Capítulo 10: Tiempos difíciles

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Me quede anonadada, no sabía que responder. Por un lado estoy consciente que Nath se esta esforzando en cambiar por mi y eso es realmente lindo, pero esta la parte donde no quiero compromisos en estos momentos, quiero continuar con el asunto con Adam.

Pero ahora Adam no esta aquí, ¿qué mas da? Es mi vida y puedo tener pareja mientras el tonto de Adam aparece. De toda formas no es como si  una relación fuera un matrimonio.

Respire profundo y dije.

-Me encantaría ser tu novia Nath- Se acerco a mi y me abrazo como si fuera la última vez que lo haría.

-Te prometo ser el mejor hombre para ti- Me dio un tierno y rápido beso.

Veamos cuanto tiempo dura tu promesa...

-Es suficiente Nathaniel- Mi padre frunció un poco el ceño.

-Disculpe Jorge es que nunca había conocido a una mujer tan bella como lo es Marian y no solo en su exterior, también en su interior. Es perfecta- Me sorprende la forma en que me describe, en especial cuando hace tiempo me decía que era "jodidamente sexy".

-Espero que cuides bien de ella Nathaniel. Sabes que es lo más preciado que tengo en este mundo- Me acerque a mi padre y le di un beso .

-Espero que no sigas de papá celoso- Dije mientras solté una pequeña risa.

-Jamás, siempre seras mi pequeña princesa y yo el dragón que te protege- Lo abraze y todos reímos.

Pasamos unos minutos hablando en el salón hasta que escuchamos unos pasos provenientes de la oficina de mi padre.

-Jorge creo que necesitamos considerar...- ¡Joder! ¿Qué hace Adam aquí a estas horas de la noche?- Lo siento no sabía que estabas con compañía- Adam me recorrió con la mirada y después a Nath, al cual fulmino con la mirada y Nath no se quedo atrás.

-Al contrario acércate. Adam quiero que conozcas a Nathaniel Allen, el nuevo miembro de la familia- Adam hizo puño sus manos y tenso su mandíbula.

-Creo que ya tengo el gusto de conocerlo señor Adam- Nath estiro su mano y fue recibida por el contrario, aunque con un claro disgusto en su rostro. Era obvio que estos dos se detestaban o incluso se odiaban, con solo verlos a los ojos ambos parecían como perros y gatos.

-Igualmente joven Allen- Esta situación esta de locos.

-¿De dónde se conocen exactamente?- Pregunto mi padre con curiosidad.

-Pues resulta que...- Adam pensaba las palabras que diría a continuación- El día que fui por Marian a la escuela tuvimos el gusto de conocernos- Menos mal no mencionó nada más.

Después de esa incómoda "reunión" mi padre y Adam se fueron a la oficina dejándome sola con Nath.

-Es hora de ir a dormir- Dije mientras daba un bostezo.

-Espera...- Sin esperarlo Nath me levanto como una princesa y me llevo hasta mi habitación. Él sabía perfectamente el camino

-Ni creas que te quedaras conmigo- Nath me bajo en mi cama y comencé a quitarme las zapatillas.

-Esta noche no, pero sabes que me encantan las pijamadas- Soltó una sonrisa pícara y se acercó a mi rostro- Esta vez quiero hacer las cosas bien contigo- Junto nuestros labios en un suave beso.

-Adiós  Nathaniel- Inconsciente sonreí como una tonta mientras mis mejillas se ponían coloradas.

-Adiós preciosa- Se fue cerrando a puerta detrás de él.

-¿Qué diablos me pasa?- Dije aún sonriendo.

Me levanté de la cama para desmaquillarme y cambiarme de ropa. Me acurruque en mi cama y 5 minutos después ya estaba profundamente dormida.

El despertador retumbaba en mis tímpanos y sabía que era hora de despertar. Suerte que hoy era sábado.

Me vestí con mi ropa de yoga y bajé a desayunar.

Me vestí con mi ropa de yoga y bajé a desayunar

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-Buenos días- Dije sonriente. ¿Por qué hoy estoy muy "alegre"?

-Buenos días hija- Respondieron mis padres al unísono.

-Y bien, ¿qué hay de desayunar?- Me senté en el comedor.

-Nana preparo ensalada rusa- Que desayuno más aburrido.

-Aquí tienes señorita Marian- Nana dejó el plato de ensalada enfrente de mi.

-Gracias Nana- Comenzamos a desayunar y a hablar de variados temas.

-Me agrada la idea de que regresarás con Nathaniel, es un joven muy bueno- Dijo mi madre con una sonrisa. Espero haber tomado la decisión correcta.

-Claro que si madre- Me levanté del comedor- Bueno. Me retiro, voy al jardín a hacer algo de ejercicio.

Tome mi tapete para yoga y mis audífonos para después salir al jardín. Estire el tapete y empecé a calentar para no lastimarme.

El yoga era como mi terapia, me ayudaba a pensar en los problemas que tenía y en como solucionarlos, o aveces solo para despejar mi mente.

                         Flashback

-Deberías de tener un pasatiempo hija- Dijo mi madre mientras acariciaba mi mejilla pálida- Te ayudara a despejarte.

-No tengo ánimos madre- Respondí  casi inaudible.

-Hija...no puedes seguir así, encerrada y sin salir de tu habitación- Solo quiero estar sola.

-¡Basta Madre! No quiero salir, no quiero ver a nadie. ¡Déjeme en paz!- Alcé el tono de mi voz y mi madre se veía preocupada.

-Esta bien cariño...solo...quiero ayudarte.

-Por favor Madre- Mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas mientras abrazo con fuerza un peluche- Necesito tiempo a solas.

-Te amo Marian. Siempre estaré a tu lado- Beso mi coronilla y salió de mi habitación.

                   Fin del flashback

Fueron tiempos difíciles, pero gracias al apoyo de mi familia logré superar esos oscuros capítulos de mi vida.

Luego de 2 horas bien invertidas volví a subir a mi habitación. Me despoje de mi ropa sucia y entre a la ducha.

Hacer ejercicio y después tomar una ducha caliente es lo mejor del mundo, sentir el agua cálida deslizarse por mi piel. Sin pensar en nada más, dejándome llevar por el momento tan relajante.

Envolví mi cuerpo en una toalla y abrí la puerta del baño dejando salir el vapor. Estaba a punto de quitarme la toalla cuando escucho que alguien llama a la puerta.

Al abrir la puerta apenas y pude reaccionar debido a que alguien había tapado mi boca con su mano mientras se adentraba a mi habitación.

¡Adam!

Mi Pequeño PecadoWhere stories live. Discover now