Capítulo 34

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3 días para que lleguen los reyes.
La verdad han pasado rápido, pensé que sería mejor, que me sentiría más libre y una parte de mi anhelaba pasar más tiempo con Ryle, pero el hecho de  no haberlo visto estos días solo ha hecho que desee verlo más, esto de olvidar y reprimir todo lo que siento por él se está tornando en una tarea demasiado difícil para mi pobre corazón.

Bajé al comedor a desayunar, saludé a los guardias y aunque no lo crean usé un vestido, así han sido estos días, alocados y extraños, salí de mi zona de confort en muchos sentidos. Seguí camino al comedor cuando alguien me tocó el hombro.

—Disculpa, Thadea. —Me di vuelta y me sobresalté al encontrarme con Ezra, si, el guardia del otro día, oh no, bueno, ya no estoy obligada a ser amable, ya no más, más bien, he olvidado en qué momento comencé a serlo, es un maldito humano, captura brujas. No le debo absolutamente nada.

—Quítate.—lo aparté con una mano y empiezo a caminar lejos de él, mis tacones resuenan en el pasillo.

—Espera. —lo escucho gritar a lo lejos.

Levanto el dedo del medio sin si quiera darme vuelta y me alejo. Eso fue muy Thadea de mi parte, había olvidado mi odio contenido a los humanos. Se siente bien poder insultar a un humano si quiera, y vivir aquí me está quitando esa parte de mí.

Caminé hasta el comedor, cuando me senté estaba sólo Heigh sentado y hoejando unos papeles con su cabello impecable y su traje de siempre.

—Buenos días. —me sonrió y apuntó la silla frente a él así que me senté.

—Hola. —le dije acomodandome el cabello.

—¿Qué tal todo con Ezra?—me preguntó cómo si supiera que lo acabo de mandar a la mierda.

—Lo insulté y me fui.— me heché un pedazo de fruta a la boca y el quedó atónito.

—¿Es enserio? —preguntó alzando la vista.

—Oh, no me juzgues. —le dije riendo, él levantó las manos en forma inocente.

—No te juzgo Thadea. No te juzgo.

Seguimos hablando hasta que llegó Lúa, me tocó explicarle el episodio con el guardia y pareció sorprendida y algo molesta pero luego le probocó risa, Lúa trae puesto un vestido, muy parecido al mío, es casual y tiene su cabello rojo recojido en una trenza, a diferencia de mí, con mi cabello negro, suelto y un poco más abajo de los hombros.

Al final, llegó Ryle. Nos saludó a todos y se sentó, absolutamente absorto en sus pensamientos, de veras desearía saber qué es lo que pasa por su mente, sus ojos se cruzaron con los míos unos segundos y podría jurar que vi un destello de luz en ellos y desde ese momento traté de evadirlos durante todo el desayuno.

—Permiso. Tengan un buen día.— A penas Ryle terminó de comer se levantó de su silla y caminó hacia las escaleras, la curiosidad me carcomió y pensé en seguirlo pero fue demasiado tarde porque ya se había perdido en los escalones.

-

Me recosté en el piso de mi habitación y miré al techo, ya se está oscureciendo y faltará un día menos para que los reyes estén de regreso, auch, la falta de presencia de ellos ha sido grata.

El techo tiene diseños dorados junto al enorme candelabro que está al centro y alumbra la habitación, miles de cristalitos lo decoran y cerré los ojos unos segundos, solo un poco hasta que empecé a ver borroso y el sueño me ganó.

Me desperté en el piso, lo primero que vi al abrir los ojos fue el candelabro en el techo, pero eso no es lo que me despertó, corrí a las ventanas para poder dar un origen a esos gritos.

Trono De Brujas ✔️ (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now