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Música, gritos, ya sea de felicidad fueron opacadas por las de horror.

La espera fue muy larga como para tener un final desgarrador.

Los sucesos que siguieron tampoco fueron tan agradables tanto para Harry como para Draco. Por lo que ninguno de los dos hablaba cuando estaban en la enfermería. Harry acostado, descansando de cierta manera si es que realmente esta descansando; a su lado estaban sus dos amigos, Molly, Bill, Sirius en su forma de perro y Draco con la mirada perdida.

Los gritos del ministro hicieron ruido, llamando la atención de todos, pero quien gritaba incluso más fuerte fue McGonagall, Harry juraba que no la había escuchado gritar tan fuerte hasta ese momento.

Draco escuchaba todo como si estuviera lejano el drama que se estaba realizando, solo pensaba en lo que había presenciado poco tiempo antes.

Cedric.

—¡No tenías el derecho de hacerlo Cornelius!—dijo la profesora entrando en la enfermería.

—Como ministro de magia yo veia el cuidado de todos—se defendió.

—¡Pero no has esperado para que se confesara!

—¿Qué hay que confesar? Es un loco.

—Cornelius—dijo Dumbledore—, Lord Voldemort ha vuelto.

Todos los presentes se pusieron tensos, menos el perro negro y Draco.

Tuvieron una larga plática con el ministro que parecía no tener fin, por lo que Harry intervino.

Lo que dijo fue algo espontáneo, sin pensar en lo que podría pasar después.

—Lo juro ministro—dijo—, vi a los mortifagos. Incluso se sus apellidos. Crabbe, Goyle. Leigh, Pugh...

—Nombres de ex mortifagos que dijeron que fue en contra de su voluntad—aclaró el ministro como si la palabra de Harry valiera menos que la de él.

—Hall, Malfoy...

Cornelius alzó las cejas.

—Esa es una seria acusación, sobre todo con un Malfoy presente aquí.

Harry se maldijo por dentro, lo había olvidado.

—Joven Malfoy—habló otra vez Cornelius—, ¿usted está de acuerdo con el joven Potter?

Draco se fue de sus pensamientos y miró al ministro.

Todos esperaban una respuesta de parte del rubio pero este solo se quedó mirando, sin decir nada y sin incluso emitir sonido alguno.

Pero Cornelius siguió hablando.

En verdad que era una pelea sin fin alguno. El ministro se negaba a aceptar que Voldemort haya regresado y con Barry Crouch Jr con el beso del dementor era imposible creerle a un chico de 14 años.

Cuando se fue, Dumbledore le dijo a Harry que tomara una poción para dormir sin sueño, por lo que este obviamente hizo caso, no sin antes de que Sirius regresara a su forma humana alertando a Molly.

Draco fue llamado por Hermione.

—¿Vienes? —preguntó ella.

Draco asintió, levantándose de su silla.

Antes de cruzar la puerta la mano de Sirius lo agarró del hombro, dándole media vuelta.

Para ser honestos el hombre se veía mucho mejor a hace un año, ganó peso, se veía de cierta manera limpio aunque no se había cortado el cabello por lo que seguía teniéndolo largo.

Catching FeelingsWhere stories live. Discover now