Mi Pequeño Pecado

Capítulo 46: Nada grave

Adam y yo pasamos un buen rato hablando sobre lo que pasaría en algunas semanas, iríamos a lugares diferentes y es obvio que no podremos vernos en varios días o incluso meses. Nunca había experimentado una relación a distancia pero creemos que es nuestra única opción, él tendrá la gran oportunidad de tener el sueño de su vida y yo estudiaré lo que me apasiona.

La cuenta regresiva para el día de la despedida se acerca más con cada minuto que pasa y ambos decidimos en disfrutar de este último verano el mayor tiempo posible, no vamos a comernos la cabeza pensando en ese triste día cuando podríamos usar ese tiempo creando recuerdos hermosos que nos ayudarán a sobrellevar nuestra futura relación a distancia.

También hablamos sobre cómo ese tiempo nos ayudaría en especial a mi, ya que cumpliré la mayoría de edad y así no tendremos que escondernos de nadie. Adam no sigue muy convencido sobre la idea que salir libremente a la calle con una chica 10 años menor, pero lo entiendo, ¿como le dices a tu amigo y socio que estás follando con su hija?. Trate de explicarle que no es un enfermo por haberse fijado en una chica de instituto, tan solo vean algunas relaciones de famosos que se llevan incluso más años que nosotros.

Es fin, sé que es triste pensar en un final, pero eso solo significa el inicio de otro ciclo y de nuevas experiencias que esperan a ser descubiertas por nosotros. A ambos nos asusta los cambios pero estamos dispuestos a luchar.

(...)

Estaba recostada en una tumbona tomando el sol cuando mi bronceado se vió interrumpido por la sombra de una persona.

-Estuviste casi todo el día bajo el sol y sigues siendo un fantasma- Retiré los lentes de mi cara y fulmine a Nath con la mirada.

-Solo necesito unos días más- Rodeé mis ojos mientras me acomodaba para sentarme en la tumbona.

-Si claro- Nath rió para después tomar asiento en la tumbona de al lado- No pude dormir anoche por los molestos ruidos de Marco y Ximena.

-Me lo imagino- Sonreí de lado de solo imaginar al pobre de Nath escuchando el escándalo de esos dos en la habitación de al lado- Por eso es que nadie quería esa habitación- Ambos reímos.

-No tengo problemas con su actividad pecaminosa pero maldición, eran las tres de la mañana- Nath talló sus ojos con sus manos.

-Podrías compartir habitación con Zaida y conmigo.

No me mal interpreten. Nadie sería capaz de dormir tranquilo si al lado hay una pareja que aprovecha cada minuto para tener sexo.

-Eres mi salvación- Se levantó de su lugar y me abrazó.

-Pero tendrás que dormir en el suelo- Advertí mientras correspondía el abrazo.

(...)

Estaba anocheciendo y como lo habíamos planeado la noche anterior, todos nos reunimos para hacer una fogata en la playa y así recordar lo mejor del año escolar, cocinar malvaviscos, contar anécdotas divertidas y obviamente beber solo un poco de alcohol.

Las parejas de enamorados se sentaron juntos, como era obvio. Marco y Nathaniel hacían bromas sobre que Adrián era un "asalta cunas" por ser años mayor que Zaida. Mis amigas solo me miraban ya que solo nosotras sabemos que el máximo asalta cunas es Adam.

-Aún recuerdo nuestra primera fiesta en el instituto y sin duda fue una de las mejores- Marco de acercó a Ximena para darle un beso- Porque fue ahí donde conocí a la mujer de mi vida.

-Awww, te amo- Otro beso. Cuando ellos dos se separen dejaré de creer en el amor.

-Esa noche había alguien que le tenía miedo al alcohol- Todos giraron sus miradas hacia mi mientras reían estúpidamente. Ahí vamos otra vez...

-¡Ya supérenlo!- Grite y arroje un bombón a Nath por hacer hecho que todos recordaran eso.

Mi primera fiesta sin adultos y con mucho alcohol fue bastante decepcionante. No quise beber nada por el miedo que al volver a casa estuviera ahogada en una borrachera que me llevaría a un castigo de mi Padre. Aún era muy buena niña en ese sentido.

-Nadie pensaría que ahora es casi imposible que valla a una fiesta y no se emborrache- Dijo Zaida con una sonrisa de oreja a oreja.

-Más con esa cara de niña buena que tiene- Adrián acercó su mano a mi rostro para así apretar mi mejilla, obviamente respondí con un manotazo.

-Si vamos a seguir así- Dije ya algo cansada de esa conversación y di un gran trago a mi botella de cerveza- Vamos Nathaniel cuenta de nuevo la historia de como intentaste ligarte a la maestra suplente- Sonreí victoriosa, en cambio Nath había borrado su sonrisa y pasó a cubrir su rostro con sus manos.

Marco soltó una gran carcajada- Estuvo a nada de ser expulsado por invitar a esa profesora a una cita con "final feliz"- Rió de nuevo y limpió algunas lágrimas de risa con su dedo índice.

-Era intentar eso o perder la materia de lengua- Nath trató de excusarse pero el daño ya estaba hecho.

-Es verdad que esa profesora tenía lo suyo- Soltó Zaida sin ningún pudor. Vale, incluso las chicas nos dimos cuenta de que era una mujer muy buena.

-Hubieras tenido suerte si te hubiera parado bolas- Adrián por fin se unió a nuestra conversación- Tremenda historias que hubieras podido contar a tus nietos- Todos reímos de tan solo pensar en el crío de Nath con una maestra del instituto.

Pasó el rato y casi todos estábamos hasta las narices de alcohol, con excepción de Adrián que se comportaba como nuestro niñero. La cerveza venía y salía al mismo tiempo que montamos un karaoke con una pequeña bocina y un micrófono que en realidad era un cepillo para el cabello.

Llegó un punto en la noche en que con todo y ropa puesta, nos bañamos en la fría agua de la playa. Salpicamos, jugamos y tratamos de nadar mientras que el pobre de Adrián nos veía desde la orilla tal como hace un Padre cuando lleva a sus hijos a la playa. Después de insistir un rato Adrián se unió a nosotros y la verdad pocas cosas más recuerdo.

El brillo del sol entrando por la gran ventana me hizo imposible seguir durmiendo.

Di un par de vueltas en la cama pero por alguna razón estaba más apretada de lo normal. Abrí mis ojos de nuevo y lo que vi me dejó con la sangre fría.

-Carajo- Dije en voz baja para no despertar al inquilino que estaba a un lado mío. ¡¿Qué demonios pasó anoche?!

¡No entiendo como mierda terminé en la misma cama con Nathaniel! Tampoco había señales de Zaida, incluso su cama estaba intacta.

Levanté cuidadosamente la sábana y me quité un peso de encima cuando comprobé que Nath aún tenía puesto sus shorts de la noche anterior.

Me levanté de la cama tratando de hacer el menor ruido posible. Tomé mi teléfono que estaba en la mesa de noche, una falda color azul oscuro y una playera blanca básica. Después salí casi corriendo de la habitación.

No es nada grave, no nos acostamos y de no ser porque es mi ex, es como si hubiera sido una pijama normal entre amigos. Aún así no creo que le agrade a Adam.

Desde hoy no vuelvo a consumir alcohol...