DÍA 486: ...no tienen final

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NATALIA POV

En contra de mi voluntad mi cerebro decide despertarse y, antes incluso de abrir los ojos, sé que es más pronto de lo que me gustaría. No tengo nada que hacer, quiero seguir durmiendo, me enfurruño mentalmente. Intentaría de nuevo coger el sueño, pero el ligero peso de un brazo rodeando mi abdomen, el suave olor a champú que se cuela por mi nariz y la sensación de tener unas piernas enredadas con las mías, me hacen no querer dejar de ser consciente de mi alrededor.

Sonrío al recordar todas las veces que me he querido despertar con Alba a mi lado y me siento afortunada de poder hacerlo por fin. Abro los ojos sin ningún tipo de pereza para ver su pelo rubio chocando con mi barbilla y su mejilla aplastada contra mi pecho, y le dejo en la cabeza un largo beso de buenos días. Mi amor.

Acaricio su espalda durante un rato, notando sobre mí el suave subir y bajar de su pecho y me dan ganas de quedarme a vivir en esta sensación de tranquilidad para siempre. Cuántos días he querido verte despertar, Albi. Vuelvo a besar su cabeza y con cuidado me muevo un poquito para separarme de ella.

En cuanto deja de notar mi cuerpo se pone bocabajo completamente y se abraza a la almohada, y yo me tumbo a su lado para mirar su adorable carita de dormida.

– Te quiero – murmuro besando su mejilla con suavidad.

Aunque mi idea inicial era despertarla llenándola de besos, verla tan relajada me hace cambiar de opinión porque me sentiría demasiado mal si no la dejo dormir un poco más. Después de un rato mirándola embobada y dejándole besitos por la cara, me decido a levantarme para preparar el desayuno.

Sintiendo que he dormido tan bien que parece que llevo haciéndolo veinte horas, cojo el móvil para ver que solo son las diez menos cuarto, y luego me pongo una camiseta y salgo de la habitación cerrando a mi espalda para no molestar a Alba. Voy hasta la cocina y me acerco a la nevera para coger los ingredientes, pero me detengo al ver el calendario que está pegado en la puerta y en el que no me fijé ayer, con todos los días del 1 al 8 tachados y en el viernes 9 de julio escrito bien grande "NAT" con el resto del cuadradito lleno de corazones dibujados.

Sonrío con ternura antes de abrir la nevera y me pongo manos a la obra, colocando todos los ingredientes en la encimera. Mientras me concentro en que quede lo más rico posible, me llevo un susto de muerte al sentir de golpe un peso sobre mis hombros.

– ¡Queen! Jolín, siempre igual. No has cambiado, ehh. Seguro que estabas esperando a que viniera para darme sustos.

La agarro para bajarla de ahí y le doy besos hasta que se harta de mí y se va por donde ha venido, y yo vuelvo a mi tarea de preparar el desayuno para Albi. Mientras lo hago, aprovecho para escribir por el grupo de mi familia, recibiendo unos cuantos mensajes de mi madre que insiste en que busque un hueco para volver a llamarles, y también aprovecho para escribir a Ici porque a ella no le he dado señales de vida aún, aunque un sábado a estas horas tampoco espero que me conteste.

Ya que tengo el móvil en la mano, me meto en instagram para volver a ver la historia que subió ayer Alba y a la que no pude prestar atención por estar comiéndomela a besos. Sonrío en cuanto la imagen aparece en pantalla y no sé si me gusta más su carita de felicidad, la mía, que estemos juntas por fin o el "el mundo vuelve a girar ❤" que escribió Alba. Definitivamente va a ser mi fondo de pantalla.

La comparto en mis historias escribiendo un "te quiero millones ❤" y añadiendo una canción, y la miro un poco más, absorta en lo felices que se nos ve. Es preciosa. Ya que estoy, y a riesgo de que Alba me denuncie la cuenta por derechos de imagen, subo un post con la foto que le hice ayer en la cama, asegurándome de nuevo de que no se le ve nada y editándola un poco para que quede más bonita aún, aunque es difícil porque lo tiene todo para ser una maravilla: la luz tenue, su cuerpo desnudo a contraluz, la sábana hasta la cintura, la cama desecha, ella abrazando la almohada... Solo me falta la frase perfecta. Me lo pienso durante unos segundos, pero no necesito más para saber exactamente el sentimiento que me transmite esta imagen, así que la escribo y la subo para poder volver a centrarme en hacer el desayuno.

CuarentenaWhere stories live. Discover now