Capítulo 8

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Hoy me desperté mucho antes que Ryle. Es algo que pasa seguido, ya me acostumbré y solo algunas veces lo veo dormir. Sé que puedo sonar psicópata pero mi única intensión es analizarlo y quizás comprenderlo, Somos realmente distintos y eso es algo que me recalco siempre, me digo a mi misma que él es un humano y que por más confianza que le pueda llegar a tomar, él seguirá siendo el príncipe del la familia real y tendrá el poder de acabar con mi vida si así lo quiere; no está permitido olvidarlo, él es distinto a mí, pertenecemos a mundos tan, tan distintos.

Yo no duermo mucho, él me ha mencionado en incontables ocasiones que es dañino para mi salud dormir solo 3 o 4 horas por la noche, y yo, le he dicho de todas las maneras posibles que mi anatomía es distinta a la de él, y que se deje de joder, pero se esmera en no entenderlo y seguir dándome sermones sobre la importancia de las horas de sueño, mostrándome libros que explican eso.

Mi mamá no dormía, o jamás la vi hacerlo, así que no creo que dormir sea algo estrictamente necesario, por lo menos para mí.

El clima solo ha empeorado. El viento amenaza con colarse cada noche, lo que es jodidamente estresante porque cuando por fin me duermo el frío se empieza a adentrar en mi cuerpo, quitándome cada maldito rastro de sueño, el frío es algo con lo que he lidiado siempre desde que empecé a huir, desearía poder decir que ya me acostumbré y no tiene tanto efecto en mí, pero el frío es algo que jamás podré soportar.

-Hola.- Ryle apareció por detrás de mi hombro sentándose para comer.

-El frío me matará.- es lo único que digo, probablemente estoy tan entumecida que mis neuronas son incapaces de juntarse y decir algo coherente.

-No es para tanto.

-¿Que no es para tanto? Podría morir de la hipotermia.- En estos minutos me pregunto si siento mas frío que él porque nuestros organismos son distintos, o quizás porque simplemente el es un maldito insensible con corazón de piedra, pertenece a la monarquía así que para mí es una opción válida.

-En el castillo incluso, prefería el invierno antes que el otoño. Disfruto de él.- dijo restándole importancia.

-¿Es una broma?- no puedo creer que alguien en su sano juicio, puede preferir el invierno. Yo he visto gente morir de frío. Por lo que para mí es un asunto delicado.

-No, solo digo que no está tan mal, prefiero estar aquí que estar en el castillo siendo un maldito títere de mamá. Para mí el invierno es bueno.

-Debe ser muy fácil disfrutar el invierno cuando en tu castillo tienes calefacción y te llevan desayuno a la cama mientras ves como los copos de nieve resbalan por tu ventana, tan ajeno a ti, para ti el invierno no es más que un lindo show que se monta fuera del palacio y puedes ver a lo lejos cómodamente, Ryle, pero para los demás, el invierno es una maldita mierda.

Él se quedó callado, mirándome con lástima, no quiero sus lamentos.

Después de unos eternos e incómodos segundos Ryle habló.

-Lo siento, no sabía.- Eso solo desata más mi enojo ¿no lo sabía? pertenece a la maldita familia real y no tiene idea de lo que pasa en Inglaterra.

-¿No sabías que afuera de tu maldita burbuja la gente muere de frío? Las personas mueren de hipotermia mientras ustedes se lavan las manos en un lindo y lujoso palacio. Y eso solo los humanos, las brujas pasamos el invierno corriendo y durmiendo sobre la nieve, solo para escondernos de tus guardias de mierda.

Quizás me excedí un poco, porque puedo ver en sus ojos que lo lastimé y toqué un tema extremadamente delicado para él.

-¿No lo entiendes? ¡Por eso me fui! no quiero ser la misma mierda que mis padres , no quiero aprovecharme de las personas y tampoco quiero matarte. En todos los medios de comunicación me tachan de rebelde y me acusan de tener ideas demasiado liberales, me comparan con mi hermano y todo eso es una mierda.- al borde de las lagrimas, Ryle tomó mi mano haciendo brotar un escalofrío en mi cuerpo con su contacto, controló su respiración delicadamente entonces siguió- Thadea, lamento tanto, que hayas tenido que pasar frío, lamento que tu vida esté tan jodida para que tengas que estar escondida aquí conmigo, lamento que mi madre te haya mandado a capturar y lamento sobre todo que cada vez que me miras lo hagas con tanta furia y rencor.

Me quedé helada, una lágrima descendió de sus ojos, me paré y hasta yo me sorprendí cuando lo abracé. Nos quedamos así, no podría decir cuánto tiempo , pero por primera vez, en toda mi miserable vida, una lágrima dorada se deslizó por mi mejilla. Yo nunca había llorado, porque para llorar, hay que sentir, y eso, era algo desconocido para mí.

Trono De Brujas ✔️ (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora