DÍA 485: Las historias de amor...

19.4K 576 361
                                    

NATALIA POV

Esto de no tocarte ya me tiene mal
Me está dando vueltas la cabeza
Ya no aguanto el peso de esta soledad
Me estoy golpeando contra la mesa

Subo el volumen de la canción que suena en mis auriculares para escuchar bien la letra, como si no me la supiera ya de memoria desde que Alba la compartió en su historia el otro día.

Y es que nunca había sentido nada igual
'Toy perdido en un lugar donde tú ya no me besas
Si te sueño no me quiero despertar
No he podido imaginar mi vida sin tu belleza

Siempre he sido yo la experta en hablar a través de las canciones, pero no puedo negar que esta en concreto manda un mensaje mucho más claro que algunas de las que yo he subido también, porque firmaría cada palabra desde el principio hasta el final.

Baby mándame una foto
Pa' acordarme de nosotros
Pa' sentir que todo sigue igual
Ya me estoy volviendo loco
Te pienso y me desenfoco
Ta' falta de ti me va a matar

Baby te lo pido, mándame una señal
Que sin ti no creo que aguante un segundo más
Baby te lo pido, mándame una señal
De que esta distancia nunca nos va a afectar

De repente la música se ve interrumpida por una llamada entrante que no dudo en contestar en cuanto veo quién es.

– Hola Juls.

– ¡Natinat! – saluda con su habitual energía a pesar de ser tan pronto por la mañana. – ¿Qué tal amiga? ¿Por dónde vas?

– Acabo de subir al coche, no tardaré demasiado en llegar.

– Vale, perfecto, porque ando un poco justa de tiempo y voy a tener que irme rápido.

– ¿Seis meses sin verme y no te vas a tomar ni un café conmigo? – le reprocho en broma, ya me había avisado.

– Me encantaría, pero la reunión es a las nueve y media y voy pillada.

– Eres la peor amiga del mundo.

– ¡Oye, maldita! No es mi culpa que hayas cambiado la hora del vuelo, haber venido esta tarde como estaba previsto.

– Pero Juls, es que...

– Que sí, que sí. Ya lo sé, a mí también me parece mejor así. Oye te dejo que tengo que darme una ducha rápida y salir para allá. Solo quería saber cómo ibas.

– Vale, te veo ahora Juls.

– Hasta luego, guapa.

Al cortar la llamada se reactiva la música, pero la quito con rapidez porque no quiero seguir escuchando canciones que me ponen triste, ya no. Eso ya se ha terminado.

Apoyo la cabeza en el cristal del coche y hago un esfuerzo por no dormirme, lo que no es nada fácil porque me muero de sueño. Joder, no voy a aguantar ni hasta la hora de la siesta, maldito madrugón.

Poco más de media hora después, le doy las gracias al conductor por ayudarme a bajar del coche la enorme maleta que traigo y camino hasta el portal, donde veo que Julia aún no está. Saco el móvil para avisarle de que ya he llegado, pero no me da tiempo ni a mandar el mensaje porque antes de eso su voz me hace levantar la cabeza de la pantalla.

– ¡Mamarracha!

Sonrío mientras se acerca y abro los brazos para recibir el impacto de su cuerpo contra el mío al abrazarme con fuerza.

– ¡Que me matas Julia! – me río mientras me aprieta contra ella.

– Te he echado de menos Natinat – dice al separarse unos segundos después.

CuarentenaWhere stories live. Discover now