Marian Portela es una chica de 17 años la cual aparenta ser la típica chica perfecta, lindo rostro, carismática, buena estudiante y con la vida prácticamente arreglada.
Entre sus intereses está la fascinación por jugar con los chicos y ver cómo uno...
Me desperté debido a la presión que se acumulaba en todo mi cuerpo y pude notar que Nath estaba "pegado" a mi. Parecía como un koala, aunque debería ser al revés.
-Nath- Lo llame con voz suave.
-Cinco minutos más- Me atrajo aún más hacia él.
-Vamos tengo hambre- Trate de liberarme pero era casi imposible. Siendo Nath un chico fuerte y bastante más alto que yo, pareciera como si fuera una muñeca de porcelana al lado de él. Que gracioso, recuerdo que mi madre nos decía eso.
Era mi ultimo intento forcejeando y de un momento a otro Nath me soltó.
-¡Auch!- Grite debido a la caída- Gracias- Sarcasmo.
-Te dije que cinco minutos más, pero eres tan desesperada- Dios, que guapo se veía recién despertado.
-Ahora por eso no te invitaré a desayunar mi delicioso cereal con leche- Dije como si fuera una chef italiana.
-Eres tan mala con los acentos- Ambos reímos.
Me adentre al baño y lave mi rostro. Después abrí mi armario y me vestí.
Hoppla! Dieses Bild entspricht nicht unseren inhaltlichen Richtlinien. Um mit dem Veröffentlichen fortfahren zu können, entferne es bitte oder lade ein anderes Bild hoch.
-Enserio usarás eso un domingo en la mañana- Si, Nath seguía en mi habitación. No es como si fuera la primera vez que me veía cambiarme.
-El rosa es genial el cualquier momento- Nath se acercó a mi lentamente.
-Además te hace ver muy sexy- Dijo acercando mi cuerpo al de él. Mi antiguo Nath había regresado.
-Todo me queda bien, eso no es novedad- Rodeé su nuca con mis brazos.
Entonces tome la iniciativa y choque nuestros labios de tal forma que poco a poco se hiciera uno más apasionado. Al llevar unos converse bajos era difícil alcanzar a Nath pero entonces me levanto de la cintura.
-Pensé que tenías hambre preciosa- Ambos teníamos las respiraciones agitadas.
-Nunca dije de que tenía hambre- Mordí mi labio inferior.
-Okey chica lista es mejor que me des a probar ese delicioso cereal con leche- Me bajo al piso despacio.
Pareciera como si fuera la semana de ilusionarme y después dejarme a la deriva.
-Eres malo- Hice un puchero.
-Te dije que quería hacerlo bien esta vez- Sostuvo mi mentón con delicadeza.
-Okay...una carrera hasta la cocina-Fue entonces que corrimos escaleras abajo.
-Gané- Dijo Nath con sonrisa de superioridad.
-Eso no es justo. Tu tienes las piernas más largas, por ende corres más rápido- Parecía que había corrido un maratón.
