⊶28⊷

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¿Qué no era capaz? ¿Acaso no era un clásico de la televisión que dos amigos se acostaran borrachos y no recordaran nada y siguieran con sus vidas como si fuese lo más normal del mundo? En Friends, su programa favorito, incluso se descubrió que Monica y Ross, que eran hermanos, se besaron en la oscuridad por accidente creyendo que el otro era una persona diferente. 

¿Por qué Seokjin se negaba rotundamente? ¿De verdad había dejado de gustar de él? ¿Qué había mal con él? Serían veinticuatro horas de intimidad y ya. ¿Cómo podía preferir a un desconocido que a él? Se sentía profundamente ofendido.

- Hola, hyung- Jungkook entró en su pent-house tímidamente, reservado en el espacio desconocido- Perdón por las molestias.

- No es nada, oh, hay kombucha en la cocina- le hizo un pequeño tour por el enorme apartamento- Tu primo me ha dicho que sabes cocinar por lo que hice la compra, usa lo que quieras, mi casa es tu casa.

- Eres el mejor, hyung- Namjoon le palmeó la cabeza en un gesto cariñoso. Es como cuando un alfa se intenta ganar a los cachorros del omega que le gusta, no hacía falta aclarar que el universitario no llegó a expresar esas palabras en voz alta.

- Acomoda tus cosas, debo hacer una llamada de trabajo, no tardo- se fue a su dormitorio intranquilo y marcó el número de Jackson- ¿Estás en el club?

- ¡Por supuesto que sí!- se escuchaba un gran alboroto desde su lado- ¡Ha venido la joya! ¡El delta del que te hablé la última vez!- ¿La joya?

- ¿¡Kim Seokjin es la joya!?

...La joya es un delta hermoso, pero demasiado exigente, y odia que se le acerquen... Hasta que no llegue su celo ignorará a sus pretendientes, siempre es así. El morenito debería intentarlo, eres completamente su tipo...

Oh. Oh.

- ¡Sí! ¡¿Le conoces?! Brutal- Jackson estaba un poco ebrio- Los alfas están babeando todo el suelo a su alrededor, es muy divertido de ver, Dios, son jodidos animales acechando.

- ¡Espérame en la puerta en veinte minutos!- agarró su abrigo apresuradamente, habiendo llegado a su límite.

- ¿Vendrás a intentarlo? ¡Buena suerte! ¡Aquí te aguardo mi príncipe azul~!- Jungkook salió de la cocina al oír sus torpes pasos tropezándose por la estancia en busca de sus llaves.

- ¿Hyung saldrás?

- ¡Lo siento! ¡Nos vemos pronto! ¡No abras a extraños! ¡No invites a extraños! ¡Usa el número que está en la mesa del comedor si ocurre una emergencia!- el omega tomó el papelito notando que era el teléfono de Taehyung- ¡Adiós!

- ¡Adiós Namjoon-hyung!- escuchó el portazo- ...Cuida de mi hyung.

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- Ahí está- tras utilizar al amigo de un amigo de un amigo de billete de entrada, consiguió ingresar al club. 

Seokjin parecía desprender un halo en el lugar, las personas se arremolinaban en torno a él, atraídas como polillas a la luz, su rostro perfecto brillaba por sí mismo resplandeciente y estaba utilizando su conjunto de camisa y pantalones rosa. Ese conjunto que enseñaba las clavículas y se ceñía a su cintura. Dios no era justo.

- Cielo, ¿crees en el amor a primera vista o debo presentarme de nuevo?- el secretario colocó un dedo en la frente del alfa y lo empujó hasta que estuviera a una distancia que no se considerara acoso sexual- Vamos nene, déjame llevarte a las estrellas, juego a largo plazo. Seré el hombre de tu vida- el "pretendiente" le contempló de arriba abajo seductor.

- Cariño tu no podrías ni invitarme a una copa- por lo que se veía, no estaba precisamente de humor, pese a la obvia intención de su presencia. Su pierna se movía nerviosa oculta en la oscuridad.

- ¿Por qué?- el alfa empezaba a perder su sobrante confianza.

- No puedes comprarme nada- se encogió de hombros desinteresado.

- ¿A qué te refieres?- a cada segundo se iba empequeñeciendo bajo los ojos avizores de los espectadores, es decir, todo el jodido antro.

- Mira lo que llevas puesto, ¿qué demonios es eso?- Seokjin no entendía de donde sacaba la audacia para pedirle salir utilizando ropa de hacer deporte- Esto no es un maldito gimnasio.

- Yo creo que me veo bastante bien, bebé- era su única oportunidad y estaba quedando de pena, no podía rendirse al primer rechazo o ya ni tendría el valor de volver al club.

- ¿Para quién? ¿Tu mami?- los deltas vitorearon, por fin alguien ponía en su sitio a ese hombre que había estado semanas hablando de que la Joya sería suya esa noche.

- ¿Quizás?- el secretario le dio una última mirada.

- Okey, pues no para mí.

- Yo- Namjoon le apartó devolviéndole a la marea de gente.

- Ha dicho que te pierdas, ¿no entiendes coreano?- se giró en dirección a su amigo- ¿Estas son tus opciones? ¿De verdad?- Seokjin que estaba sentado en un taburete alto trató de asustarle, agarró sus brazos y tiró de él consiguiendo que acabara entre sus piernas.

- ¿Qué mierda pretendes?- sus narices se tocaron- ¿Por qué eres así de insistente?

- No vas a intimidarme usando este truquito de segunda- las grandes manos morenas rodearon su cintura e inclinó la frente hacia delante, logrando que fuera él quien retrocediera, deteniéndose cuando sintió la pared acolchada chocar con su espalda.

- Te vas a echar atrás y pasaré el peor día de mi vida- el delta tenía sus razones para no aceptar la muy tentadora oferta, su corazón no iba a cegar su mente en algo tan importante.

- No lo haré, debes confiar en mí, nunca haría nada que te provocara dolor, nunca- el secretario acunó su mandíbula y lo besó profundamente, Namjoon creyó que era otra prueba y no dudó en atacar esa boca que llevaba más de un mes extrañando. El olor a miel de azahar se potenció, volviéndose insoportable en los demás alfas.

- Se está adelantando- alcanzó a jadear antes de que esa ávida lengua regresara a atrapar la suya.

- Hay un taxi esperando afuera- agitados, salieron del club utilizando la puerta trasera y subieron al auto.

- Omega, ¿eh?- el taxista que había conocido en Navidad le guiñó un ojo- Ese árbol rosa parece haber funcionado.

- ¿Qué?- Seokjin atrapó su brazo pidiéndole explicaciones, habiéndose sentado juntos en la parte trasera- ¿Cómo sabe lo del árbol?

- Él me llevó a la tienda, hablamos de lo mucho que te aprecio y admiro- el delta rodó los ojos y se recostó en su jefe, fantástico, otro testigo de su "doble vida".

- ¿Qué te costaba hacerle un favor a mi lobo y contrata un chófer? ¿Al menos por un día? Dame un poco de dignidad, ¿si? Me siento un prostituto- el taxista rompió en carcajadas- ¡Y usted dese prisa estoy increíblemente irascible en este momento!

- ¿A esto te referías con que tu celo era completamente diferente al de los alfas?- ¡Pa! ¡Pa! ¡Pa!- Vale, me callo.

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Secretary Kim, look at me! [Namjin]Where stories live. Discover now