Capítulo 8: Nuestro secreto

11K 350 30
                                    

Inmediatamente Adam detuvo la acción de tal forma que yo caí en su cama mientras él solo pasaba su mano izquierda sobre su cabeza a manera de frustración.

-Entiende Marian yo no puedo hacer esto, ¡solamente eres una niña encaprichada!- Tal vez tenga razón, Adam simplemente es un capricho que tengo y seguramente algunos días pase la diversión pero él no conoce mis límites cuando se trata de conseguir lo que quiero.

-¿Estas tan seguro que no puedes? Porque estos días dejaste algo bien en claro Adam...no puedes controlar tus instintos cuando estoy cerca de ti- Este hombre es más difícil de lo que pensé, honestamente creía que caería directo a mi; pero esta noche no escaparas.

-Comprende Marian...soy 10 AÑOS MAYOR, esto esta completamente mal en todos los sentidos- Oh vamos...no es la primera vez que estoy con alguien mayor.

-La edad no importa cuando ambos sentimos lo mismo- Me levante de la cama y volví a juntar nuestros labios al mismo tiempo que mis manos se posicionaron en su pecho que solo estaba cubierto por una camisa color blanco.

Esta vez noté como Adam se relajaba cada vez más y poco a poco él fue perdiendo el control sobre sus acciones. Adam colocó sus manos en mis caderas descubiertas pero se separo y lo que pensé que sería otro regaño, me sorprendió verlo inclinado de tal forma que nuestras frentes coincidieran y así poder vernos a los ojos.

-Me estas volviendo loco pequeña- Esas palabras erizarón mi piel.

-Vamos Adam. Este será nuestro secreto- Fue entonces que Adam me levanto por mis piernas y el tomó la iniciativa de dar un beso desesperado y rudo a la vez. Como me encanta que los hombres tomen la iniciativa.

Después Adam me recostó en su cama aun sin dejar de besarme, fue recorriendo lentamente mi cuello y mi clavícula dando besos y creo que algunos chupetes, por mi parte empecé a desabrochar los botones de su camisa hasta quitarla por completo ; su cuerpo parecía de un chico de 20 años Dios me esta volviendo loca.

Al llegar a la parte de mi pecho Adam en un rápido movimiento tiro del cordón que se encontraba en medio de su camino, dejando así mis senos a la merced de él.

-Eres realmente hermosa pequeña- Adam prosiguió a dar un ligero masaje a mis pechos y uno que otro apretón a mis pezones-¿Te gusta?-Menciono cerca de mi oído.

-Ah-ah ¡si! s-sigue- Sus movimientos eran cada vez más salvajes y solté un gran jadeo cuando Adam se sumergió en mis pechos. Mordía, succionaba y besaba mis senos que una forma desconocida para mi.

Después Adam bajo sus manos hasta mis shorts para bajarlos lentamente hasta quitarlos por completo y quedando yo solamente con mis bragas color rosas completamente empapadas.

-¿Estas segura de esto?- Pregunto Adam como si estuviera pidiendo permiso.

-Completamente segura- Me dio un fugaz beso y prosiguió.

Adam separó un poco más mis piernas y acercó su perfecto rostro hacia mi zona íntima, podía perfectamente percibir su respiración agitada.

Fue entonces que sentí su lengua pasar por la fina tela de mis bragas que aún nos separaba al mismo tiempo que su mano estimulaba ese punto que era capaz de llevar a cualquier mujer a su límite. Ante esto yo solo respondía con pequeños jadeos hasta que de un momento a otro Adam retiro completamente mis bragas dejando ver mi intimidad en su máximo esplendor.

Adam siguió con su acción e introdujo uno de sus dedos en mi intimidad.

-Aahh- Trate de disimular mi gemido.

-No escondas tus hermosos gemidos- Nunca pensé escuchar al mejor amigo de mi padre diciéndome esto.

Cuando Adam lo sintió prudente introdujo un segundo dedo.

