Mini historias Boku no hero [+18] TERMINADA

Monoma y tu {Parte 1}

Nota de la escritora: ¡Jeje, sorpresa! Lamento no haber avisado que este venía. Para que vean que si estoy al pendiente de sus comentarios.

Se que Monoma puede ser un poquito castroso aveces, pero vamos a darle una bonita historia para que deje de chingar. Ósea él no ustedes, ustedes pueden molestar cuando quieran yo los amo. Ahora si disfruten.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

POV T/N

- Monoma ¿Cuántas veces te tengo que decir que dejes de molestar a los de la clase 1A?- pregunté mientras me sentaba junto a él apoyada en una de las paredes de afuera del edificio.

Estábamos sentados en las afueras de nuestros dormitorios, Monoma se había despertado del golpe que le había pegado Kendo y se había ido enojado de la sala de estar. Como siempre había molestado a la clase 1A y está lo había hecho callar. Ahora estaba mudo sentado lejos de todos.

A mi no me caía mal, si podía ser molesto a veces, pero igual era muy en el fondo alguien bueno.

- ¡Somos mejores que ellos, pero no lo quieren aceptar!- gritó de pronto mirando hacia el frente.

- Que remedio contigo.- me puse de pie poniendo los ojos en blanco.- Me voy.

- ¿Por qué? Acabas de llegar.- dijo mirándome por fin. Yo solo señalé el cielo y como este se ponía oscuro dando a entender que llegaría la noche.- Ah cierto.- se puso de pie y camino a mi lado hasta adentro del edificio.

Mi quirk era bastante bueno, era muy buena en las artes marciales, aparte de mi buena capacidad en un enfrentamiento mis heridas sanaban en un instante. Solo era fuerte durante el día, al llegar la noche era como una muñeca de cristal, como decía Monoma, demasiado débil.

Caminamos hasta nuestros dormitorios, para nuestra sorpresa todo estaba oscuro. Al parecer ya todos se habían ido a dormir. Yo me sentía muy cansada, la oscuridad de la noche me quitaba todas mis energías.

- Buenas noches.- pasando por nuestras habitaciones que no estaban muy separadas, Monoma se despidió y sin darme tiempo a responder entró en su dormitorio y cerró la puerta.

Era la única persona que le prestaba atención, o que lo buscaba por mero gusto. Tampoco era que él me consideraba una amiga, puesto que siempre estaba más al pendiente de sobresalir más que la clase 1A.

En la oscuridad de mi habitación caí dormida antes de llegar a la cama. Estaba en el suelo sobre una alfombra, no podía moverme y eso era un fastidio. Hasta que no aprendiera a controlar mi don por completo no podría ser un buen héroe.

Con frustración me quede dormida en el suelo. En la mañana sentí como tocaban la puerta, aún estaba oscuro por lo que solo pude abrir los ojos.

- ¿Estas...- Monoma entró en la habitación y me vio tirada en el suelo.- Ja, otra vez en el suelo.

Desde mi posición lo vi como se reía de mi y se bajaba a mi nivel del suelo para mover mi cabello de mi cara. Aunque fuera de burla su risa para mi era muy bonita.

- Anda te ayudo.- no pude protestar cuando me tomó en sus brazos y me acostó en la cama. Para mi fue una sorpresa, él nunca hacía eso.- Pero no te acostumbres.

El sol fue saliendo y con el mis energías aparecieron, me puse de pie rápidamente y estiré mi espalda.

- Primero que nada buenos días.- dije con una sonrisa.- Y segundo, gracias.- añadí. Él se puso de pie y me tomó de la mano.

- Vamos tarde.- dijo arrastrándome.

- ¡Idiota mi uniforme!- grite, ahora viéndolo bien no tenía el suyo.