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El Gran Comedor estaba lleno de ruido, más en la mesa de los leones que estaban emocionados por la final de quidditch. Le habían ganado a Ravenclaw, por lo que ahora iban a competir contra Slytherin.

Harry estaba perdido en sus pensamientos del quidditch, mientras Hermione hablaba en frente de él de la mesa.

Sí, ya le hablaba, después de lo que le dijo Draco en la cabaña de Hagrid y lo que el mismo Hagrid le dijo, sobre todo recordó cuando pasó lo de Scabber, lo que le dijo Hermione: "¡CLARO, sabía que ibas a estar de su lado, gracias!", después de eso, pensó que era momento de dejar todo ese problema. Ron todavía no le hablaba a ella, le costaba y le tenía rencor.

—Pero segun Theo, no sabe si cambien de último momento de estrategia ya que la última vez les funcionó—terminó de decir Hermione.

Esto llamó la atención de Harry, alejándolo de sus pensamientos.

—¿Dijiste algo sobre su estrategia de quidditch? —preguntó.

Hermione le sonrió.

—Sabía que esa iba a ser la única forma de que me hicieras caso—dijo ella—. De hecho, te estaba diciendo que debes de comer, si no estarás con el estómago vacío y no tendrás energía para jugar.

—Déjalo, eso me da ventaja a mi.

Era Draco, quien se sentó al lado de Harry.

—Oh, no te aprovecharás de eso—dijo el ojiverde empezando a comer un pan tostado.

Hermione y Draco chocaron las manos, sabiendo que lograron que comiera.

Dean y Seamus estaban sorprendidos de que Draco se haya sentado en la mesa de ellos, y susurraban entre ellos, y no lo hacían de forma disimulada.

Cuando terminó su pan tostado, iba a darle un trago a su jugo de naranja que era mejor que el de calabaza para él, pero llegó Cho Chang con una gran sonrisa.

—Mucha suerte, Harry—dijo ella.

Harry bajó su vaso y se sonrojó, tratando de sonreírle a Cho, pero ella ya se había ido.

Draco notó esto y no pudo evitar sentir algo en su pecho. Hermione pareció notarlo pero decidió no hacer nada, porque si no se delataría al saber que su amigo rubio podía sentir algo por el pelinegro; tenía sus sospechas por como lo miraba, pero no podía confirmar nada aún, así que mejor se abstenía a hacer algo hasta que estuviera bastante segura.

Harry terminó su jugo de manera rápida, luego se estaba comiendo un muffin, mientras Draco había agarrado una manzana verde.

—Suerte, Harry.

Esta vez, era Cedric Diggory el que había llegado.

—Eh, gracias.

—Malfoy, mucha suerte a ti también—dijo sonriéndole mientras Draco mordía su manzana confundido—. Espero que juegues igual o mejor que la vez anterior.

Draco puso su mejor cara de Malfoy.

—Piérdete, Diggory.

Cedric sonrió.

¿Qué tiene este chico que nunca esta de mal humor?

—Lo digo en serio.

Al ver que este no se iba, el platinado rodó sus ojos.

—Gracias, Diggory—dijo—. Ahora piérdete.

Cedric se rió y se fue, no sin antes despedirse.

—¿Qué tiene ese? —se empezaba a quejar Draco—. Yo estaría furioso como capitán si mi equipo no ganaba.

Harry negaba sonriendo.

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