CAPÍTULO 12

1 1 2
                                    


IMÁGEN DE MARCUS:

Me desperté de la ruidosa alarma, marcando las 5pm.

Me tenía que alistar para el colegio. Para ser sincera, tenía ganas de faltar. Estoy todavía muy mal por lo de mamá y Noah encargarse de mí como tutor, no me parece para nada bien.

Agarré una toalla y me entré al baño.
Me tomé una ducha de 10 minutos y me vestí.

Bajé las escaleras a preparar mi merienda, cuando escucho ruidos extraños en la cocina. Ya sabía quién era.

Dirijo la mirada hacia Noah desde lejos, cuando él voltea a verme también. Sus ojos eran muy dulces y su cabello estaba algo desordenado. Simplemente, precioso.

- Te preparé la merienda. - Sonrió.

- Gracias, Noah. No me hubieras hecho nada. - Le devolví la sonrisa.

Noah me llevó camino al colegio con su camioneta negra que tanto amo.

Una semana después.

Llevo hace unos días con Fiorella, nos volvimos muy cercanas desde entonces. Es una chica muy agradable y dulce.

No sé mucho de su vida, pero sí me ha contado éstos últimos días sobre su historia con sus padres.

Sus padres nunca le han dado esa atención que siempre quiso. Simplemente, toman demasiado y discuten siempre, según ella.

- Nos vemos luego Isa. - Me sonrió Fiorella casi gritando para que me escuchara por los murmullos y ruidos de parte de los alumnos del colegio.

- Adiós, Fiorella. - La despedí con mi mano y una sonrisa grandota en mi cara. Ambas lo hicimos.

Hace varios días estaba faltando a clases y se me acumulaban las inasistencias.

El director me ha preguntado sobre mi madre, y yo por desgracia le tuve que contar todo y que mi "hermano" Noah, se encargaría de mí.

Él lo entendió algo lamentado. ¿Quién soportaría perder a tus ambos padres? Sinceramente, yo misma me digo que soy la mujer más valiente del mundo.

Salí del colegio. Marcaban las 10pm y vi la camioneta negra de siempre... Noah.

Yo y él sabemos que es peligroso andar a solas caminando hasta casa. ¿Quién sabe qué te puede pasar?

- ¿Cómo te ha ido? - Me preguntó sin apartar la vista de la carretera.

- Bien, me he hecho muy amiga de una chica. Fiorella. - Respondí algo seca y fría. Estaba cansada y me atormentaba a veces tener siempre a Noah a mi lado. Me cuida de todo, y creeme, si digo todo... es todo.

- ¿Fiorella?

- Sí.

Dicho eso, enfoqué mis ojos hacia la ventanilla. Pensando en la nada, recuerdos, a mamá, papá.

- ¿Me haz escuchado lo que dije? - Noah interrumpió mis pensamientos.

- No, lo siento. ¿Qué dijiste? - Confusa le pregunté.

- No dije nada, en realidad. Eso quiere decir que nunca me prestas atención. - Rió.

- Idiota. - Reí también.

Llegamos a casa. Me dispuse a dormir, mientras que como siempre, Noah al sofá. Ninguno de los dos hablamos, solo lo único que dijimos fue un "buenas noches".

------------------------------------------------------------

Hoy era Martes y tenía una salida con Fiorella. Ella invitó también a un amigo, no lo conozco, pero ella dijo que le agradaría. Así que acepté.

Arreglamos a las 3pm para encontrarnos en la cafetería "Pops", así que ya estaba lista.

Noah hoy estaba con algunos asuntos "pendientes", así que me avisó que no estaría para llevarme al colegio. Sinceramente, no sé qué hace en su vida. ¿Cosas de demonios? ¿Qué harán ellos?

Me tomé un taxi y me llevó a donde acordé estar. Le pagué y salí del coche con una despedida amable.

Ahí estaba, Fiorella y... bueno, su amigo.

- ¡Hola! - Escuché la voz de Fiorella desde una de las últimas mesas de allí.

- ¡Hey! - Sonreí.

Los saludé a ambos, besando sus mejillas y luego me senté, a mi lado Fiorella y al frente...

- Oh, ¿Y cómo te llamas? - Le pregunté al chico de ojos color avellana, cabello castaño, con una sonrisa perfecta y una vestimenta muy peculiar.

- Me llamo Marcus, un gusto. - Se presentó de una forma muy caballerosa y amable.

- Un gusto, Isabella. - Sonreímos.

- Fiorella me ha contado mucho sobre tí. - Me miró.

- ¿Si? - Dirigí la mirada hacia Fiorella, desafiandola.

- Nada que hubiera metido la pata. - Rió Fiorella mirandome a mí y a Marcus.

Pasé una tarde muy divertida junto con ellos. Marcus me agradó demasiado y hasta a veces nos tocan clases juntos. Solo que no lo recordaba, ya que no conocía muy bien mis compañeros y demás.

Marcaban las 4:48pm y ya deberíamos irnos al colegio.

Ésta fue la primera vez que fui sola al colegio caminando con amigos, ésto me pone muy felíz.

Fiorella y Marcus son mis únicos amigos ahora, a parte de Austin que vive en mi otro pueblo natal.
Ellos son muy diferentes a los demás del colegio. Son agradables, respetuosos, divertidos, alegres, todo.
En cambio, los otros son... malhumurados, misteriosos y desagradables. Simplemente, me dan miedo.

En el colegio:

- Buenas noches, caballeros y señoritas! - Saludó el profesor de Historia con su voz penetrante. - Hoy haremos un trabajo en grupo. Así que quiero que junten parejas y trabajen. Hoy será una clase muy larga. - Dicho eso, entregó a todos los estudiantes y a mí, hojas... ¿Hojas? ¡¡¡Mil hojas para leer!!!

- Profesor... - Levanté mi mano para que viera que quería decirle algo. Lo dije en un tono muy tímido y bajo, que edtaba segura que ni el profesor ni nadie me escuchó. - ¡Profesor! - Insistí levantando mi voz un poco leve.

- Dime Drey. - Puso su atención a mí.

- Ésto es todo para... ¿leer? - Mi última palabra fue suave, temiendo que tuvieramos que leer todo eso.

- Sí, nada de peros. Quiero que el trabajo esté entregado para mañana. Pueden realizarlos en la biblioteca o en casa.

¡Ay, no!


HOUNDTERSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora