Capítulo 43

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-Por aquí. -aferrada a Lúa y con el frío a flor de piel, caminé por el sendero marcado por piedras durrante un buen rato.

Heigh caminaba de una forma molesta y entusiasta por delante de nosotras y Ryle, totalmente distinto a su hermano, iba atrás como si no hubiera prisa alguna arrastrando lo pies y con la mandíbula tensa.

Mis botines se empaparon por completo de lluvia y me vi obligada a levantar el vestido con mis manos para que no se empapara pese a que llega hasta mis tobillos, mi cabello se humedeció al igual que el de Lúa que quedó oscurecido por las gotas de lluvia y en vez de lucir pelirrojo se veía más como un castaño oscuro.

No quisimos traer un paraguas, pese a las insistencias de los cuatro guardias que van a nuestras esquinas, Ryle se negó a tomar uno, al parecer sigue siendo un fabrico de la lluvia, Heigh aceptó y Lúa y yo no tuvimos tiempo para aceptar, por lo que ahora nos estamos empapando camino al pueblo. Jamás me hubiera imaginado a la realeza caminando por encima del barro y empapando sus costosos zapatos de lluvia.

Luego de unos minutos, se empezó a oír la ciudad, los murmullos me pusieron nerviosa ¿Cómo se supone que me mirarán las personas, los humanos?

La realidad me sacudió, y es que hace tan solo un par de meses yo juraba un odio eterno hacia los humanos, a cada uno de ellos y por sobre todo a la familia real, pero la vida es una perra y ahora estoy aquí, caminando junto a una estúpidamente feliz princesa de Francia y con los príncipes de Inglaterra, camino al pueblo para convivir con humanos, humanos reales de carne y hueso.

-Ya estamos llegando. -gritó Heigh.

-¿Qué es exactamente lo que venimos a hacer acá? -preguntó Lúa.

Uno de los guardias, se ve joven y de cabello castaño, ha estado haciendo ojitos a Lúa durante todo el camino, abrió la boca para hablar, luego la cerró y finalmente moduló.

-La Reina sólo quiere que se den vueltas por el centro del pueblo. -dijo un tanto inseguro de su aporte y sin desviar la mirada de Lúa. -Hay una feria, quiere que las personas la vean a ella. -terminó apuntandome a mí.

Jamás me sentí más manipulada en toda la vida, pensé, pero nada de eso importa, al fin y al cabo, yo arreglaré esto y ni una sola bruja más morirá mientras yo viva.

Mi amiga miró al guardia y le sonrió, entonces me pregunté si... Oh por Dios ¿Es enserio Lúa?

La agarré del brazo y me adelanté acercándonos a Heigh y alejandonos del guardia.

-Te gusta. -le susurré.

-¿Qué?-me respondió ella nerviosa.

Fui consciente de que con todo el alboroto de 'mi casi muerte' no había hablado con Lúa de nada, ella no maneja ni un poco todo lo que pasó, aún no le cuento lo que pasó con Ryle, que me dijo que me amaba y luego que no, luego que sí y después me salvó de su madre, supongo que ella también tiene cosas por contarme.

-El guardia. -respondí alzando las cejas. -Te gusta.

Ella abrió los ojos como platos, como si yo acabara de decir la mayor estupidez.

-¿Por qué no hablamos luego?-me suplicó.

Me reí, disfrutando su nerviosismo.

-Te gusta. -la molesté una vez más y soltando de su brazo caminé hacia Heigh para caminar junto a él.
×

Al llegar al el sonido de la lluvia contra el césped se disipó con el ruido de las personas hablando y conviviendo.

Miré el pueblo, todo construido en ladrillos grises y apagados, el césped era deprimente y las personas sólo caminaban concentradas en sí mismas, las construcciones tenían apariencia tétrica y en el centro se veía una pileta.

Trono De Brujas ✔️ (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora