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Alexandra Broome.

Anastasia ha desaparecido de nuestras vidas por completo.

¿Por qué digo eso?

Porque no se ha reportado desde que se fue de Crystal. La he llamado y me manda al buzón de voz, las chicas han intentado lo mismo y las manda al buzón de voz igual, incluso Aaron.

¿Por qué ese cambio tan repentino?

No lo sé, pero me preocupa mucho que no busque la manera de comunicarse con nosotras. Somos sus amigas, siempre lo hemos sido, nosotras la queremos, ¿ella sentirá lo mismo? Supongo que si.

En estos momentos, estoy intentando llamarla de nuevo en la sala de mi casa. Claudia salió con Joseph y mi madre está a mi lado en el sofá, viendo un programa de moda en el televisor que hay en la sala.

Ana me atiende.

—¿Hola?—. Pregunta con cunfusión. Claro, tenia que cambiar de número para que me atendiera las llamadas.

—Hola, señorita Jackson. Que sorpresa que esté viva, yo ya le había puesto un altar y todo—Le digo con sarcasmo. Mi madre me mira con el ceño fruncido—. Es Ana—. Le digo en voz baja y ella asiente, devolviendo su vista al programa.

Ana bufó.

—Como si eso fuera posible—. Masculló en voz baja y yo fruncí el ceño sin comprender—. En fin, ¿cómo estás?

—¿Cómo estoy? Preocupada por ti, Ana, no me atendías las llamadas ni respondías a mis mensajes, igual las chicas, e incluso un amigo, ¿qué pasa? ¿Por qué te distanciaste asi?

Silencio de su parte. Yo estaba un poco enojada con ella por eso, era un poco injusto de su parte que no nos informara sobre su bienestar, o como estaba en la nueva ciudad a donde se ha ido a vivir.

—Lo siento, ¿si? Eso de la mudanza me ha llevado tiempo, a adaptarme a las normas de... la nueva ciudad. Perdón por eso, ¿ok?—. Dijo finalmente. Yo suspiré y apoyé mi cabeza en el respaldo del sofá, subí mis piernas a éste y las crucé.

—De acuerdo, pero no te olvides de nosotras, ¿si?—. Le dije, jugando con un hilo suelto de mi sudadera.

Ella tardó unos segundos en responder.

—¿Olvidarlas? No me hagas reir, Alex. Jamás las olvidaría, ¿de acuerdo?— .Dijo un poco divertida. Yo sonreí y negué con la cabeza.

—Bien. ¿No extrañas al increíble grupo MASA?—. Le dije divertida al recordar la unión de las iniciales de nuestros nombres. M de Michell, A de Anastasia, S de Sophia y A de Alexandra.

Ella rió entre dientes.

—Me hacen mucha falta. Alex, lo siento, mi madre me llama. Adiós. Besos a las chicas—.Se despidió rapidamente y luego colgó. Yo quedé con el celular en la mano y la boca entreabierta.

—Esta es la segunda vez que me hacen esto—. Me quejo en voz alta, al recordar que Max me hizo lo mismo ayer en la tarde.

Me crucé de brazos y me giré a ver el programa que veía mi madre. Max no me llama o escribe desde ayer que se despidió apresuradamente. Lo que lleva a preguntarme: ¿Por qué no me dijo la razón de su apresurada despedida? ¿Qué habrá pasado?

Pero algo está claro, no le voy a escribir o llamarlo todavía, no hasta que el lo haga.

¡Esooo! Tienes que hacerte la dura.

—Alex, quiero hablar contigo, ¿puedo?—. La dulce voz de mi madre me saca de mis pensamientos, lo que hace que me gire y la vea con una expresión de  cautela en su rostro.

Me Enamoré De Un Desconocido (Desconocido #1)✓Where stories live. Discover now