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Ahí lo tenían, justamente frente sus ojos. Tan tranquilo, tan pacífico que les daba asco de tan solo pensar cuánta sangre tiene corriendo por sus manos.

Lee Jeno está sentado en aquella silla de metal color gris mientras sus manos están esposadas y juega con sus dedos en sinónimo de aburrimiento.

—Quiero ahorcarlo—de repente a John se le escapan esas palabras que no juegan muy a su favor.

—¿Estas seguro que podrás entrar conmigo, John? No quiero que cometas una locura—Doyoung murmura observándolo con cierto temor.

John tenía las venas de su cuello terriblemente marcadas, sus manos estaban hechas unos puños y su mandíbula tan tensa que podían jurar que esta le dolería en algún momento.

—Estoy malditamente seguro—responde con hastío—. Sungchan, ¿las cámaras están funcionando?

—Sí Oficial, las cuatro cámaras están en funcionamiento. Lee Jeno está siendo grabado ahora mismo, incluso hay audio—el chico le confirma al mirar el computador—. Pueden entrar cuando deseen.

—Perfecto. Vamos Doyoung.

John solo puede caminar con dos carpetas en sus manos y Doyoung lo observa por unos segundos antes de tomar el mismo rumbo.

—Estaremos aquí, entraremos si hace falta—Taeil les anuncia—. No hagas ninguna tontería, John. La ley puede caer contra ti.

—¿De la misma forma que cayó contra los nueve chicos de los cuales solo hay dos sobrevivientes?—pregunta con total sarcasmo—. Si es así, me permitiré romperle la cara.

—¡John!—exaltado, Doyoung le recrimina—. No hagas idioteces.

John solo rueda sus ojos y abre la puerta dejándose entrar a la sala de interrogación. Ésta era una completamente nueva para Jeno. Pues la usaban en casos especiales y con acusados de asesinatos y otros cargos igual de pesados.

—Oh, por fin viene alguien. Ya comenzaba a aburrirme y no quería dormirme—Jeno sonríe amistosamente.

A John le produce asco con solo verlo, mientras que Doyoung toma una profunda respiración antes de decir algo. Por lo que, se permite escanear bien a Jeno y se da cuenta que aún sus manos siguen con algo de sangre al igual que su rostro, incluso tiene rasguños en sus mejillas y parte de su cuello.

«Esa sangre es de Jaemin»

—Bien Jeno, hagamos esto fácil y no nos vayamos por otros lados—tomando asiento finalmente frente al chico, Doyoung comienza—. Sabes porque estás aquí.

—Porque finalmente me encontraron—dibujando otra sonrisa, enfrenta a ambos policías—. Vaya, creí que nunca lo harían. De hecho ya me sentía feliz porque podría haber terminado con todo si tan solo me hubiesen dado un poco más de tiempo.

— Hablas de esto como si fuese una situación extremadamente fácil—John se sienta al lado de Doyoung y lo mira fijamente—. Como si no hubiese sido nada para ti.

—¿Tuvo que ser algo para mí?—Jeno se autoseñala—. No hice más que mi deber. Sacar la mugre de la sociedad. Luego me agradecerán.

—Arruinaste la vida de nueve chicos, familias enteras destrozadas ¿y piensas que podemos darte las gracias?—incrédulo, el oficial Kim lo enfrenta—. ¿Por qué lo hiciste? ¿Qué te llevó a cometer semejante delito contra ellos?

Jeno observa a ambos Oficiales por unos largos segundos. Sabe muy bien que están cansados, tanto física como mentalmente. Sonríe por ello, sonríe con gracia y en su interior se auto felicita por haber llevado el caso mucho más lejos de lo que pensó. Todos lo hicieron de maravilla, ahora sólo quedaba defenderse como de lugar y claro está, hacer de ese lugar un infierno.

La Tragedia De Busan [NCT] [finalizada]Where stories live. Discover now