CAPÍTULO 16

4 4 0
                                    

Marcus corría lo suficientemente más rápido que yo. No estaba acostumbrada a correr demasiado.

- Tengo que ir a casa. - Mi respiración estaba acelerada, estaba cansada, quería un descanso.

- No puedes todavía. La policía está por todas partes.

- Pero es solo una fiesta. - Afirmé.

- ¿Una fiesta con drogas? - Paró en seco para mirarme. A lo que dijo, me quedé sorprendida. No quería estar entre las rejas...

- ¿Qué? ¿Por qué no me lo dijiste? - Estaba furiosa porque no me había dicho nada.

- No tenemos tiempo ahora para discutir, hablaremos en mi casa. Queda muy cerca de aquí. ¡Vamos! - Dicho eso continuamos.

------------------------------------------------------------

Entré a su pequeña casa, sencilla, prolíja, como cualquier otra. Observaba y detallaba cada cosa que veía allí. Cada cuadro, fotos, adornos, paredes, muebles, todo.

- ¿Vives solo? - Pregunté.

Él asintió.

Me parecía raro no ver fotos familiares o algo relacionado a eso.

- Mis padres fallecieron cuando apenas tenía ocho años. - Me miró. - Accidente. - Suspiró frustado.

- Lo lamento mucho. - Me sentía muy apenada por él, porque sabía qué se sentía no tener a ambos padres.

- No te preocupes, fue hace mucho. - Me sonrió. - Sientete cómoda. Puedes pasar la noche aquí hasta que pase todo. La policía sigue rondando por aquí. Mañana te llevaré a casa, no te preocupes.

- Está bien. Pero... yo... - Estaba pensando en dónde dormír.

- Oh, no te preocupes... tú dormirás en mi otra habitación. Nadie duerme ahí hace años. Te daré unas sábanas nuevas. Ven. - Caminó hacia un pasillo, y lo seguí.

6:25pm

Dormí en aquella habitación, polvorienta. Podría decir que hace varios meses o hasta un año no se veía a nadie por aquí.

Me levanté al baño, pero no sabía dónde estaba. Buscaba y buscaba y...

- ¡Buenos días, Isa! - Veía a ese tal Marcus sencillo a uno completamente convertido. Esos abdominales en su vientre, su cabello totalmente despeinado y mojado, recién terminado de bañar y finalmente una toalla cubriendo desde su cadera.

Estaba toda roja de la vergüenza. ¿Ahora qué hago? ¿Me voy? ¿Me quedo? ¿Le hablo? ¡Diablos!

Tarde unos momentos en responderle, solo miraba aquella escena tan... vergonzosa.

- Oh... - Forcé mi sonrisa, acomodando un mechón de mi cabello desordenado detrás de mi oreja. - Buenos días. Solo... quería ir al... baño. Pero no sé dónde está.

Marcus se hecho a reír, ¿Qué le parecía gracioso? Acaso, ¿se dio cuenta mi ruborizo o el solo hecho de pedir ir al baño? Imbécil.

- El baño está allí. - Me señaló con su dedo la dirección con una sonrisa.

- Gracias. - Dicho eso, fui casi corriendo al baño, quería salir de ahí, encerrarme y no salir por un buen rato.

Tardaba unos quince minutos allí para ser exactos, y todavía no salía.

Me sentía sucia y tenía que bañarme pronto en cuanto llegue a casa. Tenía todavía aquella ropa del día anterior en la fiesta. Mis tejanos negros de cuero, un top negro y para terminar una campera de cuero también... de mi madre.

No era mi estilo de ropa. Sinceramente, me gusta darle color a mis outfits... Pero, ¿por qué no esa vez? Siempre fui y soy a veces, aquella chica de la ropa de "colores", "unicornio" o simplemente la, "infantil" en el solo hecho de vestirme de colores... No era tan exagera al vestirme, ¿o si? ¡Diablos! - Reí mentalmente por mis pensamientos absurdos y rídiculos.

- ¿Estás bien? - Preguntó del otro lado Marcus. Se escuchaba preocupado.

- Sí, lo estoy. Solo que... que... bueno ya salgo. - Finalmente salí del baño. Viendo a Marcus ya vestido.

Me miró de arriba y abajo, haciendome pensar si me veía mal o que estaba terriblemente fatal.

- ¿Qué? - Mi voz se notaba algo nerviosa.

- Necesitas un baño, ¿verdad? - Rió.

- ¿Acaso me estás diciendo sucia? - Estaba algo furiosa, pero saqué una falsa risa ante su comentario. - Para tu información, me he bañado ayer a la noche y ahora en cuanto pueda llegar a casa, que me llevarás TÚ, me bañaré. - Me crucé de brazos.

Me miró un momento para hablar después.

- No te dejaré entrar en mí coche así. - Señaló mi ropa. Y tenía razón, estaba sucia. Mi ropa estaba fatal. De seguro me habré ensuciado mientras huía de la policia. - Te daré ropa para que te bañes. - Me sonrió dulcemente.

- Gracias, Marcus. - Le devolví la sonrisa.

Después de varios minutos esperando en el sofá a Marcus, logré verlo con ropa doblada en sus manos.

- Toma. - Me lo dio. - Es mía.

- Gracias. Cuando regrese a casa, te la devolveré. - Sonreí.

Marcaban las 10pm de la mañana y estaba preparada para irme a casa. Me veía con su ropa enorme de Marcus. Unos tejanos de color gris y un buzo enorme que llegaba hasta mis muslos de color negro. Me sentía muy cómoda con ésto, pero al recordar que era de él... me sentía rara.

Salí del baño en busca de él para decirle que me llevara a casa.

- ¿Me puedes llevar Marcus? - Le pregunté.

- Te queda bien. - Me observaba de pies a cabeza desde la cocina.

No le respondí ante su comentario, solo busqué mi cartera y salí de la casa.

Marcus me llevó en su coche negro, Ford Mustang 2015. Precioso.

- Llegamos. - Se detuvo y me miró. Sonrió al verme, dejandome ver su dulce y delicada sonrisa. Me estaba poniendo nerviosa, y veía que lo estaba disfrutando.

- Gracias. - Finalmente salí del coche, directo a la puerta de mi casa. En cuanto abría mi puerta, escuché de fondo la voz de Marcus.

- Te recojo hoy a las 5pm, te veo mañana. - Gritó para que lo escuchara.

Le sonreí y asentí.

🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡

¡Hola a todos y todas! Espero estén disfrutando de mi contenido.

Sepan valorar lo que escribo, porque realmente es mi primera vez haciendo ésto y sinceramente no sé si está bien lo que hago.

Pero lo que puedo estar segura, es que con el corazón, lo disfruto demasiado.

Amo leer y escribir.

Les mando un abrazo enorme ~

HOUNDTERSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora