Capítulo 5: ¿Celoso?

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Miré con odio a Adam.

-¿Y tú qué haces aquí?

-Tu padre me dijo que el chófer tuvo un percance y no podía recogerte así que me ofrecí a traerte.

-Tú eres el tipo de aquel día en la disco ¿verdad?- Nath aprieta sus puños.

-Ese mismo y espero que te allá quedado claro que no te vuelvas a acercar a a señorita Marian- Adam tomó mi mano y después me llevó hasta el auto casi arrastrándome.

-¡Espera! Yo no me voy contigo, Nathaniel me llevara a mi casa- Forcejeo un poco pero es inútil ya estoy en el auto y la puerta con seguro- Le contaré a mi padre sobre esto.

-Está bien, cuéntale todo. También podría contarle sobre tus escapadas de casa qué haces cada vez que ellos están en sus viajes de trabajo- Dió justo en el clavo.

-Solo llévame a casa- Dije de mala gana y Adam enciende el auto y después de algunos minutos llegamos a casa.

Al llegar al salón veo a mi padre sentado en el sillón y lo saludo de beso mientras le doy un abrazo

-¡Papi! Te extrañe tanto.

-Y yo a ti mi princesa.

-¿Y no hay abrazo para mi?- Dijo mi madre mientras se acercaba a mi.

-No me olvide de ti- Le dí un cálido abrazo.

-Jorge que gusto verte de nuevo, ¿qué tal las nuevas empresas en Francia?- Adam como siempre interrumpiendo la atención que yo tenía.

-Todo va de maravilla, pero vamos mejor a mi oficina y te cuento los detalles- Mi padre y Adam comienzan a caminar a su oficina.

-Con su permiso, Marian y señora Victoria- Adam y su estúpida sonrisa perfecta.

-¿Qué tal la escuela amor?- Pregunto mi madre.

-Excelente, hoy tuve un examen y fue realmente fácil- Sonreí al recordar la calificación del examen- Madre, ¿puedo preguntarte algo?

-Claro hija.

-¿Pueden venir unos amigos más tarde a una pequeña reunión en la piscina?- Pregunté mientras me recargaba en el hombro de mi madre.

-Por supuesto, si quieres puedes decirle al cocinero que prepare algunos bocadillos para tu reunión.

-Seria genial, ¡gracias!- Besé su mejilla y salí corriendo hasta las escaleras para subir a mi habitación- ¡Eres la mejor!

Subí a mi habitación, me cambie a una ropa mas relajada y me puse mis audífonos para hacer mi tarea. Después de terminada mi tarea mande algunos mensajes para que llegarán amigos a mi casa, en especial Nath.

Escuche el timbre y baje rápido a abrir la puerta.

-¡Zaida! ¡Ximena! ¿cómo estás?

-Bien amiga, que bueno que me invitaste porque mi padrastro acababa de llegar.

-Relájate, mejor vamos a mi cuarto para cambiarnos- Zaida tiene un odio inexplicable a su padrastro, nunca me ha dicho una buena razón para ese odio pero no la puedo obligar a contarme.

Ya en mi cuarto nos cambiamos y bajamos a la piscina para esperar a los demás.

-¡Marian!- Mi madre me hablo desde en otro lado de la piscina.

-¿Qué pasa madre?- Me acerque a ella.

-El mayordomo traerá sus bocadillos en unos minutos pero por favor hija no hagan un desastre, Adam se quedará para la cena y no quiero que se lleve una mala impresión- Como siempre mi madre controlando la forma en la que tengo que comportar.

Mi Pequeño PecadoWhere stories live. Discover now