54.

147 17 1
                                    

Los T.I.M.O.S eran un martirio para todos, primero tomaron el de Transformaciones y en la tarde fue el examen practico, Draco fue excelente si se lo preguntan a los que tomaron el examen, pero el rubio no estaba muy seguro, tiene el presentimiento de que en algo habrá fallado. El segundo día, Adivinación, si bien Draco no tomó la clase, hasta que Firenze daba las clases, estudió arduamente con Hermione toda la noche anterior. No le importaba salir tan bien en ese examen pero debía sacar buenas calificaciones, y mejor aún, si quería ser sanador debía esmerarse, y también le gusta presumir.

Cuando iba al cuarto día, después de salir de su examen de Encantamientos, Nate llegó con él casi sudando.

—Malfoy, Draco. Necesito de tu ayuda—le dijo.

Draco rodó los ojos y espero a que el chico le explicara.

—Mañana es el examen de pociones y siento que se me olvido todo, necesito estudiar, practicar, estudiar...

De lejos, Harry estaba platicando con Ron sobre las respuestas del examen hasta que Harry vio que cierto Ravenclaw se acercó a hablar con su novio, algo que le dio celos, no lo va a negar. Draco es el chico más guapo que conoce, sin duda tiene pretendientes, chicos y chicas, lo supo el año pasado cuando escuchaba a muchas personas en el pasillo presumiendo que habían invitado a Draco para su cita en el baile de invierno del torneo, Harry lo hubiera invitado si es que hubiera descubierto sus sentimiento hacia este en ese momento, pero por su idiotez se lo termino llevando Cedric, quien, es una tranquilidad que haya sido él y no nadie más. Pero, aún así, el hecho de que muchas personas se le acerquen lo hace sentir... inseguro; claro, Harry también tiene lo suyo, pero es más que nada por ser El Elegido, piensa que si no fuera esa persona, ni un chico ni chica se le hubiera insinuado, solo Draco, tal vez. Por eso, cada que ve que alguien entabla una conversación con su novio, no deja de pensar en que puede que esta la posibilidad que sea desplazado.

Ron pareció notar que Harry apretaba los labios y miraba a Nate Holbrock como si de una amenaza se tratara, hablando con Draco.

—Amigo, no te debes de preocupar—le dijo el pelirrojo—. No creo decir esto, pero... Draco parece ser buena persona. No te haría daño.

—No, ya sé, no me preocupo de Draco, es de Holbrock.

—¡¿Él es Holbrock?!

Harry se apresuro a tapar la boca de su amigo esperando que nadie más los haya escuchado.

—¿Lo conoces? —preguntó el pelinegro.

—Harry, muchos se mueren por él, y escuché que es muy selectivo con todos, solo tiene dos amigos y si le habla a alguien más es porque está interesado en esa persona. Aunque también me habían dicho que era más alto—dijo mirando al chico—. De seguro de cerca.

Eso basto para que Harry se pusiera rojo y su corazón latiera lo más rápido que se podía.

—Te veo en la Sala Común—dijo Harry y sin escuchar a su amigo se dirigió hacia donde estaban Draco y Nate. Al llegar, puso su brazo alrededor de Draco y le beso la mejilla, sorprendiendo al rubio quien lo miro divertido—Hola, amor.

Draco sonrió más. Sabía que Harry se ponía celoso y para él era divertido.

—Nunca me habías dicho amor—dijo este.

—Si, ya lo había dicho.

—No.

—Si. Oh, Holbrock, hola—dijo Harry fingiendo restarle importancia al chico.

—Harry, le estaba diciendo a Holbrock que si tengo tiempo podré darle retroalimentación de pociones, sirve que repaso un poco—dijo Draco

Harry estaba a punto de irse enojado una vez más de ahí, pero no iba a dejar que suceda de nuevo, ¿y si pasa algo? ¿si Holbrock se sobrepasa y quiere a Draco? Sabe que Draco no lo lastimaría, pero le duele en pensar a Holbrock intentar algo.

Catching FeelingsWhere stories live. Discover now