardaespaldas de mi hermano-.

Él me señala la barra y me dirijo hacia allí.

- Sea lo que sea que te ocurrió durante el almuerzo, está no es la manera de solucionarlo, Iván -le digo a penas lo tengo en frente.

- ¿Qué otra cosa puedo hacer? -se encoge de hombros-. La he perdido para siempre -toma un trago de su bebida-.

- ¿A quién perdiste? -me siento a su lado y me sirvo un whisky.

- No te imaginas lo imbécil que me siento, por no haberme dado cuenta que esa mujer solo me ha estado utilizando -toma otro trago-. No me mires así, ya mi cuñada te debió contar todo -dijo al ver mi cara de sorpresa.

¡Qué mal actor eres! -comenta Velika-.

- No te equivocas -admito dándole un sorbo a mi bebida-. Pero lo que te pasó no es motivo para emborracharse.

- ¿Ah no? -expresa con ironía- ¿Qué esperas que haga? ¿Qué finja que no me importa que ella haya jugado conmigo? Cuándo la verdad es que estoy destrozado por dentro, ya que la única mujer que he amado me engaño y jugo con mis sentimientos -una lágrima descendió de su ojo-. Mi corazón se rompió cuando tuve que dejar ir a mi mate, y ahora ella lo termino de destrozar -los músculos de su mano se tensaron y el vaso que tenía entre su mano se hizo añicos-.

- ¿Encontraste a tu mate? ¿Cuándo? ¿Por qué no me dijiste nada? -pregunto asombrado.

Mi hermano y yo cuando niños hicimos un pacto, donde no iba haber secretos entre nosotros. Pero al parecer el no lo cumplió.

'Tú tampoco lo cumpliste'.

Tienes razón. Después que mamá murió Iván y yo nos distanciamos.
- Hace mucho tiempo la hallé, pero la deje ir. -Él sonríe amargamente al recordarlo-.

- ¿Por qué lo hiciste? -mi curiosidad se despierta.

- Era lo correcto -agarró la botella y bebió directamente de ésta-. Ella era una humana, tenía una hija de 5 años y un bebé en camino -comienzo a toser como loco, al ahogarme con el líquido de mi vaso-.

- ¡La dejaste ir! -digo aún más sorprendido, al recuperar la compostura. Él asiente-.

- ¿Qué hubieras hecho tú en mi lugar? -me pregunta mirándome a los ojos-.

- No sé, pero te aseguro que no lo que tú hiciste -confieso-. Veo que no eres tan inmaduro como todos pensamos -lo digo en un tono de juego pero él ni se inmuto-. ¿Por qué no me habías contado nada? -él suspiró profundamente-.

- Miedo, tal vez. No quiero hablar más de ella -apartó sus mirada de mí-.

《Qué error tan grande cometí al alejar a mi hermano de mí》.

- ¿De qué quieres hablar? -toco su hombro-.

- Me iré a Canadá esta noche -bebió de nuevo-. No podré soportar vivir bajo el mismo techo de esa "parejita feliz" -las últimas palabras las dijo con rencor-.

- ¿Por qué Canadá? ¿Por qué no vas con Vladimir?

- Allá vive Adele.... -no lo deje terminar-.

- ¡Te prohibo que vayas a jugar con los sentimientos de Adele! -digo un poco alterado-.

Adele es una mujer lobo que conocimos en Francia a principios del siglo XIX. Ella quería suicidarse porque habían asesinado a su mate, pero Iván y yo frustramos su plan.