Aᴍʙᴏs Pʀᴏxʏ's ǫᴜɪᴇʀᴇɴ ᴀ ʟᴀ ᴍɪsᴍᴀ ᴄʜɪᴄᴀ, ᴘᴇʀᴏ sᴏ́ʟᴏ ᴜɴᴏ ʟᴀ ᴛᴇɴᴅʀᴀ́.
Nunca sabes quién te observa.
Nunca sabes quién te sigue los pasos.
Nunca sabes quién te piensa.
Y cuando te dés cuenta, puede ser demasiado tarde. Ya eres su objetivo, su obsesió...
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Elena Jones
Al ver a Masky se aproximarse a mí, me volví loca. Ví una pistola en su mano y no lo pensé dos veces en luchar por arrebatársela. No me importaba si las balas le daban a Masky o a mí, sólo quería desquitarme por el inmenso dolor que cargo por dentro por la muerte de mi único amigo, mi única familia.
—¡Tranquila, Elena! ¡No juegues con eso! ¿¡Qué intentas hacer!?—Masky intenta quitarme la pistola, parece nervioso.
—¡Suéltame! ¡Mátame! ¡Me quiero morir! ¡Ya no quiero vivir!—Supliqué sintiendo mi corazón y mi alma rota.
—¡CUIDADO, ELENA!—Gritó Hoodie horrorizado cuando el arma se disparó por tanto forcejeo.
*¡BAM, BAM!*
Todos permanecimos quietos y asustados, pensando que las balas me habían dado, pero no, las balas le dieron Ethan. Por accidente, yo misma le disparé pensando que le había dado a Masky o a mí misma.
«¿Qué he hecho?»
—¡¡¡AAAHHH!!!—Grité con todas mis fuerzas, tanto que las aves volaron asustadizas de los árboles y un frío viento me abrazó entera como si fuese hielo.
Solté el arma como si me quemara y sacudí frenéticamente mis manos como si eso fuese a quitarme culpa.
«Oh, Díos mío... Le he disparado a Ethan. A lo mejor todavía seguía con vida y yo le disparé dos veces eliminando sus posibilidades de salvarse».
—¡TODO ÉSTO ES TU CULPA! ¡POR TU MALDITA CULPA EL ARMA SE DISPARÓ! ¡TÚ LO MATASTE!—Grité golpeando a Masky con mis dos puños.
—Yo no fuí. No me culpes a mí de algo que tú hiciste. Fuíste tú quién disparó el arma.—Dijo Masky con su porte duro y frío agarrando mis manos.—Tú empezaste a pelear y forcejear con la pistola. Así que tú fuíste quién disparó el arma, no yo—.
—¡Pero ustedes hicieron algo mucho peor! ¡Ustedes se encargaron de arrastrarlo gran parte del camino atado a ese maldito auto como si fuese un animal! ¡ERA MI AMIGO, MONSTRUOS ASQUEROSOS!—Les grité sintiendo mi garganta tan oprimida y mis ojos hinchados por tanto llorar.
—¡El estúpido de tu amigo no importa! ¡Me importas tú! ¡Las balas pudieron haberte dado a tí y no estoy dispuesto a perderte!—Me gritó tan molesto tomando mis antebrazos y me sacude con violencia.
—¡HUBIERA PREFERIDO QUE LAS BALAS ME DIERAN A MÍ! ¡ESE ERA EL PLAN!—Le grité cerca de su máscara mientras intento soltarme de su brusco agarre, pero es tan fuerte que no logro hacer que afloje su agarre en mis brazos.—¡YA SUÉLTAME, MALDITO ASESINO!—Alcé con fuerza mi rodilla para golpearlo en su entrepierna. Me soltó y se encogió de dolor agarrándose su parte baja.
