Capítulo 25: Espeluznante

4.2K 160 5
                                    

Los rayos del sol entraron por la ventana, eso significa que es hora de levantarme. Me estiré un poco alzando mis brazos y haciendo mi espalda hacia atrás, me dirigí al baño para hacer mis necesidades y arreglarme para bajar a desayunar.

 Me estiré un poco alzando mis brazos y haciendo mi espalda hacia atrás, me dirigí al baño para hacer mis necesidades y arreglarme para bajar a desayunar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Al bajar al salón lo primero que vi fue a mis padres los cuales estaban muy cariñosos.

-Buenos días- Me acerqué a ellos con una gran sonrisa.

-Buenos días- Dijeron ambos al unísono.

-¿Cómo dormiste princesa?- Preguntó mi Padre. Era de las únicas ocasiones en que lo veía vestido con ropa informal, era costumbre verlo con trajes.

-Muy bien Papá- Nos abrazamos fuertemente.

-Yo también merezco mi abrazo de buenos días- Mi Madre estiro los brazos, listos para recibirme entre ellos. En cambio de mi Padre, ella vestía con un vestido ligero, estaba un poco más arreglada.

-Hay para todos- Nos dimos un abrazo.

-No se ustedes pero yo estoy muriendo de hambre. La comida del hotel no era tan buena- La preocupación me invadió. Sería la primera de tendríamos un desayuno juntos desde mi último atracón.Tendría que acabarme todo lo del plato, o por lo menos la mayoría.

-Pues no hay que esperar más- Mis Padres se dirigieron al comedor seguidos de mi. Se me va a ocurrir algo.

Al estar todos sentados en el comedor esperamos a que la comida fuera servida. Y entonces pude ver a Nana con una cara triste.

Desde ayer en la noche no había vuelto a hablar con Nana, no sabía si en algún momento se lo diría a mis Padres. Ahora que lo recuerdo no fui muy amable con ella, de hecho me comporté como una idiota. Mis emociones negativas me hicieron perder el control de mis palabras en ese momento. Después hablaré con Nana y arreglaré mi error.

Comenzamos a desayunar y mientras más minutos pasaban mis ganas de volver a vomitar regresaron a mi, pero me tuve que contener lo más que pude.

-Termine Madre- Dije con mis manos sudando y esperando con ansias su autorización para levantarme de la mesa.

-Dejaste casi todo el plato. Lo único que te acabaste fue el zumo- Su mirada estaba fija en el plato y luego me miró con desaprobación.

-Es que mi estómago sigue sensible de ayer Madre- Fue la primera excusa que se me ocurrió y mi Madre se veía convencida.

-Esta bien cariño. Te puedes retirar- Sentía un peso menos.

-Con permiso- Me levante del comedor y deje que ambos terminaran su desayuno.

Mi Pequeño PecadoWhere stories live. Discover now