Capítulo 60: Pesadilla

315 12 0
                                    

Las últimas palabras de Lucas resonaban en mi cabeza, trataba de convencerme a mi misma de que solo eran amenazas que habría inventado al estar desesperado. Aún así, mi corazón seguía inquieto.

-¿Cómo sigue Nath?- Preguntó Marco desde el asiento del copiloto.

Después del enfrentamiento tuvimos que tomar un taxi para ir de regreso a casa de Adrien y poder reunirnos con nuestros amigos, a quienes no podía ni verles a la cara después de lo que acababa de pasar.

-Sigue dormido, parece un bebé- Acaricie con suavidad su cabello. Estaba tan agotado que en cuanto subimos al taxi se quedó dormido.

-Ya casi llegamos- Reconocí el característico aroma de la playa y el remordimiento llegó a mi.

-¿Todos siguen ahí?.

-Sí. De hecho Ximena y yo estábamos empacando nuestras maletas para regresar,  pensábamos en irnos días antes de que esto explotara...- Pude ver por el retrovisor como hacía una mueca.-Nath y tú se fueron luego de solo unos días y todos estábamos pensando en irnos pero Adrien nos convenció de quedarnos un par de semanas más.

-Tal vez nunca debí haberme ido- Baje la mirada y pude ver el rostro golpeado y cansado de Nath.

Ellos habían pasado las últimas tres semanas allá, justo cómo lo habíamos prometido. Siento un nudo en mi garganta al recordar que este sería el último verano que pasaríamos juntos. El sentimiento de culpa me inundó. Estaba tan concentrada en Adam que me olvidé de mis amigos por completo.

Soy una amiga terrible...

Seguimos el resto del camino en silencio hasta llegar a nuestro destino. Una vez ahí pagamos el taxi y ambos bajamos del auto con Nath sobre nuestros hombros para llevarlo adentro. Al parecer todos estaban esperándonos en la sala ya que en cuanto entramos todos nos miraron con alivio y sorpresa.

- ¿Qué le pasó a Nathaniel?- Ximena fue la primera en hablar, se veía preocupada.

- Ahora les explicamos. Tenemos que llevarlo a la habitación- Respondió Marco.

De inmediato Adrien se acercó a nosotros para ayudarnos a llevar a Nath hasta la habitación de invitados que se encontraba atravesando la sala.

En cuanto dejamos a Nath en aquella cama quite sus zapatos y su chaqueta para que estuviera más cómodo. Mire nuevamente su rostro y una lágrima se deslizó por mi mejilla al ver la sangre seca que estaba impregnada en su nariz y labio inferior. Sollocé al ver los moretones que recién se estaban formando en sus mejillas.

Aún sabiendo lo que hizo no era capaz de guardarle rencor y mucho menos de odiarlo. Lo que hizo fue estúpido y arriesgado, pero ninguno de los dos era culpable de lo que pasó. Lo siento mucho Nath.

- Marian, deberíamos dejarlo descansar- Marco me tomó de mi hombro y ambos salimos de la habitación.

Todas sus miradas se dirigieron a mi, como si estuvieran esperando a que dijera algo, algo que los tranquilizara.

- ¡¿Qué carajo fue lo qué pasó?! De la nada ambos desaparecen y cuando regresan es porque cometieron alguna estupidez- Baje mi mirada al escuchar el tono molesto de Ximena.

- Ximena, por favor contrólate- Dijo Marco tratando de tranquilizarla.

- ¡No! Esto se ha salido de control- Me sujeto del brazo con fuerza.- ¡Fuiste una egoísta al dejarnos aquí para irte a coger a tu novio y mira lo que provocaste! ¡Nathaniel te necesitaba, nosotros te necesitábamos!

-¡Yo no quería que nada de esto pasara!- Ximena soltó una risa sarcástica ante mi respuesta.

- Siempre ha sido así. Nada de lo qué pasa es tu culpa- Sus mirada de volvió dura y su voz era cada vez más fría e indiferente.- Nunca te has hecho responsable por nada en tu vida.

Mi Pequeño PecadoWhere stories live. Discover now