CAPÍTULO 24

1 0 0
                                    


IMÁGEN:

- ¿Qué harás ésta noche?

- Am-h, hoy ayudaré a mi padre en mecánica. - Me miró de reojo sonriendo. - ¿Querías hacer algo?

- Sí, pero queda para otro día.

- ¿Afirmas o preguntas?

- Ambas. - Sacamos una tonta carcajada.

- ¡Nos vemos Aus! - Me alejé cada vez más, despidiendome.

- ¡Adiós! - Gritó entre los murmullos de la multitud de alumnos, para que lo escuchara.

De lejos, alcancé a ver al coche negro de Noah. Me acerqué, para entrar.

Pero antes, lo encontré a él, posando en su coche con la zorra del baño, quién me había bofeteado.

Coqueteando.

Mi sangre estaba hirbiendo, y la verdad no lo sabía. No me importaba en absoluto, que hace Noah en su vida. Puede coquetear con quien se le cante la gana.

Pero, no podría estar celosa, ¿O acaso sí? No podía montar una dramática escena de celos solo por aquél hombre que tanto odiaba.

No, no podía, o tal vez, no quería.

Mientras, veía aquella escena tan inesperada, traté de evitarlos y me dispuse a caminar en plena noche, hasta mi casa.

Tenía que pasar al lado de ellos, para poder seguir mi camino.

Me dispuse a tomar mi capucha de mi abrigo para que no me reconozcan. Sinceramente, no tenía necesidad de hacerlo, pero... me daba ¿Vergüenza?, ¿Ira?, ¿Celos?

Finalemente, pude pasar mi desafío... tratar de evitarlos y seguir.

Caminé lo suficiente, como para alejarme completamente del colegio.

A éstas horas, sé que no es seguro, y lo sé. Tengo miedo, y también frío. Fui una completamente estúpida como para evitar aquellos idiotas. Pero, de más... es bueno sacarme de encima a Noah. Por un lado, me alivia.

Ningún coche, personas, ni ruidos se escuchaban. Solo era oscuridad de la noche fría y solo los antiguos faroles que daban al camino, lo alumbraban.

Sentí un coche pasar a mis espaldas, lento.

Mi cuerpo se sintió helado, con miedo. Decidí ponerme alerta y acelerar mis pasos.

Los suspiros y respiración, hacian humo en mi boca de lo helada que estaba la temperatura. Apenas, había llevado un abrigo y nada más.

Sentí una mano posar mi pequeño hombro.

Grité desesperadamente, para tratar de liberarme de aquella persona. Pegaba manotazos y pequeñas patadas leves. El frío hacía ponerme debíl y sin fuerzas, pero daba lo mejor de mí.

Una voz masculina familiar, resonó mis oídos, haciendo prestar atención.

- ¡¡Drey!! - Sostenía mis brazos con fuerza para que no me libere de él, mientras me gritaba y gritaba mi apellido. - ¡¡Soy yo!!

Paré mis forcejeos y decidí mirarlo.

- Soy Noah. - Su voz se suavisó.

- Lo... lo siento. - Quería romper a llorar del susto que me había pegado. Mi corazón iba a salirse de control.

Algo en mí, hizo tranquilizarme, Noah.

- Estás helada. ¡Ven, vamos! - Tomó mi mano, y me entró al coche.

El silencio de allí, fue durante varios minutos, era incómodo y más si se trataba que estuviera él a mi lado.

- ¿Por qué te fuiste? - Rompió el silencio.

Estaba serio, y se veía algo... enojado.

Me quedé en silencio, y lo ignoré con mi vista fija en la ventana que daba la carretera.

- ¿No me responderás?

Moría por decirle tantas cosas. Que me deje en paz, que se vaya, que por qué sentía sensaciones raras con él, por qué a mí, demasiadas preguntas.

Finalmente, respondí.

- No quería interrumpirlos. - Ahora, era inevitable no estar seria y algo enojada.

- ¿Con Betty?

Se rió.

De pronto, paró el coche. Lo miré confusa de lo que acababa de hacer.

¿Qué hacía?

Ahora, sus ojos se centraron en mí. Más profundos y oscuros e inexplicables como siempre. Pero, esa mirada, me daba... miedo.

Estabamos en medio de la nada. Solo yo y Noah. Nadie más. Ningún coche, personas, solo el ruido de noche.

Estaba todo oscuro y no se veía casi nada.

- ¿Estás celosa? - Su voz cambió a ser una baja.

- ¿Qué estás diciendo? - Fruncí el seño, enojada. - Oye, solo quiero llegar a casa.

- ¿Estás nerviosa? - Seguía mirandome. - ¿Por qué siempre huyes de mí?, ¿Me tienes miedo?

- ¿Miedo? - Levanté leve mi voz. - Claro que tendo miedo... estoy horrorizada.

- ¿De mí?

Lo miré a los ojos.

Dudé muchísimo esa palabra.

Miedo.

Miedo a él.

🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡🧡

¡Holaa! ¿Qué tal?

Esperen por más... 🙂❤

Los quiero.

                                         Saludos ~

HOUNDTERSWhere stories live. Discover now