CAPÍTULO 5

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Mamá trabaja hoy y ahora mismo estoy completamente sola. Debería estar acostumbrada a estar por las noches así todos los días, pero no...

Descansaba en mi cómoda y cálida cama, deseando poder conciliar el sueño, pero nada.

En plena oscuridad, que solo la poca iluminación que entraba en mi cuarto, era la luz de la luna. Miraba un punto fijo del techo con mis ambas manos detrás de mi cabeza.

Sinceramente estaba algo inquieta, rogando que no aparezcan esos recuerdos de nuevo. Pero, puedo decir que no los he tenido en todo el día.

Eso es bueno...

•••

3:35 am de la madrugada, no podía dormir.

Finalmente me levanté de la cama, para poder encontrar algo de comida en la cocina.

En la encimera pude ver unos exquisítos waffles de mamá, a lo que me sacó una gramde sonrisa.

- ¡Genial! - Me dije en un susurro, cuando mi vista ahora estaba en las escaleras con el fin de subir y llegar a mi cuarto.

En un instante, un ruido extraño hizo que me paralizara completamente.

Inmediatamente mi vista se conectó hacía la puerta, comprobando si realmente era real lo que acababa de escuchar. Y no estaba equivocada, el tok tok de la puerta, se volvía a escuchar, estremeciendome.

Mi sangre, cerebro, cuerpo, todo.. se quedó quieto, helado, completamente.

Ahora más que nunca, estaba aterrorizada. Madre nunca llega del trabajo a estas horas. Si realmente fuera ella, hubiera entrado con sus llaves y no tocaría la puerta, ya sabiendo que estaría dormida. Y si eso llegara a pasar, me haría una llamada.

Tomé el gran valor de tomar una cuchilla de la cocina, mientras mis pasos tan temblorosos se dirigían hacia las escaleras.

De un momento a otro, la puerta de abrió en un instante.

Grité, demostrando lo asustada que estaba y como toda una cobarde, huí hacia mi cuarto corriendo.

Puse seguro a la puerta, pero sin embargo, eso no me ayudaba, no me dejaba tranquila.

Tenía que escapar...

Pasos bruscos y fuertes, escuchaba desde abajo, como si estuvieran buscando algo.

•••

En un momento, no se escucharon más ruido provenientes de abajo. 

El tiempo pasó, a lo que me atrevía abrír la puerta con demasiado miedo.

Mis pasos eran delicados y silenciosos, pero mis piernas me tambaleaban.

Me pareció sumamente extraño, no ver a nadie ni tal vez algún ruido.

¿Tal vez una trampa?

Mi vista recorrió cada rincón de la casa, pero nada.

Suspiré rendida.

HOUNDTERSWhere stories live. Discover now