Capitulo 79

1K 125 147
                                    

La presencia de Charles Weasley, no era una molestia, solo para Remus John Lupin. Por otro lado, de la ciudad, estaba el segundo miembro del club «Detestamos al pelirrojo chamuscado», Severus Snape, el cual no toleraba imaginarse, la cercanía que ha de tener el cara de zapato con su Potter. Muchos escenarios—nada agradables—, vagan por su mente. No veía el momento en que la semana en que Charlie partiera, llegara. Esa semana llego, sin embargo, algo o alguien hizo que el ser más intolerable, se quedara más tiempo.

En este instante, estaba tentando a cometer un homicidio a una persona de la tercera edad.

—¡No quieres juntarlo un mes! —grito Snape, exaltado, recorriendo toda su sala.

—Fíjate que si lo pensé —recordaba el barbón, tranquilamente—, pero después, dije: «Ya sería mucho abuso, Albus.»

Ya sería mucho abuso, Albus —imito su voz e hizo un baile burlón—. ¡Eres un desgraciado!... Tú, estas al tanto de lo que estoy intentado con Potter, y sin más, traes al mocoso que MUERE POR ELLA.

—Deja de exagerar, Severus —le pidió Albus, destapando con cuidado su caramelo de limón—. Deberías de estar feliz, lo hice por ella, veo que aparte de la presencia del joven Maxime, la de Charlie igual la pone feliz.

—Por eso no me alegro —mascullo, estaba furioso—. Él solo se aprovecha de cualquier situación, para poder sacarle una sonrisa, darle paz y felicidad... ¿Si la enamora?... ¡Merlín! Capaz terminan casados y con hijos. ¡Esto es terrible, Dumbledore! ¡Muy terrible!

—Ay, Severus, tu drama es una cosa bárbara —río, divertido—. Tienes que confiar en _____, ella no quiere con él... aunque... pensándolo bien, te entiendo un poco. Charlie, es muy carismático, coqueto, caballeroso, chistoso, con buen cuerpo, pecoso, nada amargado, mucho menos de gustos obscuros, joven muy joven; todo lo que una chica, quisiera.

Este hombre, quiere que le lance un Avada Kedavra.

—Sabes que eso no ayuda en nada, Dumbledore —Severus, dejo de masajearse la cabeza.

—Lo sé, por eso lo digo —sonrió grandemente.

Albus, era una cosa desesperante, al igual que traidora.

Te voy ayudar, Severus

A que lo va ayudar... a tirar pétalos de rosa, en la boda de Potter con Weasley, ¿o qué?

—Mañana trata de hacerla, feliz —sugirió Dumbledore, comiendo su dulce—. Iras a su fiesta de cumpleaños, ¿no?

Mañana es 12 de Julio, su Potter, esta de cumpleaños y claramente lo recordaba.

—Severus, te invito a su fiesta, ¿verdad?

Espera... ¿Qué estaba diciendo?

—¿Cómo que si me invito? —pregunto, desconcertado—. A mí no me ha dicho nada.

—¿Enserio? —dijo Albus, sorprendido, llevándose su mano a la boca—. A mi temprano me ha llegado la invitación, es para mañana en la noche, será cena de cumpleaños, en el cuartel.

Era algo molesto, enterarse de que, a él no lo ha invitado a su cumpleaños.

Nadie lo había ofendido tanto.

—No pienso ir a ese evento —se cruzó de brazos, decidió.

—Bueno, muchacho..., de todas formas, no te invitaron —le recordó Albus, provocando que Severus, le tirara un cojín, que le dio en el brazo. El director río—. Ay hijo, ven conmigo, yo te invito, ¿Qué puede pasar si vas sin invitación?... no creo que te corra, si te ve ahí.

𝐋𝐚 𝐬𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora