Aᴍʙᴏs Pʀᴏxʏ's ǫᴜɪᴇʀᴇɴ ᴀ ʟᴀ ᴍɪsᴍᴀ ᴄʜɪᴄᴀ, ᴘᴇʀᴏ sᴏ́ʟᴏ ᴜɴᴏ ʟᴀ ᴛᴇɴᴅʀᴀ́.
Nunca sabes quién te observa.
Nunca sabes quién te sigue los pasos.
Nunca sabes quién te piensa.
Y cuando te dés cuenta, puede ser demasiado tarde. Ya eres su objetivo, su obsesió...
Capítulo dedicado a ISABELA_ACKERMAN_ por su hermosa ilustración digital de la bella protagonista ❤✨
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Elena Jones
Nuevamente, volví a abrir los ojos, al parecer volví a quedarme dormida después de que Hoodie me dejara sola y encadenada.
“—No te irás a ninguna parte, muñeca. Ahora sí eres sólo para mí, sólo mía, Elena. No me importa tenerte siempre encadenada y atada a una silla para que nunca te vayas de mi lado—”
Recordé sus palabras mientras siento mi pie encadenado.
Noté que la habitación es más oscura desde que desperté por primera vez. Tal vez ya es de noche o madrugada.
Intenté moverme en la cama y sacudí levemente mi pie encadenado, hasta que...
—¿A dónde vas?—Su voz dura y molesta me hizo quedarme congelada.
«Hoodie está aquí conmigo».
Lo miré sobre mi hombro y lo veo acostado junto a mí con su pasamontañas puesto.
—No sabía que estábas aquí...—Le comenté un tanto nerviosa.
—Te hice una pregunta.—Preguntó mucho más dominante que antes.
—Sabes que no puedo irme a ningún lado por culpa de ésta cadena en mi pie.—Sacudí con notable molestia mi pie encadenado.—No puedes tenerme siempre encerrada. Brian, quítame ésta cadena, por favor.—Sigo jalando mi pie con muchas ganas de llorar.
—No me voy a arriesgar, sé que intentarás escapar y correrás a los brazos de Masky.—Ésto último me molestó muchísimo y me hizo perder la paciencia.
—No me voy a ir a meter con otro maldito psicópata igual o peor que tú. No soy estúpida. Lo único que deseo es estar muy lejos del alcance de ustedes.—Le contesté indignada y mirándolo con mucho enojo, sin miedo a que pueda sufrir las consecuencias o que pueda golpearme.
Tras mi respuesta, hubo un momento tenso de silencio. Sin previo aviso, Brian se levantó de golpe en el colchón con malas intenciones. Intenté huír, pero él me atrapó agarrando mis muñecas.
—¡Suéltame!—Exclamé aterrada y luchando con él al ver que quiere ponerse encima de mí.—¡No! ¡Déjame!—Es tan fuerte que ya sentía ganas de dejar de pelear. Estoy muy débil y no soporto su gran fuerza.—¡Aaah!—Grité cuando aplicó más fuerza en mis muñecas haciendo que pierda fuerza en mis brazos. Ahora el muy maldito está sobre mí mientras mantiene mis manos aprisionadas contra el colchón.—¡Hoodie! ¡Ya déjame! ¡Me lastimas!—Me quejé adolorida removiéndome debajo suyo.
—Por supuesto que puedo tenerte encerrada toda la vida si me lo propongo. Eres mía, eres mi novia.—Mencionó posesivo.—Si yo quiero puedo tenerte atada de pies y manos, amordazada y tus ojos vendados. Sería un éxtasis ver cómo luchas por liberarte y alejarte de mí.—Reveló de manera burlona sin importarle verme a punto de llorar.
