[➳] ☾ Capítulo 14. Cuidado con la noche

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16 de Marzo de 1980

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16 de Marzo de 1980.
Manhattan, Nueva York.

No había pensado en el frío hasta que estuvimos en la calle, buscando un taxi, y pude sentí que se me helaban las pestañas. Cuando intenté retroceder de vuelta al refugio del edificio, Jessica me empujó con su pecho.

Nieve fina había caído en el tiempo que nos entretuvimos buscando el vestuario. Al momento que Jessica acabó conmigo, ella rápidamente arregló los pequeños desperfectos que tenía en su propio maquillaje y a su marido le arregló el cabello.

Nos acomodamos dentro del primer auto amarillo que pasó, ella y yo en los asientos traseros, Max adelante. Sin que me diera cuenta, en sus manos aparecieron dos abrigos afelpados, me pasó el negro tras los hombros y ella se quedó con el de color más claro.

Llegamos a un lugar que para nada era un sitio informal, me había engañado. Como dijo, los presentes vestían perfectos trajes de distintas clases, estilos y precios. No conocía nada de ese mundo pero quedé enamorado a primera vista de la escena. Las luces brillantes, las costosas vestimentas y adornos, parecían sacadas de una historia de fantasía glamurosa.

–¿E–es aquí? –tartamudeé sin querer hacerlo.

–Sí –ella bajó de primero, pagando con un gran billete al conductor. Su marido apareció a su lado de un momento a otro, tomándola del brazo para conducirla por las escaleras doradas, relucientes y que brillaban debido a las luces del interior del edificio, al que nos dirigimos–. Recuerda –murmuró a su esposo–, se suponía que no íbamos a venir y era porque...

–Tenemos una reunión mañana temprano y queremos darlo todo.

–Perfecto –se giró hacia mí–. Sonríe dulzura; serás la envidia –jugó, más que acomodar, con los caireles perfectos de su cabello que pendían sobre su hombro.

–No te separes –fue la advertencia de Max–, nadie tiene por qué apartarte.

Asentí a todo, sonriendo levemente, como me lo pidieron. Iba del lado izquierdo de Jessica, Max tenía su derecha. Escuchaba los zapatos de tacón de aguja de Jessica golpeando y los míos haciendo un ruido más opaco. Las miradas volvieron a estar sobre mí, aunque esta vez era de manera positiva. Llamaba la atención de los presentes, los oía murmurar sobre mi apariencia, aludiendo a quienes me acompañaban.

Casi me tropiezo en un descuido absurdo, pero no fue suficiente para hacerme caer, contaba con el brazo fuerte de Jessica para sostenerme. Me recompuse en cuestión de segundos. Las puertas de entrada eran de cristal transparente, todo alrededor del edificio estaba en oscuridad, las escaleras de entrada iluminadas únicamente por la luz procedente del interior.

Había un mar de personas de diversos géneros, todas vestidas de negro.

Los modelos, para los que se suponía que fue organizada la fiesta, resaltaban como rosas entre un ramo de margaritas. Algunos estaban reunidos en grupos pequeños, otros hablaban animadamente con personas de negro y otros, se mantenían en las esquinas. Esparcidos por el gran salón. Era sencillo reconocerlos.

Besos robados en Nueva York  [Omegaverse]Where stories live. Discover now