-Ahhhhhh- Arqueé mi espalda ante la sorpresa mientras mis manos se aferraban con desesperación a la cama.

-Parece que alguien está algo estrecha-Dijo Adam con una sonrisa pícara en su rostro y su miraba oscurecida.

-S-solo sigue- Reclamé.

-No estas siendo muy amable niñita-Adam retiro sus dedos.

Me levante un poco sobre mis codos y mire a Adam con enojo. Solté un suspiro y dije algo que odio- Por favor continúa- Mi respiración aun estaba agitada.

-Tus deseos son ordenes- Adam siguió moviendo sus dedos dentro de mi y ahora este sostenía mis manos arriba de mi cabeza tal cual un hombre dominante hasta que mi orgasmo se hizo presente y me corrí.

No era justo que solo él disfrutará de esa forma así que me levante a duras penas.

-Es mi turno- Posicione a Adam en la orilla de la cama mientras yo estaba de rodillas y tenia una vista hacia su impecable abdomen que de seguro era fruto de cientos de horas en el gimnasio.

Llegado a ese punto note un gran bulto, desabroche su cinturon y baje su cremallera para después bajar su pantalón a la altura de sus talones.

Al parecer había alguien o mas bien algo que había despertado abajo de los boxers de Adam y necesitaba ser urgentemente atendido.

Entonces baje bruscamente su ropa interior dejando al descubierto su miembro erecto. ¡Dios santo es enorme!.

Sin más rodeos empecé a dar leves caricias al miembro de Adam al mismo tiempo que acerque mi rostro a aquel punto. Casi no acostumbro a hacer esto pero creo que después de todo no está tan mal.

-Si así pequeña, demuestrame de lo que eres capaz- Adam sujeto mi cabello en una coleta y fue marcando el ritmo.

Esto duros unos minutos más y cuando porfin pense que Adam tendría su orgasmo, me levantó del piso y me recostó de nueva cuenta en su cama.

Adam separó mis piernas y justo antes que introducirá su miembro en mi entrada interrumpí su camino con mis manos al mismo tiempo que aparte mi mirada apenada.

-¿Pasa algo?- Pregunto con su respiración a mil por hora mientras me miraba algo preocupado.

-No, es solo que no podemos hacerlo ahora. En cualquier momento podrían llegar mis padres y descubrirnos- Era obvio que esto era una terrible mentira.

-Tienes razón- Me ayudo a levantarme de la cama y ambos comenzamos a vestirnos. Adam se veía tan bien con solo unos boxers como pijama.

-No te preocupes, algún día terminaremos esto- Dije tratando de animarlo un poco.

-Estoy ansioso por eso- Nos dimos un último beso y salí de la habitación lo más silenciosamente posible.

Al llegar a mi cuarto me recosté en mi cama y empecé a pensar lo que había pasado en la última hora que pase con Adam

Ups! Gambar ini tidak mengikuti Pedoman Konten kami. Untuk melanjutkan publikasi, hapuslah gambar ini atau unggah gambar lain.

Al llegar a mi cuarto me recosté en mi cama y empecé a pensar lo que había pasado en la última hora que pase con Adam.

La verdad me sentía extrañamente rara. No es que nunca haya experimentado el sexo oral pero ni con mis ex novios habíamos llegado a tal punto a comparación de hoy, creo que por eso me sentí apenada con Adam. Diablos él es un hombre de 27 años es obvio que ya no es virgen, creo que de cierta forma lo decepcione pero se que no era el momento indicado.

Tal vez para algunos será algo raro que para el tipo de vida que llevo de conquistar chicos siga siendo virgen...pero seguiré esperando el momento indicado, después de todo no hay prisa.



Lo siento por no actualizar la historia tan seguido pero con el regreso a clases es más complicado pero estoy planeando un maratón de mínimo 2 capítulos, que si tengo suerte subiré a fin de mes. Mil gracias por seguir la historia❤❤.

Mi Pequeño PecadoTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang