19.

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—Bienvenidos, mis niños—dijo la profesora Trelawney—. Soy la peofesora Trelawney. Es bueno verlos al fin en el mundo físico.

La profesora avanzó hacia su pequeña mesa circular y los miro con una gran sonrisa.

—Bienvenidos a Adivinación. De seguro no muchos de ustedes no me han visto, porque prefiero estar arriba, viéndolo todo desde mi ojo interno.

—Que mal inicio de clase—dijo Theo.

—La Adivinación, es una de las ramas de la magia más importantes—seguía diciendo—, y de las más difíciles. Les debo de decir, que si no tiene el Don, les será difícil. Pero para eso estoy yo, y los libros; yo los ayudaré...

—Me estoy arrepintiendo de tomar esta clase—susurró Draco.

Theo se inclinó hacia él.

—¿De qué no te arrepientes?

—Buen punto.

—El Don, se les da a ciertos magos y brujas. Es algo extraordinario...

—Hey, mira a Granger—susurró Draco señalando a la chica que tenía mala cara—. O le duele el estómago, o no le gusta esta clase.

—Ja, no la juzgo—dijo Theo—, la Adivinación no es tan precisa como Trelawney dice.

La profesora se dirigió a Neville.

—Tú. Muchacho, ¿cómo está tu abuela?

Neville empezó a ponerse pálido.

—Está b-bien.

—Mmm, no lo creo mi niño.

Neville soltó su taza pero cayó en su regazo.

La profesora se dirigió a todos, otra vez.

—Este año abarcaremos los métodos básicos de la Adivinación. Primero empezaremos con las hojas de té. Luego lectura de mano. Por cierto, mi niña—dijo yendo hacia Parvati Patil—, ten cuidado de un hombre pelirrojo.

Parvati volteó hacia atrás dándole una mirada acusadora a Ron.

—Cerca del verano, repasaremos lo aprendido para aprender a leer en bolas de cristales. Y desafortunadamente, en Febrero la escuela será infestada de una gripe, yo misma perderé mi voz...

—¿Así va a ser toda la clase? —preguntó Theo para él mismo.

—¿Me podrías pasar esa cuchara larga de plata? —preguntó Trelawney a Lavender Brown, quien parecia aliviada de que no le había dado una predicción—. Gracias. Ah, y esa cosa que tanto temes, pasará el Viernes dieciséis de Octubre.

Theo puso su palma en su cara.

—Ahora, quiero que se dividan en parejas. Tomen una taza de té, vengan conmigo que yo se las lleno. Se lo tomarán, de ahí van a ver los posos del té, lo van a sacudir tres veces con su mano izquierda, pondrán la taza boca abajo, arriba del plato y esperarán a que la última gota de té caiga y se la pasan a su compañero. Interpretarán su futuro comparando los posos con la página 5 y 6 de Disipar nieblas del futuro. Ah, y mi niño—se dirigió otra vez a Neville—, cuando rompas la primera taza, ¿podrás recoger una de las azules? Las rosas me gustan mucho.

Fueron a servirse, cada uno, luego se fueron a sentar en sus lugares a tomare el té.

Draco y Theo terminaron de tomar su té, sacudieron la taza 3 veces con la mano izquierda como se les indicó y esperaron a que las gotas de té se cayeran.

—No creo que me dedique a esto—dijo Theo.

—Por algo tomaste tantas materias, ¿no?—dijo Draco.

Catching FeelingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora