Capitulo 68

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—¿Estas bien? —dijo Charity al ver el semblante serio que traía su amiga.

—Sí —contesto _____, relajando su rostro.

—¿Te hizo algo Severus? —pregunto preocupada. La había ido a buscar a la sala de profesores y solo estaba hablando con Sevy, el cual parecía insístete preguntando cosas, mientras ella estaba solo negando. No escucho de que hablan así que no sabe porque su amiga solo decía, no y no—. Le puedo ir a gritar.

—Él no ha hecho nada —contesto dándole una sonrisa para que se relajara y viera que se encontraba en perfecto estado— Charity —le hablo en voz baja deteniendo sus pasos—. ¿Crees que soy egoísta? —miro los tiernos ojos verdes de la rubia, no sabía porque la hacían sentirse en paz.

—No, y si te lo dijo Sinistra, déjame decirte que todo lo que salga de la boca de esa alimaña es pura mentira.

—Sinistra no me dijo nada. De hecho ni se ha metido conmigo.

—Eso es muy raro —comento Charity pensativa. Después volvió a concentrarse en el tema importante—. ¿Quién te dijo que eras egoísta?

—Nadie, solo quería saber —comento volviendo a caminar.

—No vas a confiar en mí.

—Siempre he confiado en ti, y de hecho fuiste la primera que logro ganarse mi confianza tan rápido.

—Entonces, ¿Por qué no me dices que te ocurre? —insistió la rubia parándose enfrente de ella para hacerla detener—. Eres mi amiga, de hecho, la única que tengo. Quiero saber que tienes, extraño tu risa, ahora solo te la pasa a punto de llorar. Ay no, ahora lo vas hacer. No empieces a llorar, porque lloro —dijo, cuando vio los ojos de su amiga cristalizados—. Ven —extendió sus brazos para consolarla, no sabía porque tenía que consolarla, pero lo haría.

Charity Burbage quería saber que le pasaba, sin embargo, su amiga se negaba a decirle. Siempre repetía «Estoy bien». Quiere creerle, pero no puede. Sus acciones son la que las ponen a dudar. Ella se ha vuelto sensible, anda pensativa, comiendo y a veces haciendo muecas a algunos alimentos. Todo eso le da entender que, ____ Potter no estaba bien.

Le acaricio tiernamente la espalda mientras la escuchaba sollozar recargada en su hombro.

—Tengo miedo y mucho —admitió Pottercita en medio de su sollozo.

La rubia no entendía, ¿a qué le temía?... Harry ya había pasado la segunda prueba. Él ya estada a casi nada de salir bien del torneo. Eso es lo único que más le puede preocupar. Sabe que ella se altera cuando se trata de su sobrino, y la entiende, es su sangre.

—Todo está bien y lo estará —dijo, las únicas palabras que sabía que podían servir en estos momentos.

La joven Potter negaba con su cabeza mientras se separaba de su amiga.

—Nada va estar bien —dijo observándola con sus ojos llorosos e hinchados.

—¿Por que lo piensas?

Esto hacia que la profesora se preocupara más. Esta negativa, ¿desde cuando era pesimista?

—Charity, voy a cumplir dos meses de embarazo —confeso, sus ojos avellanas se le llenaron aun más de lagrimas.

Estaba dramatizando, puede que sí. Pero es que no puede decir esto sin llorar, y no porque este muriéndose de felicidad. Sino porque esta muy aterrada. Tener ese sentimiento y las hormonas disparadas, no son muy buena combinación.

Enserio no quería decir a nadie, aunque ya no soportaba ese nudo en la garganta que la estaba volviendo loca, cada vez que alguien le preguntaba «¿Qué te ocurre?».

𝐋𝐚 𝐬𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora