Lluvia

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La lluvia y los días tan grises solo aumentaban su pesar, al parecer el clima quería recordarle su situación emocional. Salió del consultorio de la psicóloga con los ojos rojos de tanto llorar, le dolían un poco al igual que la cabeza y la garganta, pero debía volver a casa, tenía tanta pereza encima que incluso conducir podría provocarle un colapso.

Caminando por el vacío estacionamiento llegó hasta su
Honda civic moderno, incluso escuchaba la conversación en su cabeza de Farlan comentando que tenía muchas ganas de hacerlo en el auto una noche muy fría, tal vez lo estaba haciendo con su chica diminuta de caderas.

Dey y Derian en su fondo de bloqueo le dieron un poco de alegría, en la parte de atrás llevaba una alfombra de juegos para ellos, eran tan colorida y además tenía sonidos interactivos para los niños, aveces se metía en las páginas web para ver que podía comprarles, trataba de disimular su sufrimiento con compras para ellos, se había vuelto un hábito.

Encendió el auto y empezó su recorrido lento hasta la salida, pisar el acelerador era tentador pues quería solo salir huyendo tan rápido, tan desenfrenado, pero debía mantener la calma, "vamos Eren busca la calma" pensaba con mucho estrés.

El restaurante infame donde había sido insultado por un chico le trajo una sensación de asco terrible, quería vomitar de solo pensar en aquel momento donde Farlan se arrodilló frente a su silla y empezó a decir esas cosas tan hermosas, recordar sus repulsivo labios mentirosos que le prometieron amor eterno, se sentía asqueado.

Al fijarse bien se dio cuenta que aquel chico que había discutido con él estaba siendo sacado de manera brusca del local, sin saber porque se detuvo y empezó a tocar la bocina para alertarlos de que alguien estaba presenciando ese acto de violencia.

Bajó la ventanilla y soltaron a aquel azabache que parecía no importarle nada en absoluto, ni siquiera se defendía de aquel hombre, sólo se colocó las manos sobre las rodillas para tomar un poco de aire e impulso, sin embargo, esto había indignado al castaño a niveles extremos, todas esas emociones negativas iban a caer en ese local.

Eren- ¡oye!, ¡oyeme!, ¡vi como empujaste a un jovencito!

- escuche, escuche, él acaba de agredir a mis clientes ¿Qué quiere que haga?

Eren- sin vergüenza, usted y su asqueroso negocio me dan mucho asco

- ¿Qué demonios?

Hizo una extraña rabieta y él hombre solo cerró la puerta al ver que había salido de una instalación que trabajaba con psicología, dejó de hacerle caso confundiendolo con un loco o algo peor, no iba a discutir con alguien que le faltara un tornillo, pero esto no era así, Eren no estaba loco, estaba a lleno de tristeza que en ese momento se volvió una ira interminable.

Eren- (suspira) ¿estás bien chico?

Levi- tks, no me jodas

Eren- tranquilo ya estas a salvo conmigo, ¿quieres qué te lleve a tu casa?, va a llover muy fuerte

Levi estaba nervioso, trataba de no hacerlo notar pero esta persona acaba de salir de una institución psiquiátrica, tenía ojeras notables, estacionó en medio de la calle, se peleó con su ex jefe, y luego se volvia amable de la nada, no quería correr pues tal vez podría perseguirlo, estaba en una situación crítica, o eso pensaba.

Eren- ven, tal vez le podamos contar a tus padres que te agredieron en ese lugar

Levi- eh, yo no necesito que me lleven

𝙔𝙖 𝙥𝙖𝙨𝙖𝙨𝙩𝙚 𝙡𝙤𝙨 20. (terminada) Where stories live. Discover now