Vino

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Observó por última vez su ropa antes de irse, no se sentía tan fuerte como para ponerse las únicas piezas que no había sido capaz de tirar, sus "pijamas" eran lo único digno ante sus ojos, no tendría que ver ningún cambio, no marcaba cintura, no marcaba muslos, no mostraba ese trasero, era todo cuadrado y oculto para que nadie lo mirara, y nadie pudiera opinar.

Se peinó muy bien y limpió sus lágrimas secas, había llorado de la frustración por no saber que ponerse, la promesa que le había hecho a Levi se había roto, se sintió aliviado de que su compañero no lo escuchó morirse en sus propias agonías, Levi había obtenido contacto con su madre y estuvo muy ocupado pidiéndole perdón con mucha insistencia.

Salió con los ánimos más o menos ya que sí le emocionaba el hecho de salir un poco, pero se le había amargado la salida por sus inevitables momentos de recaída, los niños jugaban en su pequeño espacio seguro en la sala mordiendo sus juguetes, riendo, y por supuesto jaloneando las mayas que les impedían andar por todo el lugar sin supervisión.

Eren- ¿qué es todo este desastre?, si que son unos desordenados, Levi les va  a reprochar

Dey alzó los brazos mientras que Derian permanecía tocando todos los botones del pequeño piano de colores, Eren les revolvió el cabello a los dos y luego fue a avisarle a Levi que ya se iba.

Levi- ¡mamá me invitó a verla mañana!

Eren- ¡fantástico!, pero eso no quiere decir que te irás, ¿verdad?

Levi- para nada, tengo mi propio baño aquí

Eren le dio un abrazo y le apretó los cachetes ganándose todas las maldiciones del mundo, Levi odiaba que le sofocaran. Cabe recalcar que cuando había un abrazo él azabache permanecía con los brazos quietos, no quería hacer sentir incómodo a Eren por la situación de su cuerpo.

En las manos de Levi quedó una lista de cosas que debía hacer con los niños, pensó que darles bebieron y entretenerlos era suficiente pero era eso y 14 cosas más, suspiró abrumado, quería ayudar a Eren y no le haría saber que era mucho, nunca había cuidado bebés.

Cuando escuchó la puerta cerrarse esperó hasta escuchar el auto arrancar, miró a los niños que ya se habían dado cuenta de la ausencia de su madre y los sacó del corral.

Levi- ustedes no molestan y yo no me enfado, es un trato

Dey comenzó a gatear muy rápido por toda la sala, Derian empezó a llorar y Levi con apenas segundos laborando como niñero ya quería renunciar. Los dos pequeños fueron puestos en las sillitas para comer y esto solo provocó más llanto, ahora Dey se había unido a los gritos de su hermano gemelos.

Levi- ¿comida? , ¿sueño?, ¿ambos?, tks mierda

Decidió optar por el biberon, Eren siempre los tenía preparados en la repisa de los niños así que rápido fue por ellos, estaba sudando de los nervios, no llamaría a Eren porque era su deber atender a los pequeños, pero lo pensaría dos veces antes de ofrecerse así.

Derian hacía una rabietas increíbles se sostenía fuerte de la sillita y comenzaba a agitar sus pies, esta conducta nunca la había visto puesto que con mami todo era color de rosas, quienes sí habían pasado tormenta habían sido los abuelos, ellos nunca le contaron a Eren nada de eso para no aumentar sus malos momentos, pero sí, los niños era unos diablillos.

Volvió con los biberones y al mostrarlos Dey intentó tomarlo, Derian por su parte seguía poniéndose cada vez más rojo del gran coraje que estaba haciendo, Levi colocó a Dey en la alfombra donde jugaban y con un cojín apoyó el biberon para que pudiera tomarlo solo.

𝙔𝙖 𝙥𝙖𝙨𝙖𝙨𝙩𝙚 𝙡𝙤𝙨 20. (terminada) Where stories live. Discover now