Aᴍʙᴏs Pʀᴏxʏ's ǫᴜɪᴇʀᴇɴ ᴀ ʟᴀ ᴍɪsᴍᴀ ᴄʜɪᴄᴀ, ᴘᴇʀᴏ sᴏ́ʟᴏ ᴜɴᴏ ʟᴀ ᴛᴇɴᴅʀᴀ́.
Nunca sabes quién te observa.
Nunca sabes quién te sigue los pasos.
Nunca sabes quién te piensa.
Y cuando te dés cuenta, puede ser demasiado tarde. Ya eres su objetivo, su obsesió...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Elena Jones
Su mirada azulada y la vez oscurecida me mata y me infunde más miedo.
—¿Por qué no respondes a mi pregunta, Elena? ¡Respóndeme o usaré la fuerza contigo!—Amenazó sacudiendo mi brazo dónde tengo el cuchillo.
—¿Cómo me preguntas eso...?—Pregunté al borde de querer llorar.—En serio, ¿Tú crees que yo disfruto ser acosada y violada por cada uno de ustedes...? No sé qué te habrá dicho Hoodie, pero... ¿¡Te parece que disfruté ser violada anoche por Hoodie!?—Le mostré mis manos con marcas a causa de las sogas que Hoodie utilizó anoche para atarme.—¡Yo no estoy enamorada de Hoodie, ni mucho menos de tí! ¡Todos me dán asco aquí! ¡Jamás me enamoraría de ninguno de ustedes, maldito psicópata!—Tras lo dicho, me zafé con brusquedad de su agarre y lo empujé lejos de mí.—¡Y ya déjame en paz porque estoy ocupada! ¿¡O acaso vas a cocinar tú!?—
Dejé de mirarlo para terminar de hacer de comer. Ahora pico mucho más molesta la carne y la verdura, haciendo resonar el cuchillo contra la mesa al cortar dichos alimentos.
Cuando creí que ya no me molestaría más con ese tema, nuevamente agarró mi antebrazo con más fuerza, tanto como para hacerme quedar frente a él y separarme de la mesa dónde estoy cocinando.
—¿¡Y ahora qué quieres!? ¡Suéltame!¡Me lastimas! ¡Ya déjame tranquila!—Ahora los dos empezamos a forcejear, más que nada con la mano dónde tengo el cuchillo, ya que comienzo a sentirme asustada y amenazada.
—¿Qué? ¿Me vas a apuñalar?—Cuestionó a la defensiva.—¡Vámos! ¡Inténtalo! ¡A ver si puedes conmigo!—Reveló aplicando más fuerza.
—¡No me retes, cabrón!—Empecé a batallar contra él para herirlo, pero es lógico que Tim me gana en fuerza, pero no en inteligencia, así que pateé su entrepierna para dominarlo, algo que sí logré.
Gruñó adolorido y soltó mi mano para tocarse la zona dónde lo golpeé. Se apoyó en la barra de la cocina jadeando adolorido, me lanzó una mirada dura y fría.
«Un terrible escalofrío me atacó al ver esa mirada asesina».
—¡Ya basta! ¡Quédate ahí! ¡No te acerques más!—Lo amenacé con el cuchillo temblando en mis manos.—Si te acercas te mato. ¡Te juro que te mato!—
—Que estúpida y ridícula eres. Me hace gracia ver cómo haces el intento por herirme.—Se ríe adolorido.—Soy mucho más fuerte que tú, no juegues conmigo, no quiero lastimarte, preciosa.—Me dice con burla y sonriendo de lado.—En tu estado dudo que puedas apuñalarme, apenas puedes moverte por tí sola—.
—Tienes mucha razón, nunca podré contra ninguno de ustedes.—Me reí de manera rota al pensar en algo retorcido.—Entonces, ¿Qué pasaría si éste cuchillo me arrebata la vida ahora mismo?—Paseé lentamente el cuchillo por mi garganta, como si se tratase de un juguete.
