La Tragedia De Busan [NCT] [finalizada]

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—John, esto no me da buena espina.

John voltea hacia Doyoung quién mantiene sus manos aferradas al volante de su coche. Gracias a su postura podía ver lo tenso que se encontraba y aunque él quería aparentar estar tranquilo, tampoco podía. Desde hace tiempo que perdió todo signo de paz y armonía.

—A mí tampoco. Pero necesitamos saber qué es lo que sucede con Chittaphon y Mark—responde—. Nada pasará.

—¿Y qué sí algo pasa?—volteando hacia su compañero, Doyoung muestra su temor a través de sus expresivos ojos—. Aún no puedo entender ni encontrar una respuesta lógica a esto, no logro centrarme en algo bueno.

—No seas tan negativo, Doyoung. No va a sucederme nada, puedo defenderme y sé muy bien lo que tengo que hacer—intentando mantener la calma en el coche, John le regala una diminuta sonrisa—. Relájate.

—No. No voy a relajarme, Dejun te citó aquí, a las cinco de la madrugada y te pidió que vinieras encubierto como si fueses un jodido prófugo que escapa de la ley—refuta—. Aquí hay algo que no está bien y lo sabes.

Bien. Doyoung tenía un punto a favor o varios, mejor dicho.

Pues cuando él se comunicó nuevamente con Xiao Dejun, éste primero se negó a ayudarlo cuando anteriormente le había dicho que lo haría. Cortó la llamada, inclusive le pidió encarecidamente que no lo volviera a molestar más y buscará por sus propios medios.

John en ese momento se desconcertó hasta el punto de llegar a insultarlo al aire. Sin embargo, tres horas después, Dejun fue quién lo llamó diciéndole dónde se encontrarían y como debía de ir vestido.

Eso lo tomó como una forma «normal» por así decirlo, pero cuando le informó sobre la hora, John quiso negarse y aunque estuvo a punto de hacerlo, una gran parte suya le gritaba que de por cerrado todo lo que tiene que ver con el caso y por fin encuentre a Chittaphon y Mark.

—Por eso estoy protegido, tengo un chaleco antibalas debajo de mi ropa y mi arma por si algo sucede—intentando nuevamente darle paz a Doyoung, él le muestra su arma—. Además tú estarás al teléfono todo el tiempo que me la pase con Dejun.

Kim solo puede mirarlo por unos segundos y suspirar pesadamente. Realmente no quería que John vaya por si solo, pero el muy maldito de Xiao le pidió encarecidamente que sea una simple reunión de dos y nada más.

Claramente algo estaba ocultando o algo tramaba. Aunque claro está, por mucho que John se haya negado a recibir ayuda, él muy por debajo alertó a Sungchan y Luhan, los cuales vestían de personas comunes y corrientes en el café-bar que se encontraba en frente de dónde sería el encuentro entre su colega y Dejun.

No lo dejaría solo por nada en el mundo.

—Bien, pero si algo sale mal, tan solo evita los problemas y vuelve aquí—John asiente ante sus palabras—. Y no me digas «sí» solo por dejarme complacido, hazme caso una vez en tu mísera vida.