Después de unos minutos ya me sentía mejor.
-No es necesario que te quedes conmigo.
-Claro que lo es- Nana me miró de forma seria- Marian...últimamente te he observado y creo saber el porque has estado tan rara- Sabrá algo sobre Adam?. Mis ojos se abrieron mientras esperaba a que continuara- Yo soy la persona que recoge tus sobras de comida. Me preocupa que tu...sigas con tus problemas de...anorexia- Esa palabra, esa maldita palabra que retumba en mi cabeza. No tengo ningún problema.
-No- Dije sin más y de forma fría- Déjame sola.
-Pero Marian, sabes que quiero lo mejor para ti- Acercó su mano a mi rostro pero me aparte bruscamente.
-Te dije que me dejes sola!- Alce mi voz y Nana me miró aún más preocupada.
-Cuando quieras hablar estaré lista para escucharte. No puedo hacer nada si tú no hablas con la verdad,
-No le cuentes nada de esto a mis padres- Por qué tenía que mencionarlo? Mi corazón se aceleró y mis ojos comenzaban a cristalizarse.
-Tengo que hacerlo- Me levante enojada de la cama.
-Es una orden. Tu trabajas para mi, me tienes que obedecer- Me acerqué hacia ella con mi mirada fija- O te puedo despedir con solo decírselo a mis padres. No les importará si llevas toda la vida trabajando aquí, si yo lo digo ellos lo harán- El rostro de Nana palideció.
-Esta no eres tú Marian- En sus ojos se reflejaba el miedo. Sería capaz de eso?
-Véte ahora- Nana salió rápido de mi habitación, cerrando la puerta detrás suya.
Di un suspiro y comencé a deshacerme de mi ropa para vestirme con mi pijama y terminar con este día de mierda. Al estar solo en lencería mire mi cuerpo en el espejo, se encontraba más delgado de lo normal.
-Deja de pensar en eso- Dije para mi misma- La próxima semana te estarás riendo de esto- sonreí al espejo, que más bien era una mueca.
Limpie mis dientes y me recosté en mi cama. Apague las luces y tome mi teléfono paga ver de lo que me había perdido. Había un mensaje de Adam y otro de Nath. Antes de abrir el chat con Nath mi madre entro por la puerta.
-Hola cariño. Pensé que ya estarías dormida- Se acercó a mi lentamente. Se sentó en la orilla de mi cama.
-Hola Madre- Me reincorpore y di mi mejor sonrisa- ¿Y mi padre?- Pregunte ansiosa ya que no lo había visto en un par de días y tal vez podría verlo, aunque sean unos minutos.
-Tú padre ya está durmiendo. Estos días ha estado lleno de trabajo- Mi emoción desvaneció.
-Entiendo.
-Ahora, ¿qué tal la escuela?- Claro, lo más importante es la escuela.
-Muy bien. Solo que esta semana ha estado llena de proyectos, exposiciones y trabajos finales- Dije con cansancio.
-Me alegra mucho saber que te esfuerzas. Esa es mi chica- Mi madre me dio un leve golpe sobre mi brazo a modo de broma.
-Si así es, dando lo mejor de mi- Sonreí falsamente.
-Cambiando de tema- Parecía que estaba pensando en lo que diría- La Nana me comentó que hoy no te sentiste muy bien- Maldición, no me digas que le contó todo- Dijo que te dolía la cabeza pero que no pasó a mayores. Ya estás mejor?
-C-claro, ya estoy mucho mejor- Respondí nerviosa. No me dijo nada sobre las sobras de comida, menos mal- Como te dije la escuela me ha mantenido bastante ocupada.
-Si te hace sentir mejor mañana tu padre y yo estaremos toda mañana libre. Podemos pasar tiempo libre, todos juntos- Por fin una sonrisa sincera salió de mis labios.
-Me encantaría- Hice a un lado las sábanas y abrace a mi madre.
