𝐶𝑎𝑝í𝑡𝑢𝑙𝑜 6

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Hoodie

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Hoodie

Sus ojos, no me quito de la cabeza sus preciosos ojos. Nunca había visto a esa chica en éste pueblo, parece que viene de fuera.

Hasta ahora, han pasado dos días desde aquélla fría noche que la ví. Ésta noche me tocó vigilar el bosque, caminé sin rumbo por el bosque y sin querer, ni pensarlo, llegué a la casa de la chica de los ojos bonitos.

La he estado observando desde la primera vez que la ví.

Sentí mariposas en el estómago cuando la ví mirando la luna desde su ventana, saqué mi cámara e hice zoom hacia esa bella chica para verla mejor.

La luz de la luna ilumina su rostro, sus facciones son tan finas y delicadas. Tiene muy bonitos ojos que relumbran con la luz de la luna, esos ojos bicolor parecen que podrían iluminar un camino en la infinita oscuridad, en la oscuridad en la que yo vivo.

Ésta mujer me tiene cautivado, es la primera vez que espío a una chica.

Guardé mi cámara cuando se retiró de la ventana, la cerró y apagó la luz de su cuarto. Esperé aquí escondido entre los arbustos a que se durmiera, pasada una media hora me acerqué a la casa, trepé hasta su ventana y entré sigilosamente a su habitación.

Vaya, entré sin problema. Debería poner llave a la ventana, cualquier pervertido puede entrar mientras ella duerme.

Al entrar examiné detalladamente su habitación, es muy bonita y desprende un aroma muy dulce.

Huele a chica.

Huele a ella.

Me exalté cuando soltó un gemido adormilado haciendo que voltee a mirarla.

«Está dormida».

Su pecho sube y baja con tranquilidad.

Con cuidado volví a sacar mi cámara y comencé a grabar mientras duerme. Su expresión es muy relajada y angelical, parece una muñeca de porcelana.
Nunca había sentido ésto, verla dormir me transmite mucha paz y tranquilidad, por primera vez me sacó una pequeña sonrisa.

Su respiración me relaja, me hace sentir muy bien. No sería mala idea colocar un walkie-talkie en su habitación para escucharla dormir, sería tan placentero para mis noches de insomnio.

«Quiero tocarla».

Me quité mi guante para acariciar su sedoso cabello y luego toqué su rostro. Su piel es demasiado suave.

Adoro la suavidad de su piel.

Quité la sábana que cubre su cuerpo, mis ojos examinaron cada centímetro de su cuerpo. Es muy delgada y de tez pálida.

Fruncí mi entrecejo cuando noté que tiene muchos moretones y raspones en todo su cuerpo. Unos están recién hechos y muy marcados, otros de un tono verdoso, ya desvaneciéndose.

𝐊𝐈𝐃𝐍𝐀𝐏𝐏𝐄𝐃 𝐁𝐘 𝐏𝐒𝐘𝐂𝐇𝐎𝐏𝐀𝐓𝐇𝐒┃Masky, HoodieWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu