Aᴍʙᴏs Pʀᴏxʏ's ǫᴜɪᴇʀᴇɴ ᴀ ʟᴀ ᴍɪsᴍᴀ ᴄʜɪᴄᴀ, ᴘᴇʀᴏ sᴏ́ʟᴏ ᴜɴᴏ ʟᴀ ᴛᴇɴᴅʀᴀ́.
Nunca sabes quién te observa.
Nunca sabes quién te sigue los pasos.
Nunca sabes quién te piensa.
Y cuando te dés cuenta, puede ser demasiado tarde. Ya eres su objetivo, su obsesió...
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Elena Jones
—Elena, quiero un hijo.—Soltó con tanto descaro y como si fuéramos una linda pareja.
«Ganas me faltaron para soltarle una buena cachetada».
—¿Te estás escuchando? ¿Te has vuelto loco?—Lo empujé bruscamente haciendo que me soltara.—¿Cómo crees que yo voy a tener un hijo en éste lugar y con ésta clase de “personas” con las que me trajeron a vivir?—Me alejé de él mientras se dá la tarea de seguirme con una sonrisa malévola.
—Pero si no lo vas a parir aquí, sino en nuestra cabaña, ahí estarás más segura.—Ésta vez habla Hoodie.
«Yo ya no estoy segura en ninguna parte, ni mucho menos en esa cabaña dónde me atacó Ticci Toby».
—No... Yo no quiero... Yo no quiero tener hijos... ¡No quiero! ¡No me obliguen, por favor!—Supliqué entre lágrimas y desesperación.—Se les olvida que yo no estoy muy bien de salud para llevar adelante un embarazo. Además, yo no quiero, me dá miedo—.
—No tengas miedo, Elena, sé que tienes miedo por lo que pasó recientemente con el bebé que esperabas. Pero ésta vez nos encargaremos de cuidarte para que no vuelva a ocurrirte lo mismo.—Hoodie me habla de una manera tan dulce que me aterra tanto.
«¿Cómo les hago entender a éstos mal nacidos que yo no quiero tener hijos?»
—Es que ese no es el problema, ustedes no entienden... Yo no me siento mal por el bebé que perdí...—Susurré con mucho temor.
—¿Qué acabas de decir...?—Preguntó Masky con una expresión de asombro y tristeza.—¿Me estás diciendo que no te importaba el bebé?—Poco a poco su expresión de tristeza se endureció.
«Algo me dice que si les confieso que yo despreciaba a ese bebé me harán algo muy malo».
—¿Por qué no me respondes, Elena?—Masky me tomó muy fuerte de mi antebrazo izquierdo.—¿Despreciabas a ese bebé que crecía dentro tuyo?—
«Ya basta de tener miedo».
—Sí, lo despreciaba como los desprecio a ustedes, sentía tanto asco tenerlo dentro de mí. Hubiera hecho todo lo posible por abortarlo. Le agradezco tanto a Slenderman que lo haya arrancado de mí.—Mi voz sonó dura y fría, sin miedo a enfrentarlos.
—Me estás haciendo enojar mucho, Elena...—Masky masculló entre dientes con su mano libre hecha puño, lo que indica que quiere golpearme.
—¿Qué? ¿Vas a golpearme?—Le digo dispuesta a enfrentarlo, aunque por dentro tengo miedo de que me lastime, pero ya estoy cansada de demostrarles miedo.—¿O me van a violar aquí mismo como lo hicieron aquélla noche y tantas otras veces?—
