Capitulo 43

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N/A: No se por que publique. Pero hagamos como que es miércoles. Gracias por seguir leyendo los quiero💕.

Black le dio una sonrisa, no le demostró el miedo que tenía en el interior. Le daba gusto ver a esa joven que estaba parada ahí enfrente de él, era la pequeña niña que vio crecer. Aun la ve como una niña, pero esta consciente que ya no lo es.

—¿En verdad me matarías?.—pregunto Sirius.

—¿Por que no lo haría,  señor Black?.—dijo con firmeza.

¿Matar a Sirius? Su mente le decía que sí. Él mato a James, pero otra cosa le decía que no debía de hacerle nada. Odia sentir esa sensación de confusión.

—No sería capaz.—respondió Black, arriesgándose a que fuera capaz.

No, no podía, aún que lo apuntaba, no podía hacerle nada. Era Canuto, el mismo que estuvo con ella en su infancia. Pero también era el asesino de James. ¿Por que piensa en él? Cuando Sirius jamás pensó en ella o en Harry. Black jamás pensó en él daño que les causaría al entregar a James y Lily. Tiene que vengar a cada persona que lastimo. Su corazón se comprime al pensar que le tiene que hacer daño. Se estaba hechando para atrás, su rostro refleja, enojo, firmeza, rabia, pero su interior siente todo lo contrario.

—Usted traicionó a sus amigos.—hablo Harry con temor, pero sujetado su varita con firmeza.

—No lo niego.—contesto en voz baja.—Pero si supieran toda la historia.

—¡MALDITA SEA LA SABEMOS!.—exclamó _______, furiosa lo había confesado, otra guerra comenzó en su interior.—¡Usted los entregó a Voldemort! ¡Fue un cobarde traicionero! ¡Así pago todo el amor que le brindamos!...—le dijo apuntándolo con más rabia.—... Lo creí mi familia.—estaba aguantándose las ganas de rumbearse al suelo y llorar.

—Tienen que escucharme.—les pido el ojos grises viendo fijamente a ______.—Lo lamentaran si no... Si no comprenden.

El gato de Hermione saltó sobre el pecho de Sirius, se había apresado a la sucia ropa que traía, se apresó cubriendo su corazón.
Sirius cerro los ojos y los volvió a abrir mirando al gato.

—Vete.—le ordeno Black. Crookshanks hundió más sus garras en la andrajosa túnica, volteó el rostro y miró a los Potter con sus grandes ojos amarillos.

Los dos Potter levantaron sus varitas al mismo tiempo. Había llegado la hora de vengar todo el daño. Pottercita no estaba convencida de lo que haría. Su corazón le decía que no debía de hacerlo. Pero su mente le decía que lo matara, era lo correcto, se lo merece. Tenía que vengar a los muggles, James, Lily y Prettel.

Miro directamente a los ojos grises de Black. ¡Maldita sea, no podía! ¿Por que demonios no podía? Era lo que más ha deseado por cinco años, deseaba destruir a la persona que le hizo tanto daño. Pero ahora se está volviendo una cobarde con solo verlo ahí la ponía a dudar. Miro de reojo a Harry se veía convencido, de hacerlo. Por inercia empezó a bajar su varita lentamente, había otras maneras de vengar, entregándolo era la mejor solución. Pero matar a Black no podía. Venía a su mente cada momento que convivo con él, sus fiestas del té, las salidas al parque a enseñarle a pegarle a los niños, cuando la consentía, o esos abrazos y besos empalagosos...

Habían pasado unos segundo los dos estaban inmóviles. El gato canela aun seguía en el pecho no se movía de ahí. Ron tendido en la cama respiraba jadeante y Hermione estaba en silencio.

𝐋𝐚 𝐬𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora