29

58 12 0
                                    

Alexandra Broome

Dios mío, que nervios, ¿es normal sentirse tan nerviosa?

Sí, creo que sí.

Hoy Max me ha invitado a su casa, para presentarme frente a su hermana y cuñado, a los cuales, al fin conoceré. Bueno, omitiremos la parte en la que yo los escuché hablando de Max unos días antes de la fiesta donde nos conocimos. A parte, solo los conozco de vista, me emociona al fin conocerlos formalmente.

Estoy sentada en el sofá de mi sala, esperando a que Max llegue y toque el timbre para marcharnos de aquí. Peach se frota contra mis piernas repetidas veces, mientras yo tamborileo los dedos sobre mis muslos, muy, pero muy nerviosa.

Llevo puesta una falda negra de botones dorados, con una camisa de mangas largas de color blanco y unos botines negros. Siento que he exagerado con la elección de ropa, pero no sabía que colocarme.

Peach se sube a mi regazo y yo lo empiezo a acariciar para calmar mis nervios. Por el amor a Dios, debo calmarme, nada malo va a pasar dentro de la casa de Max.

Es decir, sólo conoceré a parte de su familia, tampoco es que me van a secuestrar.

Pero es que, ¿y si hago el ridículo con cualquier cosa? O sea, yo soy muy torpe y puedo cagarla en cualquier momento...

DIOS MIO, ALEX, DEJA DE PENSAR.

IMPOSIBLE.

—Veo que alguien está un poco desesperada por qué su príncipe llegue—la voz de mi hermana llama mi atención, quién se acerca poco a poco al sofá dónde estoy.

Suspiro, girando los ojos, al tiempo que ella se lanza a mi lado.

—No me digas que vienes a cotillar como tu novio el chismoso—mascullo, cruzando mis brazos.

Ella suelta una risita inocente.

—Ay, pero, ¿por qué de tan malhumor?—inquiere, divertida—. ¿Acaso estás molesta porque piensas que Max no va a venir?

El rubor que se expande por mis mejillas, me delata.

La miro de inmediato con una expresión de fastidio.

—¡No!—me apresuro en negar. Ella empieza a reírse. Yo me aclaro la garganta—. No, sé que vendrá, Claudia.

—Entonces, ¿por qué tan nerviosa?—preguntó de nuevo, ladeando un poco su cabeza.

Suspiro, mirando mis manos unidas en mi regazo.

—Es que—mi voz tiembla un poco—, tengo miedo de arruinarlo, Claudia—confieso al fin—. Él me presentará a parte de su familia, y tengo miedo de soltar una idiotez que haga que Max se enfurezca y ya no quiera volver a hablarme—cerré mis ojos, recordando algo—. Sé que no tengo muchos recuerdos con él, pues, los perdí todos... Pero estoy segura de que, si ese chico de cabello oscuro se alejó, fue porque yo lo alejé. Yo lo arruiné.

Unas lágrimas se derraman por mis mejillas, delatando lo mucho que me duele lo último. Menos mal no llevo maquillaje.

Sinceramente, el haber perdido los recuerdos de una parte de tu vida, es algo que no le desearía jamás a alguien. O sea, ¿saben lo que se siente el no poder recordar cosas que hiciste durante tres meses? ¿O a las personas que conociste? ¿O... El como perdiste a un amigo, al cuál no le recuerdas ni su rostro, ni su nombre?

Me Enamoré De Un Desconocido (Desconocido #1)✓Where stories live. Discover now