La Tragedia De Busan [NCT] [finalizada]

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—Gracias.

John pronuncia apenas cuando Doyoung le tiende un vaso de café. Siendo ya las 23:30 de la noche, se encuentran en la Oficina perteneciente a Taeil, el cual se mantiene en total silencio pensando o quizás en su mundo.

Lo único que se escuchaba en la habitación era la televisión.

«Hace algunas horas atrás se ha confirmado el hallazgo de otro de los nueves jóvenes desaparecidos el 31 de Diciembre. Lamentablemente debemos informar que Qian Kun de veintitrés años de edad y de procedencia China, fue encontrado sin vida por el equipo de buzos que buscaba incansablemente por el famoso Lago que recorre casi todo Busan...»

Doyoung tensa su mandíbula cuando recuerda fugazmente la imagen de cómo traían a Kun hasta las orillas para que ellos pudieran confirmar que se trataba de él.

«Los investigadores a cargo no han hecho declaraciones por el momento, están esperando los resultados de las autopsias pertenecientes al joven Jung Jaehyun, encontrado en uno de los más famosos callejones de la ciudad y ahora, lamentablemente, de Qian Kun...»

«Sus padres hacen un llamado a la solidaridad, esta tarde la madre de Huang Renjun prestó su testimonio para pedir por ellos, aquí la entrevista»

De pronto la madre de Renjun aparece en la pantalla obligando a los tres Oficiales mirar hacia ella. Allí notan sus grandes ojeras, su piel pálida, su rostro descompuesto y no hay esperanzas, no lo deja ver.

«— Quién tenga a mi hijo y a los demás chicos, les pido por favor que los dejen libres— Sosteniendo un gran folleto dónde aparecen todos los jóvenes, la madre de Renjun toma una profunda respiración y dice:—. Mi hijo no lastimó a nadie, ninguno ha hecho nada. ¿Por qué ellos? ¿Por qué tuvieron que llevárselos? Por favor, dejénlos libres. Ellos necesitan de nosotros, somos sus familias. Aquí hay sufrimiento y desespero...»

—¿Hay alguna noticia?— De repente, Taeil murmura llamando la atención de Jonh y Doyoung—¿Tienen algo para decirme?

Desde que llegó de Busan, Moon se había llamado a silencio y lo único que hacía era soltar monosílabos y nada más. La noticia de la aparición de Qian lo dejó perplejo y con un gusto amargo en su boca.

— Lograron entrar a sus redes sociales, pero no hay nada que nos indique alguna situación sospechosa— John comenta jugando con su celular—. Solo hay mensajes de personas conocidas a ellos o sus familiares que piden su pronta aparición y otros dejan condolencias o escritos en las fotos de Jaehyun y ahora Kun.

Seo suelta un suspiro de molestia. Porque sí, le molestaba tanto no tener un puto indicio de lo que estaba pasando, no quería llamarlo un «crimen perfecto» y mucho menos llegar un día y que la causa se cierre por falta de pruebas. No.

Tampoco le apetecía seguir encontrándose con los cuerpos de los muchachos.

¿Que clase de juego estaban haciendo? ¿Matarlos uno por uno? ¿Para qué? ¿Para burlarse de ellos y decirle lo muy estúpidos que eran por no encontrarlos?