Me Enamoré De Un Desconocido (Desconocido #1)✓

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Max Strauss

¿You de We the lion o Perfect de Ed Sheeran? Conciencia, ¿dónde estás? Necesito elegir entre una de estas dos canciones.

Ahora si me necesitas, ¿eh?

Siempre te necesito.

Claro... Bueno, dejando de lado eso, yo voto por "You". Esa canción se acopla más a lo que sientes por ella.

Arrugo un poco el ceño, mientras sostengo mi nuevo celular en mis manos, observando las dos canciones que están en pausa. Mierda, mi conciencia tenía razón, con esa canción me identificaba, totalmente.

A veces, conciencia tenía razón.

Siempre la tengo.

Ash, cállate.

El SmartPhone en mis manos empezó a vibrar. Suspiré al ver que era mi alarma. La desactivé, dejé el teléfono en la cama y me levanté de ésta con suma pereza. Arrastré mis pies hasta el baño, al llegar, encendí la luz y me paré frente al espejo. Mi apariencia daba lástima, tenía unas profundas ojeras, estaba pálido, mi cabello estaba todo despeinado... Pero eso no quitaba el hecho de que yo seguía siendo el mejor Dios del Olimpo. Podía lucir horrible, pero era el mejor luciendo horrible...

Egocéntrico.

Si soy.

Bostezando, abrí el pequeño botiquín, encontrándome con algunas pomadas, cremas para la piel, cremas para la cara, algunas cosas para el cabello, agua oxigenada, alcohol y... mi querida droga-notese el sarcasmo-, que estaba representada en un pequeño envase de pastillas. Tomé una de mala gana, me la coloqué en la punta de la lengua y cerré el botiquín. Tomé mi pote de agua mineral, lo abrí y me tomé la pastilla, cerrando los ojos. No soportaba ver mi reflejo mientras tomaba esto.

Es tu droga, literalmente.

Sí, es lo que demora que pase eso. Me lavo la cara y me cepillo los dientes rápidamente. Escucho la puerta de mi habitación abrirse poco a poco, por lo que frunzo el ceño. Me seco la cara con una toalla blanca, al quitarla, veo a Apple en la puerta del baño, sentada con la lengua afuera. Apple es un lindo Beagle. Sonrío, dejando la toalla en su lugar, camino hacia ella y la tomo en brazos.

Ella empieza a lamer mi cuello, yo elevo un poco la cabeza, riendo, mientras la acaricio.

—Apple, me gusta tu forma de demostrar cariño—ella paró, ladeando la cabeza y observando mi rostro con curiosidad. Yo le sonreí—, pero, tampoco es agradable tener tu saliva por mi cuello y rostro.

—¡Guao! ¡Guao!—fué lo que ella respondió en ladridos.

Reí de nuevo, colocándola en el suelo. Sabía lo que ella quería: comer y salir. Y estaba de suerte, porque no había mucho sol en la mañana, el día había amanecido fresco. Busqué mi camisa, que estaba tirada en el sillón y me la coloqué. Dejé el teléfono en la mesa, ignorando algunos mensajes, y salí de la habitación en pantuflas con Apple siguiéndome el paso.

Bajamos las escaleras, al terminar de bajarlas, me agaché rápidamente, tomé a Apple en brazos y le tapé los ojos. Joe y Leslie estaban haciendo de las suyas. Joe estaba sentado en una de las sillas altas del mesón, mientras Leslie estaba sentada en su regazo, con los brazos alrededor del cuello de su novio. Se estaban besando apasionadamente, Joe recorría la cintura de mi hermana con sus manos. Noté como Leslie se empezaba a mover sobre Joe y...

—¡PARA ESO TIENEN UNA PUTA HABITACIÓN!—los dos se separaron bruscamente ante mi grito. Con Apple en mis brazos, aún tapándole los ojos, me acerqué a ellos con la boca entreabierta. Leslie estaba roja de la vergüenza, mientras se acomodaba su ropa arrugada. Joe se mordía los labios, seguramente estaba reprimiendo una sonrisa—. ¿Saben que yo desayuno, almuerzo y ceno ahí?—señalé con mi cabeza donde estaban sentados. Bufé—. Joder, vayan a hacer sus cositas en otro lado.