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Max Strauss

—La decoración está hermosa—murmuró Jayson, dándole un golpe discreto en el estómago a Karla con su codo—. ¿Cierto, amor?

Karla asintió de inmediato, esbozando una sonrisa. Uff, pero que mal mentía, en serio. Creo que hasta a Alexandra le resultaría mejor.

—Sí. Me encanta la navidad, de hecho—dice forzadamente Karla con una sonrisita tensa.

Jayson frunce el ceño y se inclina un poco hacia su novia. Se acerca lo suficiente para poder hablarle al oído.

—¿No que no te gustaba la navidad?—le pregunta en un susurro bajo.

Karla abre los ojos como platos y le da un leve golpe a Jay en la cabeza. Éste suelta un quejido de molestia y se lleva la mano a la zona afectada para acariciar. Reprimo la risa que quiero soltar, mientras los miro desde la entrada de la cocina, que se conecta con la sala.

—¡No es mi culpa que me hayan cortado en navidad!—exclama ella—. Y que haya dicho que odiaba la navidad en ese tiempo.

Jay encoge sus hombros, estirando una sonrisita al ver como su novia se cruza de brazos. Ella sólo se sonroja un poco por lo avergonzada que está.

—Yo haré que te guste la navidad, mi cielo.

Karla se sonroja y suelta una risita.

Giro los ojos. Ay, no, que asquito me dan las parejitas enamoradas. Y no me importa sí sean mis mejores amigos. O sea, ¿no pueden darse cariño y decirse cursilerías en otro lado? Ashg, lo que es enamorarse, ¿eh?

Cállate, tú estás igualito.

¿Quién dijo “conciencia opina”?.

Yo hablo cuando quiero.

Mientras ellos se dan besitos en el sofá de mi sala, yo mastico un Dorito que me he llevado a la boca. Ampliando una sonrisa de malicia, camino desde mi posición hasta ellos y me lanzo en medio de los dos, separándolos de inmediato.

Jayson me mira con irritación y Karla suelta un resoplido de molestia. ¿Qué hice? Si les acabo de alegrar la existencia con mi presencia.

Llevo otro dorito a mi boca y mastico ruidosamente sólo para molestarlos.

—Karla, no tenías que decir todo eso sobre la decoración navideña. La que decoró fue Leslie, no yo—comento, girándome a verla y sonriendo. Ella me mira con mala cara—. Después de todo, no eres la única que odia la navidad.

—¿Porqué la odias tú, amigo?—pregunta Jayson a mi derecha, causando que gire mi cabeza hacia él. Jay mete la mano en la bolsa de Doritos que llevo en mis manos y saca unos para llevárselos a la boca—. O sea, mi novia la odia porque le cortaron en navidad.

Me río por eso. Karla gira los ojos, y, como toda lambucia que es, también me roba de mis Doritos.

Uy, que feo debe ser que te terminen en navidad.

No sé que es peor, que ella odie la navidad porque le terminaron en esa época o que yo la odie porque, justamente el 25 de diciembre, murió mi madre por Cáncer de mama. Pasamos nochebuena con ella en el hospital, y a la mañana siguiente, ya había muerto. No me pude despedir de ella porque había ido a casa a dormir, quién se quedó en el hospital fue Leslie, sin embargo, ella tampoco se pudo despedir de mamá.

Mi madre se fué de esta tierra como si eso era lo único que deseaba. Ella sufría y confieso que, en estos momentos, la entiendo perfectamente.

Quisiera dejar este mundo de porquería, abandonarlo, sin remordimientos, sin culpas. Siento que ya no hay razón para vivir, pero... No lo hago porque sé que es el amor. El amor que le siento a mi hermana, a mis amigos, incluso el cariño a Joe y... a Alexandra. Sé que los destrozaría y, aunque sólo demore el proceso, los aprovecharé los más que pueda.

Me Enamoré De Un Desconocido (Desconocido #1)✓Where stories live. Discover now