Capítulo 42

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No fui capaz, no pude  dormir en el piso de mi nueva habitación, todo me comenzó a molestar, por primera vez fui consciente de la dureza de la cerámica  en la que he dormido siempre, además el frío que me provoca el material del suelo me da demasiados escalofríos y me pregunté por qué antes no lo noté.

Me revolqué en el suelo, aferrandome a la única manta que tengo, tratando de encontrar alguna forma de acomodarme para poder dormir bien, miré rápidamente a la cama, al segundo descarté dormir ahí, no lo, haré, ya cambié suficientes cosas sobre mí por complacer falsamente a la reina.

Aún  no están mis cosas aquí, no es como que tenga muchas pertenencias a mi nombre, pero hay libros y capas que Ryle me dio que me gustaría tener aquí, y también hecho de menos el tablero de ajedrez.

Me siento completamente ajena a este lugar, más que antes y espero en algún momento poder sentirme cómoda.

De pronto la ventana se abrió a causa del viento que golpeaba, ha llovido todo el puto día, y mañana, debemos ir al pueblo, pensé de pronto, eso dijo la reina Narine, que mañana me pasaría por el pueblo para convivir con la gente, una punzada y nervios me atacaron de pronto.

No voy al pueblo desde hace muchísimo tiempo, desde que Ryle y yo fuimos atacados y unos guardias me dispararon, desde que estábamos en aquella biblioteca; no había pensado en aquello desde hace bastante tiempo, él me ayudó, no tenía por qué hacerlo y lo hizo, fingió ser un maldito rebelde, pero no lo es, estoy segura de ello, solo lucha por lo que cree correcto, me salvó más de una vez, una ola de aprecio y quizás algo más hacia Ryle me invadió.

Se alejó tan pronto como vino al recordar sus frías y secas palabras.

"no te amo, nunca lo haré, mierda, eres una bruja"

Sé que no es para tanto, también tengo claro que luego de decir todo eso me salvó de morir quemada y me dijo que me amaba en frente de toda la élite, en frente de sus padres, pero aún así y por alguna razón las palabras me siguen quemando cada vez que pasan por mi mente, quizás él las pudo elegir con más cuidado, pensé, odiandolo por no hacerlo, o quizás, él simplemente pudo haberme dicho la verdad; que su madre venía y que debía irme, pero no lo hizo, prefirió dañarme con sus palabras, él era la única persona que tenía el poder de hacerlo, y lo hizo.

Aún así, se me genera un nudo en la cabeza de solo pensar en verlo con alguien más, casándose con Lúa. Batallé por alejar la idea.

Mis tortuosos  pensamientos se vinieron abajo cuando la ventana se abrió aún más fuerte así que me levanté del piso, y con los pies descalzas me dirigí hacia la ventana, estuve a punto de cerrarla para que la lluvia dejara de colarse  por la habitación, pero cuando me acerqué para hacerlo, escuché unas voces en el jardín.

Miré hacía abajo, sacando mi cabeza del ventanal y empapandome de lluvia, había olvidado la sensación del invierno atacando.

—No irá. —dijo alguien e inmediatamente identifiqué la voz de Heigh, se veía apenas por la oscuridad, pero habían algunos focos y antorcha que iluminaban su cabeza.

Incliné más mi cabeza, con el marco de la ventana apretado contra mi estómago y todo el cuerpo doblado para poder ver,  miré hacia abajo, en medio de la lluvia, Heigh y Ryle estaban parados.

—Claro que no, va a llover, no puede mojarse. —Le respondió Ryle con hostilidad.

Él trae una camiseta negra, distinta a todas las camisas formales que acostumbra a usar y de pronto me preocupé por lo desabrigado que está bajo la lluvia. No es asunto mío, me respondí a mí misma. Heigh, en cambio trae un abrigo y el cabello revuelto, cosa que casi nunca pasa.

Trono De Brujas ✔️ (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora