Capítulo 40: Celos

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Adam y yo quedamos en salir de compras...más bien le supliqué que saliéremos juntos, dijo que solo tendría libre unas dos horas y como no quería que faltara, le dije que no tardaría mucho. Me encantaría saber su opinión.

Él no se veía muy convencido ya que la última vez que salimos juntos las cosas no terminaron para nada bien, me sigo sintiendo mal al saber que Adam tuvo que pagarle a ese chico para que no revelara esas fotos. Le ofrecí a Adam el dinero que había gastado y luego de unos minutos de pelea logré darle más de la mitad del dinero gastado, el día que él deje de ser tan cabeza dura sabré que algo anda mal con él.

(...)

-¿Te gusta mi nuevo estilo?- Alcé mi ceja a modo de pregunta mientras miraba a Adam, este tenía una sonrisa en sus labios. Salimos de su auto y después lo cerró con seguro.

-Te queda bien ese color- Miré mi reflejo por última vez sobre la ventana del auto para comprobar que la peluca y lentes oscuros estaban en su lugar.

Ah si, compré una peluca color castaño por internet para que ningún paparazzi terminara con la nariz rota. La verdad se me veía bastante bien, la calidad de la peluca era increíble, era como mi propio cabello.

Adam se acercó hacia mi y dio una pequeña nalgada en mi trasero.

-Y con esa ropa es difícil mantener mis manos quietas- Susurró en mi oído y eso hizo que mi piel se erizara. Giré y lo encaré.

-Después tendremos tiempo- Di un beso sobre sus labios, entrelazamos nuestras manos y comenzamos a caminar hacia la boutique donde compraría mi vestido para el baile de graduación.

Los años anteriores preparaba mi vestido meses antes del baile pero este año las circunstancias no fueron muy favorables.

Estando dentro de la tienda una chica muy linda nos saludo cordialmente, es especial a Adam. Nos dirigió al área de "prom dress".

-¿Un color o diseño en especial?- Preguntó la chica sin dejar de despegar su mirada de mi...de Adam quise decir.

-Por el momento no, pero si tengo algún problema tu ayuda me sería muy útil- Sonreí educadamente, pero mi detector percibió algo raro con ella.

-Claro Señorita. Estaré cerca por si se le ofrece algo- Me devolvió la sonrisa pero con un toque sarcástico. Retrocedió unos pasos y luego se dirigió hacia él área de cobro.

-¿Qué es exactamente lo que buscas?- Adam pasaba su mirada por toda la tienda y se veía sorprendido con la cantidad de vestidos que había.

-Quiero algo rosado- Caminé entre unos cuanto vestidos, todos tan elegantes y algunos otros sexys. Quería algo que combinara con mi personalidad- Mira este- Sostuve en mi mano un vestido rosa pálido con mangas largas de encaje y con una apertura en la pierna.

-Si solo yo podré verte con el puesto, lo apruebo- Se acercó sigilosamente y con una sonrisa de lado.

Ha pasado tiempo desde nuestro último encuentro íntimo, solo habían tocamientos pero nada más. Él insistió en mantener la distancia por un tiempo mientras me recuperaba física y emocionalmente, pero es verdad que la paciencia no es algo en lo que ambos seamos buenos.

-Tal vez podría comprar uno solo para modelarlo para ti- Mordí mi labio inferior al sentir su mirada penetrante, era una mirada de necesidad.

-Cualquiera de estos vestidos se te verá hermoso- Atrapó mi cintura entre sus manos y di un respingo. Sonreí y me sonroje por su comentario.

Me encanta la forma en la que me mira. Sus hermosos ojos color esmeralda brillan tal cual la piedra preciosa. Es que me lo como entero...

Después de media hora entrando y saliendo de los vestidores, por fin encontré el vestido de mis sueños. Tenía mi esencia plasmada en cada pequeño toque del vestido. Es elegante y sexy a su manera, la tela es como estar entre las nubes y los detalles eran sutiles pero hermosos. No puedo esperar para traerlo puesto mañana.

-Que buenos gustos tiene su hija Señor- La chica de la tienda lo dijo con un tono de voz que identifico perfectamente, ironía pura.

¿Hija? Creo haber escuchado mal. De inmediato alce mi vista hacia ella, la miré desafiante pero me contuve y solo asentí con mi cabeza mientras daba una media sonrisa. Adam solo miró la escena algo incómodo. En mi cabeza ella ya tendría un moretón en su ojo.

Ella me devolvió mi tarjeta y me entregó mi vestido que estaba guardado en el protector de tela negra.

-Disfruta tu compra y que tengan un buen día- Esta chica descaradamente le sonrío a Adam mientras le entregaba lo que me pareció ser una tarjeta con su ¡¿número?¡

Todo tiene un límite y ella lo pasó, y por mucho...

-Gracias pero a mi NOVIO y yo se nos hace tarde- Tomé la mano de Adam y di media vuelta para salir de una vez por todas de ese lugar. Si no fuera por sus hermoso vestidos me hubiera ido hace mucho tiempo atrás.

Estaba enfurecida. Nadie puede ser tan descarada para hacer esa clase de cosas. Yo coqueteaba con chicos, lo acepto, pero a sabiendas que eran SOLTEROS, nunca se me pasaría por la cabeza la idea de estar en medio de una pareja. Dios es que como puede existir gente tan, tan...

-Marian relájate- La voz de Adam me regresó a la realidad- Estás muy alterada- Puso sus manos sobre mis hombros y trataba de mirarme a los ojos. Mi respiración estaba agitada, cerré mis ojos y traté de respirar profundamente.

-Lo siento- Abrí mis ojos y me encontré con algo inesperado. Adam sonreía como un idiota- ¿Qué?, ¿te parece gracioso?- Aparté sus manos de mi cuerpo y comencé a caminar al auto.

-Espera- Escuché su risa a mis espaldas. JAJAJA que gracioso, espero no mueras de la risa- ¡Marian!- Estaba a punto de llegar al auto cuando unos fuertes brazos me atraparon y así impidieron mi plan de escape.

-¡Suéltame!- Golpeaba su pecho con mis pequeños puños, no sé si esto realmente le hacía daño, solo quería ser liberada e irme a casa.

-Primero necesito que te tranquiles pequeña fiera- Dijo decidido pero hice caso omiso y seguí con lo mío- Tu lo pediste. Mi arma mortal- Y fue así como pase de estar furiosa y estar muriendo de la risa. Él sabe que las cosquillas son mi debilidad, además de sus besos claro.

Pasaron un par de minutos en los que yo reía sin control y cuando por fin me tranquilicé Adam me estrujó entre sus brazos y dió tiernos besos sobre mis labios.

-¿Mejor?- Preguntó y yo respondí con un puchero mientras fruncía levemente mi ceño- Ahora no sé si eres más linda en mi cama o cuando estás celosa- Sonrió con picardía y con un toque de ¿ternura? Me es difícil entender a Adam, y lo curioso es que solo me pasa con él.

-¿Celosa yo?- Rodé mis ojos y sonreí de lado- Cuando seas Shawn Mendes tal vez desarrolle celos- Sonreí al ver el ceño fruncido de Adam.

¿A quién no puede gustarle Shawn Mendes?

Mi Pequeño PecadoWhere stories live. Discover now