Me Enamoré De Un Desconocido (Desconocido #1)✓

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(Notita rápida: después de lo que dice Michell, "A un corazón roto", les recomiendo que escuchen “Paris, Texas” de Lana del Rey mientras leen ❤️.)

Alexandra Broome

El silencio es como una tortura.

Bueno, puede que sea una exagerada porque, a veces, el silencio puede significar muchas cosas. Todo depende de cómo tú lo veas y el significado que le encuentres. Pero, en estos momentos, el maldito silencio que me rodea es muy tortuoso.

Y eso que, apenas, estoy empezando el día.

Me siento un poco incómoda sentada a la mesa, con mi desayuno frente a mí, Michell  sentada a mi lado y Sophia al otro. Ellas también están en silencio. Claudia y mamá están en silencio. Todas están en silencio, joder. Me está empezando a dar dolor de cabeza el jodido silencio que se respira en la estancia.

Me llevo un poco de cereal a la boca y miro los rostros de las personas que me rodean de forma curiosa y detallada. Michell tiene cara de sueño, mientras intenta coordinar sus movimientos para probar una cucharada de su cereal. Sophia, en cambio, toma su desayuno con entusiasmo y rapidez. Bueno, parece que no soy la única incómoda con el silencio. Su rostro lo dice todo, y sus gestos también. Mamá mira de forma cautelosa a Claudia, mientras toma de su taza de café y mi hermana, come sin ganas y de forma lenta su cereal. Suspiro, volviendo la vista a mi desayuno.

Las chicas han venido a visitarme. Me han dado el pésame por la muerte de papá y... puede que, cuando las dos me abrazaron, me derrumbara en sus brazos. Me dejara de caer de rodillas y soltara jadeos y sollozos de mi garganta. Ellas cayeron conmigo, pero me sostuvieron. Me consolaron y me hicieron creer que todo pronto estaría bien. Y les creí, joder, claro que les creí.

Mi vida ahora no es la mejor, pero estoy segura de que pronto todo mejorará y podré decir que estoy, al menos, bien....

Ya pronto se acabará el año y se aproxima mi cumpleaños. Aún no puedo creer que ya tendré 19 años. No estoy tan emocionada, de hecho, no quiero seguir creciendo. No quiero conocer pronto la vida adulta. Oh, Dios, no quiero saber lo que es vivir por cuenta propia. Aún no estoy lista para eso.

Elevo la mirada cuando escucho una silla echarse hacia atrás. Todas observamos como Claudia arrastra sus pies hasta el fregadero y deja su taza vacía allí. Va a por un vaso de cristal en una de las vitrinas y coge un poco de agua de la nevera. Su mirada se pierde por los ventanales que dan directo al jardín. Observa como el sol todavía asciende en el cielo, iluminando cada vez más la estancia.

Me da mucha lástima Claudia. No han sido sus mejores días, la entiendo, de verdad. Mi corazón se parte en dos cada vez que escucho los sollozos lastimeros provenir de su habitación y su expresión de dolor por las mañanas, cuando despierta. Mamá ha estado con ella, ha entrado en su habitación para consolarla, la ha abrazado y la ha calmado cuando su respiración se vuelve un asco. Yo he intentado estar para ella, pero no puedo, porque me siento culpable al ver el dolor y la tristeza en sus ojos. No soy tonta, papá murió por mi culpa.

Mamá y Aaron me han dicho que eso no es así. Que yo no fui la causante de su muerte pero, sé que mienten. Lo dicen sólo para no hacerme sentir mal, pero no pueden tapar el sol con un dedo. Mis palabras fueron las que empujaron a Richard a suicidarse, él se quitó la vida por mi culpa. Oh, vamos, ¡él estaría en rehabilitación sí no hubiese sido por mí!

Antes de que mis pensamientos se vuelvan más oscuros, termino mi desayuno con rapidez y me levanto de la mesa. Michell mira mi movimiento con el ceño fruncido, mientras que Sophia, tiene una expresión de alivio que no le importa ocultar. Me aclaro la garganta y tomo la taza entre mis manos. Lo llevo hasta el fregadero y lo lavo. Siento la presencia de Claudia detrás de mí, al igual que sus ojos. Me tenso un poco, ya que mi hermana, no me ha dirigido la palabra desde el entierro de mi padre. En realidad, ella no se ha comunicado con nadie de verdad. Sólo ha intercambiado unas cuantas palabras con mamá, y usa monosílabos con Joseph.