Capítulo 31

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Lúa abrió su boca y se llevó las manos para cubrirla, supongo que para expresar la sorpresa que sentía en el momento, Ryle sólo sonrió de lado y nadó hasta la otra orilla del estanque, mis jeans estaban empapados y mi blusa también, la trenza de mi cabello se desarmó y él sólo se estaba llendo como si nada, se alejó nadando sin si quiera decir una palabra, y me dejó como una estúpida ahí sola.

—Buenos días.— le dijo Lúa sitiada en medio de la lluvia cuando el pasó junto a ella.

—Buenos días, ya te vi esta mañana. —le dijo él con total naturalidad, esa sin dudas es su especialidad, como si no estuviera completamente empapado  caminó hasta desaparecer por los árboles. Sus ridículas actitudes humanas  me confunden más de lo que creo posible.

Lúa corrió hacia mí, levantó con sus manos su vestido amarillo y dobló sus mangas para poder arrodillarse y ayudarme a salir del estanque. Cuando pude dejar de sentir toda el agua colandose por mi cuerpo y me tiré de espaldas al pasto, el agua de la lluvia siguió incomodandome, aunque no lo suficiente para lograr que yo me moviera de allí.

Lúa se levantó y me hizo señas para que entremos al castillo.

—Nah. —le dije yo aún recobrando el aliento recostada sobre el pasto.

—Está helando, te dará hipotermia.—empezó a dramatizar mientras sacudía sus manos desesperadas.

—Hasta había extrañado el frío.—le dije sintiendo como las gotas de agua resbalaban en mi cara. Ella se horrorizó y siguió insistiendo, tantas veces que su cabello rojo se estaba oscureciendo por la lluvia que le humedecía los mechones de cabello.

—No iré. —fue mi última advertencia. Ella se acostó junto a mí en el césped mojado y la escuchaba tiritar, probablemente ella jamás tiene frío, ha vivido bien toda su vida. No me sorprende que crea que moriré de hipotermia por un poco de lluvia.

—Comos sea. —se rindió mirándome de forma acusadora.—Necesito que me lo cuentes todo. ¿Tú y Ryle? Vaya, lo sospeché al inicio cuando llegué y te encontré en el castillo pero luego de ver lo frío que es él con todo el mundo imaginé que tu no lo querrías, incluso llegué a pensar que Heigh y tú se traían algo, bueno vaya sorpresa— siguió hablando tanto tiempo que de no haber sido por la lluvia me hubiera dormido allí mismo.

Cuando por fin terminó su gran y agitado monólogo se dispuso a mirarme y esperar que yo confirmara todo aquello que ella había dicho.

—Entre Ryle y yo, nada. —le dije justo y preciso. Ella me miró levantando una ceja.

—No te creo una palabra.— la vi estremecerse en el piso y tuve algo de compasión.

—Terminemos esta conversación arriba.—sugerí arrastrando las palabras y poniéndome de pie.

Ella adoró la idea y caminamos al castillo, Lúa saludó a los guardias uno a uno agitando su mano y yo solo los miré seria. A penas entramos al castillo el cambio de temperatura nos golpeó, el frío se fue instantamente y Lúa suspiró de satisfacción.

Pasamos por toda la primera planta y me guió hacia unas escaleras por las que yo jamás antes había pasado, las subimos cautelosamente y llegamos a las habitaciones.

—Ve a bañarte.— me indicó apuntando mi cuarto. —Yo también lo haré, estoy empapada y el agua tibia me vendría  bien. Te veo aquí cuando estés lista. —Nos separamos en el pasillo y cruzamos las puertas de nuestras habitaciones.

Me saqué la ropa que estaba goteando, tanto agua de lluvia como del estanque y corrí al baño a tomarme una ducha.

El agua tibia me hizo bien, Lúa tenía razón, mientras caía por mi cuerpo me pregunté qué hubiera pasado si Lúa no hubiera llegado, es decir, estábamos a punto de besarnos, ¿no es así? Probablemente él se hubiera alejado de golpe, molestandome de la forma que siempre hace.

Trono De Brujas ✔️ (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now