-Pero primero tengo que avisar a la escuela que mañana no iras- Dijo divertida- ¿No tienes nada importante para mañana verdad?
-No, al contrario, adelante varios proyectos y tareas- Rayos, hacia años que no pasábamos tiempo en familia.
-Perfecto- Otro abrazó y mi Madre se levantó de la cama- Ahora descansa- Me dio un beso en la mejilla y salió de mi habitación.
Regrese con mi teléfono y fui al chat de Nath.
-Nath🥺💕: Ojalá te sientas mejor linda.
-Gracias.
-Nath🥺💕: Buenas noches Mari.
-Buenas noches Nath.
Agradecí en mis adentros que Nath ya no hiciera tantas preguntas, no es como si tuviera un problema...
Ahora, mi atención se enfocó al chat de Adam.
-Adam🔥: Después de hablar con tu padre iré a verte unos minutos.
-Gracias Adam pero no tienes que hacerlo, ya me siento mucho mejor.
Pasaron unos 3 minutos y respondió.
-Adam🔥: Insisto. No es bueno que te quedes sola.
Estaba dudando si decirle que no viniera pero una parte de mí quería verlo, quería que me hiciera compañía.
-okey. Pero por hoy no tengo ánimos de nada que requiera esfuerzo físico.
-Adam🔥: Tranquila pequeña. Tratare de controlar mis manos.
-Más te vale.
Cerré el chat y me dispuse a revisar mis redes sociales. Estaba a punto de dormirme cuando escucho el picaporte de la puerta, seguro es él,
-Buenas noches señor Pierre- Dije juguetona y son una pequeña sonrisa.
-Si me dices así no podré controlarme pequeña- Una sonrisa se dibujó en su rostro.
-¿Y a que debo tú vista?- Salí de la cama y camine hasta él para tomarlo de la mano y así estar ambos sentados en la cama.
-Me preocupaste allá abajo- En sus ojos se reflejaba la sinceridad, realmente le había preocupado. Que lindo.
-Pero no ha sido nada de que preocuparse. Solo fue un ligero mareo- Expliqué con inocencia.
-¿Y qué hacías exactamente con tu noviesito?- Se nota que odia decir esa palabra.
-Tranquiló- Pase mi mano por su cabello- Solo hicimos tarea- Baje aún más mi mano, quedando en su cuello.
-¿Solo eso?- Parecía bastante curioso por la forma en que alza su ceja. Aunque no logré admitirlo el mismo es claro que Nath lo pone de los nervios.
-Te lo prometo- Adam acercó su rostro al mío y dimos un pequeño beso. Tenía un poco crecida la barba y era gracioso como me daba pequeñas cosquillas.
-Me alegra que todo este bien- Nuestras frentes se unieron y ambos nos miramos a los ojos. Siempre que veo sus ojos es fácil perderse en ellos- Me alegra que tu estés bien.
-A mi también- Otro beso y nos separamos.
- Ya tengo que irme- Se levantó y se dirigió a la puerta- ¿Mañana tienes la noche libre?
-Estoy completamente libre- Volví a cubrirme con las sábanas.
-Bien, porque hoy tuve que contenerme, pero mañana estarás en segunda base- Soltó su sonrisa moja bragas, si, seguía causando ese mismo efecto en mi.
-No puedo esperar- Mis mejillas comenzaban a ponerse coloradas y calientes.
-Te llamaré para saber dónde buscarte- Salió por la puerta luego de decir eso.
-Mañana será un día emocionante- Me acurruqué en mi cama y sonreí por última vez para después cerrar mis ojos lentamente y caer en los brazos de morfeo.
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Mi Pequeño Pecado
RomanceMarian Portela es una chica de 17 años la cual aparenta ser la típica chica perfecta, lindo rostro, carismática, buena estudiante y con la vida prácticamente arreglada. Entre sus intereses está la fascinación por jugar con los chicos y ver cómo uno...