Mi Pequeño Pecado

Capítulo 22: Déjamelo a mi

Cuando me di cuenta ya estaba recostada en la cama mientras Nath devoraba mi boca. Quería tenerlo cerca de mi.

Pero el sonido de la puerta hizo que ambos nos separáramos y nos levantáramos apresuradamente.

-Ve al baño- Susurré a Nath para que fuera a "esconderse" al baño.

-¿Por qué? Tu nana fue la única que nos vio subir- Entonces apunte hacia su pantalón, algo estaba apretado allí abajo. Mi nana no podía verlo así- Entiendo- Dijo algo arrogante.

-Rápido- Ordené mientras acomodaba mi ropa que estaba algo arrugada.

Abrí la puerta y sonreí al ver a mi nana en la puerta.

-¿Qué pasa nana?- Pregunté algo nerviosa mientras sostenía mi sonrisa incómoda.

-No quiero molestarlos así que iré al supermercado a comprar algunas cosas para la cena- Explicó en tono bajo. Nana sabía que no estaba precisamente solo hablando con Nath, así que su mejor excusa para darme algo de privacidad fue decir que iría de compras- Regresaré en una hora.

-Si nana no te preocupes. Estaremos bien- Nana me miró con inocencia.

-Confió en ti- Se dio la vuelta y yo solo cerré la puerta. Me apoye en la puerta y solté un suspiro.

Me apresuré al baño y me encontré a Nath sentado en la tina de baño.

-Parece que alguien se puso cómodo- Me acerque a él y me posicione en medio de sus piernas. Acaricié su dorado cabello mientras sonreía.

-Pues no sabía si iba a tener que saltar por la ventana en cualquier momento- Soltó una risa- No quiero que tú padre me mate. Aún soy muy joven.

-Y si hubiera sido mi madre tal vez nos hubiera dado un sermón y moriríamos del aburrimiento- Ambos reímos.

Tome la mano de Nath y ambos salimos del baño. Nos sentamos de nuevo en la cama.

-Nath...¿estas seguro que no te voy a decepcionar?- Pregunte cabizbaja.

-Linda, tu eres lo mejor que me ha pasado- Nath me abrazó fuertemente, correspondí el abrazó- Te amo- Dijo en tono bajo y nos dimos un pico.

-Yo también te amo Nathaniel- Sostuve su hermoso rostro entre mis manos.

-No sabes cuanto tiempo espero a escuchar eso- Apoyo una de sus manos sobre las mías.

Juntamos nuestras frentes para después seguir con un apasionado beso. Y de nuevo estaba acostada en mi cama con Nath encima mío.

-¿Puedo seguir?- Preguntó casi en un susurro y solo me dedique a observar sus hermosos ojos.

-Nath...quiero estar junto a ti- Y así fue como continuamos. Abrí mis piernas para que Nath pudiera entrar mejor, aunque aún teníamos ropa puesta la temperatura empezaba a subir.

Nath se levantó un poco y se desprendió de su suéter y su playera de un solo jalón. Me quede embobada en su abdomen.

-¿Vas a quedarte viendo mientras derramas baba?- Dijo burlón y sonreí con mis mejillas rojas.

-Tal vez lo haga, pero no tenemos mucho tiempo- Pase una mano por su abdomen- El mejor aprovechar cada segundo.

Me levante un poco, al igual que él lo hizo, y me desprendí de mi playera.

-Ahora estamos igual- Ahora Nath tenía su mirada oscurecida y no la despegaba de mis pechos, que tengo que admitir, no son grandes pero tampoco es que mi sujetador esté vacío.

Me apresuré al juntar de nueva cuenta nuestros labios mientras lenguas se divertían.

Volví a estar sobre la cama y Nath repartía besos en mis pechos que aún eran cubiertos por la tela del sujetador. Bajo hasta mi falda y la quitó con bastante agilidad, se quedó unos segundos observando mis braguitas blancas para después quitármelas con los dientes.

Subió a mi boca mientras yo quitaba ansiosamente su cinturón y bajaba la bragueta de sus vaqueros. Bajo nuevamente a mi entrepierna y entonces no pensé en nada más, en nada más que esa exquisita sensación en mi parte baja. Su mano derecha de dedicó a masajear mis senos y darles apretones de vez en cuando.

-N-Nath- Me sujete de las sábanas- M-me corro-Tape mi boca y di un grito, había llegado a mi orgasmo, pero Nath aún no se detenía- Creó que es mi turno- Dije aún tratando de recuperar el aliento.

Logré que Nath quedara abajo de mi. Pase mi boca por todo su pecho hasta llegar a su pelvis, y legado ese punto, sostuve a su miembro en mis manos y comencé un movimiento de arriba a abajo mientras lamía lentamente la punta de este. Continuamos así unos minutos más.

-P-preciosa quita su boca si no quiere que acabe en tu lindo rostro- Hice caso omiso y apreté sus huevos mientras mis movimientos eran cada vez más rápidos. Se terminó corriendo en mi rostro- Creo que te lo advertí linda- Sonrío aún cansando.

-Sabias que de todos modos lo haría- Guiñe un ojo y sonreí pícara.

-Déjame limpiarte- Estiró su brazo hasta un pequeño mueble que estaba a un lado de mi cama y sacó un pañuelo desechable. Limpio mi rostro y parte de mi pecho cuidadosamente- Estás lista.

-Nath...- No sabía si esto que le diría le gustaría o solo le pareciera raro- Quito intentar algo- Eres una descarada Marian, me regañe a mi misma.

-Dilo, yo te escucho- Relamí mis labios que aún tenía un poco de su sabor.

-Tú déjamelo a mi, ¿okey?- Se veía un poco dudoso pero aún así acepto.

Nath estaba boca arriba sobre la cama y yo estaba a ahorcajadas a pocos centímetros de su miembro.

-¿Quieres?- Preguntó extrañado.

-No- Respondí sin más y ambos dimos un suspiro de satisfacción cuando comencé a frotar ambas partes.

Sus manos subieron a atender mis senos y mi ritmo comenzó a aumentar haciendo que ambos soltemos jadeos, que eran intencionalmente callados.

Seguimos así hasta que ambos llegamos al orgasmo al mismo tiempo.

-Eres increíble preciosa.