Capítulo 59: El inicio del final

1.5K 67 10
                                    

¿De qué demonios está hablando ahora?

-¿A qué te refieres con fotografías?- Pregunté con cierto escepticismo en mi voz.

-Y-ya sabes, las que...- Hizo una pausa pero de lo borracho que estaba no logró ni terminar lo que iba a decir ya que se giró y vomitó en el fregadero de la cocina.

Ben no estaba en sus cinco sentidos, no me quedaré a perder más tiempo para escuchar a un borracho hablar de incoherencias. Segundos después Ben se recostó en el piso y a pesar de que tenía prisa lo ayudé a quedar boca abajo y en caso que volviera a vomitar, no se ahogara con su propio vomito.

-Lo siento- Dijo en un hilo de voz antes de quedarse dormido.

No le tome mucha importancia a lo que dijo ya que en ese momento vi a Marco acercándose.

-Tenemos que ir afuera ahora- Fue lo único que dijo y tomó mi mano para guiarme hasta  la puerta de servicio que daba directo al patio.

El ruidoso bullicio de las personas en el patio trasero me hicieron reaccionar. Era como si estuviera ocurriendo una discusión allá afuera. Sin pensarlo dos veces apresuré mi paso y una sola persona pasó por mi mente en ese instante.

"Nath"

Claramente era una pelea y los gritos y el parloteo me dificultaba escuchar lo que estaba pasando pero a pesar de eso pude reconocer la voz de Lucas y Nathaniel que venían desde el centro de la multitud. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al escucharlos, fue como un dejavú.

Como pude, me acerque lo suficiente para ver el centro del problema. Abrí los ojos como platos cuando vi a los dos chicos en posición de pelea, ambos tenían sus puños en el aire y parecía que en cualquier momento los golpes iniciarían.

Aún con el nudo en mi garganta, saqué fuerzas para gritar-¡Nath!- Pero no era suficiente, había demasiado ruido-¡Nath!

Joder, esto no estaba funcionando.

-Marian espera aquí, yo iré a separarlos. Por favor no te muevas de aquí- Fruncí mi ceño al escucharlo decir semejante cosa. No me quedaría como una espectadora más.

Antes de que alguno de los dos pudiera decir o hacer algo, los perritos falderos de Lucas nos detuvieron sujetándonos con sus brazos.

-¡Suéltanos!- Grite con desesperación antes de nos cubrieran la boca para que no volviéramos a gritar.

-¿Vas hacerlo o no?-Pregunto Nath en tono retador, tenía una cara de no dormir en días y sus ojeras que estaban muy marcadas lo delataban-¡Acércate! Hazlo de una puta vez, después de todo esto es lo que querías.

-Si tanto insistes- Dijo Lucas para después repartir un puño en la cara de su contrario-Oh vamos, no es divertido si solo te golpeo como a un saco de boxeo-No lo pensó dos veces y estampo otro puño, esta vez directo al estómago.

La desesperación y el miedo me invadió por completo. Sentía como si el tiempo fuera más lento y al ver la cara de agonía de mi mejor amigo me rompía el corazón a cada segundo que pasaba. Tal vez Nath no había sido el mejor novio del mundo pero puedo afirmar que había sido un buen amigo que siempre estuvo para mi en los momentos más difíciles, sabíamos que nos teníamos el uno para el otro sin importar el día o la hora.

Trate de tranquilizarme lo más que pude y rápidamente pensé en un plan para liberarme de estos tipos. Con toda mi fuerza patee la espinilla del chico que me tenía atrapada y en seguida me libero al mismo tiempo que emitía un sonido de dolor. Corrí entre la multitud empujando a algunas personas en el camino y al estar lo suficientemente cerca de la pelea, grité a todo pulmón para que se detuvieran.

Mi Pequeño PecadoOnde histórias criam vida. Descubra agora