Estado de alarma I

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NATALIA POV

Me quedan solo un par de calles hasta llegar por fin a casa después de tanto tiempo fuera y aún no me lo creo. Una sensación extraña me recorre el cuerpo, es raro estar de vuelta aquí. Tengo suerte y encuentro rápido un sitio para aparcar cerca de mi portal, así que cojo mi maleta y me dispongo a subir a mi piso.

Busco mis llaves y al entrar al portal pienso que todo está igual que antes. Solo han sido unos meses Natalia, no exageres. Cuando llego a mi planta salgo del ascensor y todos los recuerdos de ese piso vienen a mí de golpe.

Me acerco a la puerta y al abrir me extraño porque la llave no está echada, pero más me extraño al entrar y ver una luz al fondo del pasillo encendida. ¿No se le habrá ocurrido quedarse en el piso no?

– ¿Hola? – digo en alto, pero nadie responde.

Dejo la maleta a un lado y cierro la puerta. No tengo ganas de peleas, no pienso quedarme si él está aquí. Empiezo a hablar dirigiéndome hacia el pasillo.

– Oye, no sé que pretendes al estar aquí si sabías que llegaba hoy pero no pien...

– ¡Joder! ¡Qué susto! – delante de mí me cruzo con una chica que al verme se quita de golpe los auriculares que llevaba puestos, no ha debido oírme. ¿Pero quién es esta tía? – ¿¡Y tú quién coño eres!? ¿¡Y qué haces en mi piso!?

– ¿Yo? Será quién eres tú, que eres la que está en mi casa.

– ¡Esta es mi casa!

– Oye, ¿puedes dejar de gritar? – la chica me mira confusa como si acabara de darse cuenta de que lo estaba haciendo. – Mira, esa es mi maleta – digo mientras la señalo – he venido con mis cosas, no a robarte las tuyas. Y esto son mis llaves, con las que he abierto la puerta porque esta es mi casa – se las enseño y ella parece aún más confusa, pero por lo menos ya no me grita.

– Mira esto no tiene ningún sentido, yo llevo en este piso alquilada hace meses.

Vale ya lo entiendo. 

– ¿Eres Alba Reche? – ella asiente muy sorprendida porque sepa su nombre. – Yo soy Natalia Lacunza.

Me mira frunciendo el ceño intentando ubicarme.

– Me suena un montón ese nombre, pero no sé de qué. ¿Nos conocemos?

– En persona no, pero igual te suena de haberlo visto en los papeles del alquiler. Soy la otra persona que vivía aquí antes.

– Joder, eso era. ¿Pero qué haces aquí? Según tenía entendido no volvías hasta la semana que viene, que es cuando yo me iba a ir.

– Y yo pensaba que tú ya no estabas. Está claro que este chico no hace nada bien.

– ¿Quién?

– El inútil de mi ex.

– A mí el chico que me lo alquiló me comentó algo de que su novia iba a volver al piso, pero como cuando me dijo la fecha vi que era después de haberme ido, no le di importancia.

– Ex novia, si no te importa – recalco.

– Perdón – dice riendo un poco. – Veo que no acabasteis muy bien.

– Tampoco mal, pero siempre tengo que arreglar sus líos. Él me dijo que se encargaba de todo el papeleo del alquiler mientras yo estaba fuera, hasta que lo solucionáramos con el casero y ya no estuviera a su nombre. Claramente ya no vamos a vivir juntos, pero el plan era alquilarlo hasta que yo volviera, para repartir el dinero y luego yo me quedarme aquí.

CuarentenaWhere stories live. Discover now